El silencio es oro .
En la inmensidad de la noche un caballo y su jinete se aproximan , las puertas del monasterio se abren dejando entrar al forastero.
Un monje a los lejos se aproxima con un candil alumbrando al caballero.
- Que le trae a estas horas por aquí?
El caballero se arrodilla y se quita el capuchón de la capa que lleva puesta, el monje al observar al caballero hace una reverencia y ayudándole a levantarse le hace un gesto de acompañamiento, el señor en procesión con el abad se dirigen hacia los aposentos donde en uno de ellos el noble descansara esa noche .
Al amanecer los cánticos de la hermandad sonaban por todo el recinto del monasterio pero de igual manera y con el mismo silencio que entró el jinete, las puertas de la abadía se volvieron abrir dejando pasar de nuevo hacia su destino a tan noble caballero .
Raquel Ayres. octubre 2013
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