Una parte especialmente difícil es la alimentación de los más pequeños. Conseguir que no abusen del azúcar que es tan adictivo, que tomen vegetales y frutas, evitar los fritos y empanados que tanto les atrae, la bollería y los productos industriales…¡uf!. Da la sensación de que nadas contracorriente y a veces parece misión imposible, sobre todo por todos los anuncios con los que nos bombardean dirigidos a los niños, en los que desde luego no se ven tomates, zanahorias o manzanas. Y también porque, al igual que nos pasa a los mayores, lo cómodo, rápido y fácil nos hace caer en la trampa y compite contra aquello que nos tenemos que currar. En fin, que lo que creo es que se trata de una cuestión de prioridad y de que la salud esté por encima de todo.
Esta semana tocaba fiesta de cumpleaños de mi peque. Me gusta prepararle una fiesta en casa, personalizada y con todo lo que sé que la divierte para su gran día. Pero este año se me planteó una pequeña “complicación”: la merienda. Tenía claro que quería huir de los snaks, galletas y bollería industrial, bebidas azucaradas, tartas y pasteles llenos de azúcar y aditivos, y tenía claro que quería hacerlo todo yo casero. El siguiente objetivo era conseguir que les gustara a niños de 5/6 años y que no me lo tiraran a la cara. ¡Lo conseguí! Algunos niños, incluso mayores sorprendidos, me preguntaban qué era esto y aquello o qué ingredientes llevaba, pero en general la aceptación fue buena. Así que hoy te lo quiero contar por si algún día te animas, te decides y descubres que puede merecerte la pena para tu próxima celebración.
Empiezo por lo más habitual y que, haciendo una excepción al veganismo extremo es siempre bienvenida en cualquier fiesta: tortilla de patatas. Para que sea lo más saludable posible, si puede ser, lo ideal es usar huevos ecológicos, patatas de buena calidad, aceite de oliva virgen (el justo y necesario) y poca sal.
Los snaks industrializados están llenos de sal, grasas, conservantes, etc. nada saludables. Una buena idea es comprar maiz y hacer palomitas. Y si optas por comprar algo más, yo elegiría unos “totopos” (nachos) de maiz sin añadidos de ningún tipo. Tengo que confesar que compré patatas fritas de bolsa, sin gluten y de buena calidad, pero sabiendo que no era lo ideal.
Pan casero o tortitas con harinas sin trigo. Para esta ocasión hice unos panecillos cuya receta vi en el blog de Lucía Gómez. Te recomiendo tanto los panecillos como el blog http://cocinandoelcambio.com/blog/recetas/panecillos-sin-gluten-estilo-pita/. Se hacen con harina de trigo sarraceno y me gustó mucho el resultado. Ah y a los niños también
Para acompañar las tortitas o panes se me ocurrió hacer nocilla casera. Es perfecta y con niños aciertas seguro. La receta la descubrí hace tiempo en un blog que también me gusta mucho: http://www.conasi.eu/blog/recetas/nocilla-casera/
Causaron sensación unos bombones que hice en forma de corazón. La receta es la misma que hice para el postre crudivegano de mi anterior publicación: Aquí la tienes. Para unos 40 bombones más o menos, se mezclan 60 g de cacao crudo en polvo, 118 ml de aceite de coco, y 115 g de endulzante líquido. Se vierte en los moldes y a la nevera. Así de fácil.
Me atreví a probar a hacer gominolas caseras. También del blog http://www.cocinandoelcambio.com . Gracias Lucía, me encantan tus ideas. Aquí tienes la receta. Tengo que decir que les faltó endulzante y eso los niños no lo perdonan, pero para la próxima lo tendré en cuenta. Por cierto, yo uso azúcar de abedul, que es el que tiene el índice glucémico más bajo.
¡Y qué es un cumpleaños sin tarta! Bueno, pues aquí opté por hacer la preferida de mi niña, que es tan simple y rápida como su propio nombre indica: Bizcocho exprés de chocolate. Para que fuera más pintona y con aspecto de tarta yo le puse cobertura de chocolate por encima (con la misma mezcla del choco de los bombones que hice), y también varias chocolatinas con frambuesas, que le daban un toque perfecto. La foto no le hace justicia para lo riquísima que está. Te cuento ingredientes y cantidades para una tarta no muy grande (como las que ves en la foto): 120 g de harina (yo usé de arroz), 160 g de azúcar, 40 g de cacao en polvo, 12 g de levadura, 2 huevos, 40 ml de aceite de oliva, 100 ml de agua, 120 g de leche (yo usé bebida de almendras). Tan sencillo como mezclar todo, verterlo en un molde engrasado, y hornearlo a 180º unos 25 minutos.
Por si fuera poco, el cumpleaños se remató con fiesta de pijamas. ¿Y qué se nos ocurrió? pues hacer pizzas con ayuda de las propias niñas invitadas. Otra buena costumbre para que aprendan y valoren la buena cocina. La masa queda muy rica con harina de espelta. Y para que quede jugosa, no debe faltar una capa de tomate (por supuesto casero), y jamón, queso o los ingredientes que más gusten, que sean de buena calidad.
Mentiría si te dijera que todo este tinglado no requiere esfuerzo y dedicación, pero ¿no crees que merece la pena y que da satisfacción? Está claro que primero tienes que concienciarte, haber hecho los cambios necesarios en tu rutina diaria de alimentación y mentalizarte de que no se trata de una dieta temporal, sino de una forma saludable de alimentarse para siempre tanto para tí como para tu familia, y que llevarás a cabo en todo lo que hagas y allá donde vayas. Podría haberme relajado en esta ocasión, tratándose de una fiesta infantil de cumpleaños, pero iría en contra de mis principios y valores, y me sentiría fatal si no aplico para mi hija lo mismo que para mí, que es LO MEJOR. No hay excusas, y menos cuando se trata de salud.
Espero que te haya servido de inspiración, concienciación, o al menos que no haya caído en “saco roto” todo lo que te cuento. Seguiré sin descanso en mi empeño de cambiar las cosas, porque los grandes logros empiezan por los pequeños gestos de cada uno. ¿Te unes al cambio?
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