Consejos para evitar el síndrome postvacacional
1. Tienes trabajo. Y eso es lo más importante. Intenta concentrarte en todo lo positivo de ese empleo aunque no se ajuste a tus expectativas.
2. Tómate el inicio de la vuelta a la rutina con calma. No pretendas retomar todos tus objetivos el primer día. En realidad, en cuestión de dos días ya estarás totalmente adaptado a tu rutina profesional. Es solo ese momento de romper el hielo el que más cuesta.
3. No pienses en las próximas vacaciones de verano cuando, si te apetece, puedes organizar una escapada de fin de semana o una excursión de un día a un destino próximo para experimentar esa agradable sensación de primavera.
4. Echa un vistazo a la agenda de cursos de tu ciudad para sumarte a actividades saludables, por ejemplo, practicar mindfulness. Comienza el nuevo año con esa agradable sensación de atención plena que te permite poner tus ideas en orden y silenciar los pensamientos negativos.
5. Concéntrate en tu principal propósito de año nuevo. Diseña tu plan de acción porque el mejor modo de concentrarte en el presente es mirar hacia adelante, con una dirección clara de mañana. Los propósitos de año nuevo son el mejor antídoto contra las nostalgias del pasado.
6. Comienza cuidando lo básico en tu estilo de vida. Por ejemplo, asegúrate de dormir ocho horas diarias. Deja el teléfono móvil fuera del dormitorio. Programa tu primera semana de oficina, establece tus horarios.
7. Reduce el consumo de café si disfrutas de este capricho de un modo habitual.
Si te sientes estresado, cierra los ojos, imagina una escena de felicidad, y respira profundamente.
El síndrome postvacacional después de Navidad no es más que la incomodidad que surge de un cambio de ritmo en la agenda que te obliga a hacer una adaptación al cambio.