El final de las vacaciones y la vuelta a la rutina pasa factura a muchas personas generando lo que se conoce como Síndrome Postvacacional. Aunque no está catalogado como enfermedad en sí, en casos concretos donde sus síntomas se acentúan puede desembocar en una depresión.
El Síndrome Postvacacional se suele extender una o dos semanas tras el fin de las vacaciones y se puede describir como un malestar general, físico y psíquico, cierta apatía e irritabilidad que puede afectar a la calidad de vida de quienes lo padecen. Estos problemas se suele entender que son sufridos por los que se incorporan a su puesto de trabajo, pero la realidad, y según datos del IMEO (Instituto Médico Europeo de la Obesidad), es que "en el caso de aquellos que se encuentren en situación actual de búsqueda de empleo o de incertidumbre laboral estos síntomas se manifiestan con dureza y en un mayor grado”.
Las personas con dificultades laborales tienen en muchos casos los niveles de serotonina (neurotransmisor controlador del estrés), dopamina (neurotransmisor del buen humor) y noradrenalina cerebral (hormona que nos capacita para solucionar problemas) algo alterados, lo que los hace más proclives a la depresión, acentuándose esa posibilidad con el fin de las vacaciones o época estival. "Cuando estamos de vacaciones, el cerebro tiende a eliminar las informaciones que generan ansiedad, algo que cambia cuando uno retoma sus obligaciones habituales, ya sea el trabajo en sí o la difícil tarea de buscarlo". Esto último hace que se tenga que hablar de Síndrome Postvacacional también en desempleados.
Además de la angustia de retomar la búsqueda de trabajo en una coyuntura económica complicada, esta vuelta a la normalidad hace que los desempleados se comparen con los que vuelven al trabajo, agudizándose, así, "sentimientos negativos como soledad, decaimiento, sensación de fracaso personal, frustración o culpa por no ser capaz de conseguir un empleo".
Por tanto, los consejos que se suelen dar para aquellos trabajadores que vuelven a la rutina para atenuar los síntomas de ese síndrome, deben ser considerados también por las personas en busca de empleo. La calidad del sueño, marcarse nuevas rutinas, y retomar una dieta saludable son vitales para ajustar la mente y el organismo a la vuelta a la actividad.
¿Qué opinas al respecto? ¿Has sufrido alguna vez este síndrome postvacacional?
Imágenes: primera, Daniele Zedda/Flickr; segunda, IMEO