Leucocitos quiere decir células blancas y así también son conocidos como glóbulos blancos
Cuando se realiza un análisis de sangre hay una parte líquida de la misma compuesta por el suero y por el plasma y otra parte sólida formada por células de las que hay tres grandes clases: los glóbulos rojos o hematíes, los glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas
Los glóbulos blancos son las células que se encargan de la defensa como hemos dicho anteriormente e impiden el desarrollo de enfermedades, tanto producidas por bacterias, hongos, virus y también atacan células anómalas como las tumorales, cuando estas no se camuflan lo suficiente.
También son las responsables de las reacciones alérgicas y suelen realizan un ataque de excesiva potencia contra sustancias como los pólenes de las plantas, algunos alimentos o medicamentos por ejemplo.
Los leucocitos intervienen en las denominadas enfermedades autoinmunes cuando por determinadas circunstancias son capaces de atacar a las células del propio organismo como si fuesen extrañas, como ocurre en la artritis reumatoide y lupus entre otras.
Sufren los leucocitos sus tipos de tumores como las leucemias (sangre blanca), entre otros.
Pero en general es un sistema defensivo que es de suma importancia para defendernos de los agentes externos sin el cual no podríamos sobrevivir.
El número de leucocitos normal en sangre oscila entre los 4000 y 13000 por mililitro, pocos si los comparamos con los 4 o 5 millones de glóbulos rojos que existen por mililitro. El número de leucocitos se puede ver aumentado en enfermedades infecciosas, como reacción ante ellas, pero también en enfermedades como la leucemia o reacciones leucemoides donde la producción de leucocitos es muy exagerada. Disminuyen en las fases finales de las infecciones como consecuencia del consumo realizado de ellos que se suele normalizar posteriormente en unos días y existen deficit (inmunodeficiencias) en las de causa genética y en las adquiridas como el caso del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Los glóbulos blancos o leucocitos se produce a partir de céllulas pluripotenciales de la médula ósea. Los glóblos blancos necesitan para madurar pases por los ganglios linfáticos, el bazo o el timo durante la infancia.
Los linfocitos duran desde varias horas a días
Tipos de Leucocitos
Dentro de los leucocitos existen cinco tipos de glóbulos blancos o leucocitos, en la sangre: neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos.
Tanto el número de leucocitos como el porcentaje de los cinco tipos de leucocitos son diferentes según la ocasión en la que hagamos un análisis de sangre ya que varían en función de si hay una infección y que según el tipo de infección o ataque al organismo éste se defenderá utilizando la cantidad y tipo de leucocito que vaya mejor en cada momento. No obstante hay unos márgenes de tabto por ciento para cada uno de los cinco tipos de leucocitos.
Neutrófilos
Los neutrófilos son del 40% al 60% de los leucocitos constituyen una parte esencial de la sistema inmune innato, lo que significa que pueden destruir cualquier invasores que encuentran en el cuerpo, tales como bacterias y parásitos.
Son el primer tipo de célula inmune que responde y llega al sitio de la infección, en un proceso llamado quimiotaxis, que significa que se mueven al lugar de la infección atraídos por reacciones químicas. Además del reclutamiento y la activación de otras células del sistema inmune, los neutrófilos desempeñan un papel clave en la defensa de primera línea contra los patógenos invasores.
Los neutrófilos tienen tres métodos para atacar directamente microorganismos: la fagocitosis (ingestión), la liberación de agentes antimicrobianos solubles (desgranulación), y la generación de trampas extracelulares de neutrófilos.
Linfocitos (Células B y T)
Los linfocitos son uno de los principales tipos de células inmunitarias y suponen del 20% al 40% de los leucocitos. Los linfocitos se dividen principalmente en células B y T.
Los linfocitos B producen anticuerpos, proteínas (gamma-globulinas), que reconocen sustancias extrañas (antígenos) y se unen a ellas. Los antígenos son una especie de “identificador” que expresan células y bacterias en sus superficie, una especie de “santo y seña” cuando los linfocitos detectan que no corresponden con los de su propio organismo desencadena un ataque contra ellos.
El nombre de linfocito B es porque maduran estos linfocitos en la Bursa de Fabricio en las aves y en los humanos tenemos un equivalente a esta bursa en la médula ósea. Los linfocitos B (o células B) están programados para hacer un anticuerpos específicos. Cuando una célula B se encuentra con su antígeno desencadenante, ésta produce muchas células grandes conocidas como células plasmáticas. Cada célula plasmática es esencialmente una fábrica para producir anticuerpos. Un anticuerpo corresponde a un antígeno de la misma manera que una llave lo hace con su cerradura. Siempre que el anticuerpo y el antígeno se corresponden, el anticuerpo marca el antígeno para su destrucción. Los linfocitos B no pueden penetrar en las células, de manera que el trabajo de atacar estas células diana se deja a los linfocitos T.
Los linfocitos T son células que están programadas para reconocer, responder a y recordar antígenos.
Los linfocitos T (o células T) se denominana así porque su madurez la han adquirido en el Timo, allí aprenden a reconocer los codigos de proteinas propios y extraños, los que no lo aprenden correctamente son destruidos. Contribuyen a las defensas inmunitarias de dos formas principales: Algunos dirigen y regulan las respuestas inmunes. Cuando son estimulados por el material antigénico presentado por los macrófagos, las células T forman linfocinas que alertan a otras células. Otros linfocitos T pueden destruir células diana (dianocitos) al entrar en contacto directo con ellas.
Monocitos
Estas células se producen en la médula ósea, a partir de los monoblastos y suponen del 2 al 8%. Circulan en el torrente sanguíneo durante aproximadamente de uno a tres días y luego se almacenan en los tejidos de todo el cuerpo. La mitad de ellos se almacenan como reserva en el bazo. En los tejidos, los monocitos maduran hasta convertirse en células dendríticas o macrófagos.
Las células dendríticas pertenecen a un grupo de células conocidas presentadoras de anítegenos, es decir de fragmentos de gérmenes a los linfocitos T para que puedan ser reconocidos de nuevo y deruidos. Las células dendríticas típicamente presentan antígenos a las células T antes de que se han desarrollado completamente, de modo que la célula T puede responder apropiadamente después de que se ha demostrado que un antígeno.
Eosinófilos
Constituyen del 1 al 3% de los leucocitos. Los eosinófilos son un tipo de leucocitos que protegen al organismo de las bacterias pero fundamentalmente ellos aumentan de número cuando el organismo tiene que luchar contra parásitos o en las persosnas alergicas y/o asmáticas. Los eosinófilos en las personas asmáticas se encuentran como “sobreexcitados” y producen una gran liberación de oxidantes en los bronquios intentando eliminar cualquier germen agresor , que en este caso del asma normalmente son partículas de polvo o pólenes provocando una oxidación hasta del tejido que cubre los bronquios por lo que se produce gran cantidad de moco, típico de los asmáticos, para poder proteger al tejido pulmonar de los radicales oxidantes liberados por los eosinófilos.
Basófilos
En individuos sanos, representan alrededor del 0,05% al 1% de número total de glóbulos blancos de la sangre.
Los basófilos aparecen en muchos tipos específicos de reacciones inflamatorias, en particular las que causan síntomas de alergia. Los basófilos contienen el anticoagulanteheparina, la cual impide que la sangre se coagule demasiado rápido.
La función primaria de un basófilos es liberar un producto químico conocido como histamina en respuesta a una infección. La histamina es un vasodilatador que promueve el flujo sanguíneo a los tejidos.
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