-Plaquetas, que son fragmentos celulares producidos por la médula ósea roja e intervienen en la coagulación sanguínea.
-Leucocitos o glóbulos blancos, que son células nucleadas que intervienen en la defensa del organismo y que se forman en la médula ósea. Se diferencian dos tipos:
-Monomorfonuleares o agranulocitos, que poseen únicamente gránulos primarios o azurófilos y que, a su vez, se clasifican en:
-Linfocitos, que son los leucocitos de menor tamaño y son los encargados de la inmunidad específica o adquirida. Se distinguen linfocitos T, que son los responsables de la inmunidad celular, se diferencian en el timo y pueden ser cooperadores (T4) o citotóxicos (T8); y por otro lado, los linfocitos B, que son los responsables de la inmunidad humoral y se diferencian en el hígado y en el bazo durante el estado fetal y en la médula ósea en el adulto. Un tercer tipo de linfocitos son las células NK (Natural Killer), que provienen también de la médula ósea pero se diferencian de los otros dos tipos anteriores en que son responsables de la inmunidad innata en lugar de encargarse de la específica o adquirida como hacen tanto los linfocitos T como los linfocitos B.
-Monocitos, que son los leucocitos de mayor tamaño e intervienen en la fagocitosis, que es un tipo de endocitosis en la que la membrana plasmática de la célula se invagina y engloba en su interior partículas de gran tamaño, organismos vivos o restos celulares que forman grandes vesículas, visibles incluso al microscopio óptico, denominadas vesículas o vacuolas de fagocitosis (fagosomas).
-Polimorfonucleares o granulocitos, que presentan tanto gránulos primarios o azurófilos como gránulos específicos o secundarios. Dentro de estos, a su vez, diferenciamos:
-Neutrófilos, que son los más abundantes, suponiendo un 65-68% de los leucocitos. Se encargan de llevar a cabo la fagocitosis.
-Basófilos, que sintetizan un anticoagulante llamado heparina y un vasodilatador denominado histamina y que, al igual que los eosinófilos, juegan también un papel importante en las alergias y en las infecciones parasitarias.
-Eosinófilos, que son los menos abundantes, ya que conforman tan solo un 0,1-1% de los leucocitos. Intervienen en las alergias y en la fagocitosis, junto a monocitos y neutrófilos.
-Eritrocitos, hematíes o glóbulos rojos, que son células bicóncavas carentes de núcleo que se encargan del transporte de oxígeno unido a hemoglobina hasta las células. Se forman en la médula ósea roja.
Sin embargo, la sangre no es igual en todos los seres humanos y la razón por la que se puede clasificar en un grupo o en otro reside precisamente en estos glóbulos rojos.
SISTEMA ABO
Los 4 grupos sanguíneos (A, B, AB y O) fueron descubiertos en 1900 por el científico austriaco Karl Landsteiner, hallazgo por el cual logró conseguir el Premio Nobel de Medicina en 1930 y que ha permitido salvar miles de vidas desde entonces, al dejar establecidos los criterios de compatibilidad sanguínea para llevar a cabo las transfusiones entre seres humanos.
El sistema de grupos sanguíneos ABO en el ser humano es un caso de alelismo múltiple, al igual que las proteínas plasmáticas humanas o el color de ojos de la Drosophila Melanogaster. En los grupos sanguíneos no existen solo dos alternativas para un mismo carácter, sino que intervienen tres alelos, que son A, B y O (ausencia de los antígenos A y B).
Por esta razón, existen 4 grupos sanguíneos distintos según las glucoproteínas presentes en la membrana de los glóbulos rojos que funcionan como antígenos (aglutinógenos). Los glóbulos rojos pueden poseer antígenos en su superficie (A, B o ambos) o carecer de ellos, y para determinar a qué grupo sanguíneo pertenecemos, hay que tener en cuenta que la presencia del antígeno A y la presencia del antígeno B son codominantes y que ambos dominan frente a la ausencia de los antígenos A y B (grupo sanguíneo O).
A la hora de realizar una transfusión sanguínea, es totalmente imprescindible conocer el grupo sanguíneo del donante y del recepetor, ya que estos antígenos son los culpables de la producción de anticuerpos cuando entran en el cuerpo de una persona cuya sangre no presenta dichos antígenos. De esta manera, los antígenos A producen anticuerpos frente a los anticuerpos B, los antígenos B fabrican anticuerpos para los anticuerpos A, los AB no generan anticuerpos y los O (carentes de antígenos A y B) van a producir anticuerpos frente a los dos tipos de antígenos. Por lo tanto, estos anticuerpos fabricados son los responsables de la incompatibilidad de las transfusiones sanguíneas. Si realizáramos una transfusión incorrecta, los glóbulos rojos se aglutinarían y supondría probablemente la muerte de la persona.
Como conclusión, podemos afirmar que a un individuo cualquiera se le podrá hacer una transfusión sanguínea siempre y cuando la sangre inyectada no posea antígenos que no estén presentes en los glóbulos rojos de su propia sangre.
Dicho esto, ¿cuál es el donante universal?
El donante universal (término acuñado por Ottenberg en 1911) es el O, puesto que los eritrocitos de este tipo de sangre no poseen en su membrana ningún antígeno que pueda provocar la formación de anticuerpos frente a ellos al ser introducidos en otro individuo de cualquier otro grupo sanguíneo.
¿Y cuál es el receptor universal?
El receptor universal es el AB, puesto que tiene tanto antígenos A como antígenos B, de modo que no existe ningún otro antígeno diferente en otro tipo de sangre que al introducirse pueda dar lugar a anticuerpos y un consecuente rechazo.
RECEPTOR
A
B
AB
O
D
O
N
A
N
T
E
A
P
O
P
O
B
O
P
P
O
AB
O
O
P
O
O
P
P
P
P
GRUPO SANGUÍNEO
A
B
AB
O
ANTÍGENO
A
B
A y B
-
ANTICUERPO
Anti-B
Anti-A
-
Anti-A y Anti B
¿A QUIÉN PUEDE DONAR?
A y AB
B y AB
AB
A, B, AB y O
¿DE QUIÉN PUEDE RECIBIR?
A y O
B y O
A, B, AB y O
O
FACTOR RH
El factor Rh es otra proteína aglutinógena a tener en cuenta en la membrana de los glóbulos rojos que permite clasificar también la sangre en Rh+, si tiene esa proteína, o Rh-, si carece de ella. Por esta razón, existen realmente ocho tipos diferentes de sangre: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-.
El funcionamiento es el mismo que con los antígenos A y B: únicamente cuando a una persona que carece de esta proteína en los glóbulos rojos de su sangre se le inyecta la de otra que si lo posee, se producirá una respuesta inmunitaria.
Por lo tanto, para ser del todo correctos, el donante universal es en verdad el O-, mientras que el receptor universal es el AB+.
RECEPTOR
Rh+
Rh-
D
O
N
A
N
T
E
Rh+
P
O
Rh-
P
P