2- El color natural del salmón no es rosado. Bueno, en realidad miento porque sí que existe un tipo de salmón que tiene esa coloración de manera natural: el salmón pescado en su propio hábitat. Pero los salmones de piscifactoría, que son los que mayoritariamente llegan a los supermercados, eran en verdad de carne blanca en un principio. ¿Entonces por qué nos llegan con ese color? Porque son pigmentados con el fin de agradar al consumidor. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por camuflar su verdadera naturaleza, siempre podremos diferenciar un salmón salvaje de uno de piscifactoría observando las vetas de grasa, que son mucho más visibles en el de piscifactoría.
Volviendo al tema del color, esa tonalidad rosada de los salmones que viven en libertad se debe a su alimentación basada en crustáceos, los cuales son ricos en astaxantina, que es el carotenoide responsable de ese tono tanto en los salmones como en los flamencos, que llevan una dieta parecida. Los salmones de piscifactoría, en cambio, son alimentados con pienso, por lo que es necesario un suplemento de astaxantina a dicha dieta si queremos dotarles de ese color rosado.
No obstante, además de ese deseado cambio de color, se ha comprobado que dicho añadido conlleva también otras ventajas colaterales, aunque no parezcan ser las razones de su uso. Por un lado, al ser una sustancia antioxidante, retrasaría la rápida oxidación de los ácidos grasos insaturados que contiene el salmón y que son tan interesantes para nosotros nutricionalmente hablando. Por otro lado, podría suponer una mejora de la función hepática y de la defensa contra el estrés oxidativo en los salmones criados en cautividad.
3- Los salmones tienen un ciclo biológico asombroso. Hay pocos animales que tengan un ciclo de vida tan fascinante como el del salmón. Estos peces pertenecientes a la familia de los salmónidos nacen en el río, después de uno o dos años bajan al mar, viven allí unos tres años y finalmente regresan a su lugar de nacimiento para desovar, habiendo completado previamente una travesía a contracorriente y repleta de todo tipo de obstáculos. Toda una odisea, sin duda. Es todo un derroche de ímpetu y fuerza de voluntad, pero también de un magnífico sentido de la orientación, pensadlo. ¿Cómo son capaces de orientarse los salmones para regresar hasta el lugar donde nacieron? Aún no se sabe a ciencia cierta cómo lo hacen, pero se cree que estos peces nacen con un mapa genético que utilizan a modo de GPS natural que les permite lograr tal hazaña.
Esto lo descubrieron unos científicos norteamericanos que, al llevar a cabo un experimento con salmones juveniles que carecían de experiencia migratoria, observaron que dichos ejemplares tendían a desplazarse hacia las zonas que tenían una intensidad de campo magnético y un ángulo de inclinación similares a la zona en la que se encontraban. De esta manera quedaba claro cómo eran capaces de orientarse los salmones y que esta capacidad de orientación en base al magnetismo era una conducta innata, no adquirida con la experiencia.
Además, se ha comprobado que otras especies marinas son capaces de hacer uso del magnetismo para localizar alimento o zonas para la reproducción.
4- En cuanto a las propiedades nutritivas del salmón, cabe destacar su alto contenido en proteínas y en ácidos grasos esenciales omega-3,cuyos beneficios los puedes consultar en este otro artículo: "Beneficios de los ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9".
Además, el salmón contiene un importante contenido de vitamina A (retinol), que interviene en la síntesis de pigmentos retinianos y en la proliferación y diferenciación de las células epiteliales; y de vitamina D (1,25-dihidroxicolecalciferol), que aumenta la absorción de calcio y fosfato en el intestino y ayuda a controlar los depósitos de calcio en hueso y dientes.
No obstante, el salmón es un pescado azul y, por ende, contiene también muchas purinas que se transforman en ácido úrico. Por lo tanto, el salmón tiene muchos beneficios pero tampoco debemos abusar de él. Como siempre, todo en su justa medida.