Se acercan esas fechas en las que nos reunimos con familia y amigos en un ambiente alegre, a comer y cenar, que nuestra casa sea realmente un espacio saludable. Ese cuñado al que hace tiempo que no ves, esa hermana con la que siempre has discutido, tus padres que tienen cada vez más manías, el sobrino que, de repente, se cree mayor y que lo sabe todo... y tú, claro, que también tienes tus cositas
Bueno, la idea es que realmente estos momentos sean felices, de compartir, de crear momentos que recordemos con cariño, pero en muchos casos esto no se consigue. Entonces ¿qué podemos hacer para garantizar que sí, que este año de verdad nuestras reuniones familiares van a ser felices? Aquí te dejamos una lista de consejos...
Ve mentalizado/a
Eso es lo primero, tener el propósito claro de que este año no va a ser como otros, que realmente todo va a salir bien y estás dispuesto a poner de tu parte para que ocurraEvita ciertos temas
Por supuesto, hay temas que siempre levantan ampollas. El fútbol, la política, la religión.... Hoy en día, podemos sumar la forma de pensar sobre la pandemia. Claro que no hay ningún problema en hablar de cualquiera de estas cosas en un ambiente relajado, incluso aunque se piense distinto, pero si la pasión es excesiva (la tuya o la de otros) es preferible dejarlos de lado.Escucha
Jamás se discute si una de las personas lo que hace es escuchar. Además, escuchar atentamente a la otra persona nos revela muchas veces puntos de vista perfectamente válidos que, aunque no nos convenzan (o quizás sí) pueden hacerte comprender por qué la otra persona opina de manera diferente que tú. No te canses de escuchar, porque además generarás un bienestar y una apertura en la otra persona para, después, escucharte a ti.El volumen
Si necesitas gritas para hacerte escuchar, calla. No hay un final bueno en un grito. Y si la otra persona está hablando alto, espera que acabe y, cuando te deje, puedes exponer tu idea pero con un volumen adecuado. Seguramente la otra persona bajará también su volumen. No hay nada más desquiciante que una casa llena de gritos y ruido.
Equipo
Si sabes que lo normal es que con ciertas personas salten las chispas, necesitas un aliado. Quizás tu pareja, padre, madre o hijos que te conocen bien pueden hacerte un gesto cuando vean que la cosa se está desbocando. Para ello, tú debes tener la mente perceptiva para ello. Si ves un gesto, o una patadita, para y analiza si estás amargando la cena a todos los demás comensales.Que no "hable" el alcohol
Es muy habitual en estos días que las comidas o cenas vayan regadas de bebidas con mayor o menor grado de alcohol, y brindis, y sobremesas... Está absolutamente demostrado que cuanto más alcohol hay en los comensales, más posibilidades de discusión y de conflictos, y de no ser capaces de frenar a tiempo. Lo ideal es que, si bebes, nunca permitas que sea el alcohol el que te domine. Modera tu consumo.
Tienes razón
Vale, vamos a asumir que en esa discusión tú eres el que tienes razón. ¿Y? No vas a convencer a nadie y lo único que puedes conseguir es estropear un ambiente festivo y alegre en ese hogar. Y ten clara una cosa, la misma razón que crees tener tú la cree tener la otra persona.Piensa en todos
Si hay un momento en que dos o tres personas estáis monopolizando la conversación, mira a las personas que no intervienen. Comprueba cómo se sienten y cambia el chip. Ellos no merecen que tu cabezonería amargue la noche o la comida.Admite las diferencias
Al o largo de tu vida seguro que hay infinidad de tenas sobre los que has cambiado alguna vez de opinión. ¿Qué quiere decir eso? Que no hay verdades absolutas, que cada uno puede tener sus ideas y todas son respetables (obviamente, mientras no sean dañinas para el resto). Disfruta de esas diferencias. Está bien opinar de maneras distintas y enriquecer tu opinión con la de los demás. No seas intolerante, porque además no querrás que lo sean contigo.Seguro que estas fiestas van a ser diferentes y vas a conseguir no caer en la tentación de dar charlas magistrales y defender a capa y espada tu postura.
Esperamos que tengas unas comidas y cenas realmente agradables, que aproveches para compartir y generar recuerdos con tus seres queridos y que disfrutes también con los "no tan queridos". La vida es muy corta para perderla en guerras dialécticas. Y sí, te reconozco que este post a quien más falta le hace leerlo es a quien lo escribe :)
¡Feliz Navidad y que tengas un maravilloso 2022!