A veces es mejor prevenir que curar. Si previenes y cuidas con mimo tus articulaciones, en un futuro, estas te lo agradecerán y no te darán la lata.
¿Pero cómo puedes hacerlo?
Pues te lo explico. Pero para empezar, quiero que entiendas que el dolor articular que tú sientes, es un mecanismo de defensa, que tu cuerpo tiene. Con el dolor evitas, que la articulación, que te duele, la muevas y empeores la situación. El dolor es limitante. El dolor se produce por una sobrecarga o lesión en una zona concreta. Ya que debe de soportar mucho estrés o tensión por un ejercicio deportivo intenso o por un trabajo físico.
Como curiosidad decirte que los especialistas dividen el dolor en dos tipos:
– Dolor de función, es el dolor que aumenta, cuando haces movimientos y/o con los esfuerzos. En cambio no te duele, si está el miembro en reposo. Son los típicos de las artrosis, aquí hay una destrucción del cartílago por desgaste.
– Cuando el dolor es de características inflamatorias, la zona no se mejora ¡ni en reposo! Suele ir acompañado de enrojecimiento e inflamación de tu articulación. Es típica de las artritis reumatoides.
También es muy importante, que comprendas que tus articulaciones son zonas, donde se unen los huesos o huesos y cartílago. Y están constituidos por:
1. huesos
2. cartílago, que protege al hueso, contra los impactos y la abrasión, que tu movimiento produce. Los rodean. Disminuye el roce, que se produce, cuando te mueves. El cartílago está formado por:
colágeno tipo 2. El colágeno te da resistencia, frente a las fuerzas de tracción y de carga vertical.
proteoglicanos y agua, dan elasticidad y reducen el rozamiento.
condrocitos, son un tipo de células, que sintetizan y digieren matriz extracelular. Esto es el principal componente de tu cartílago 3. membrana sinovial produce líquido sinovial. Va a facilitar tu movimiento. Reduce el rozamiento entre los huesos.
4. ligamentos, protegen a tus articulaciones de realizar movimientos incorrectos. Son unas bandas elásticas. Conectan tus huesos, anclándolos, para que se muevan. Impidiendo que se salgan de su sitio. Evitan las luxaciones o esguinces. Tus ligamentos se estiran tanto que se pueden llegar a romper, en un momento dado.
Gracias a todo este conjunto, tu cuerpo es capaz de moverse y soportar tu peso corporal.
Todo funciona bien, cuando tu cuerpo vive en armonía. Tus células funcionan bien. Trabajan en un entorno estable. Es decir, hay una homeostasis.
El escenario cambia, cuando aparecen situaciones que desestabilizan esta armonía. Se produce un estrés en la zona y comienzan tus problemas articulares.
Aquí tenemos distintos tipos factores que pueden causar dolor de articular
- factores químicos de estrés, como:- el tabaco (es requetemalísimo para las articulaciones)
- el sobrepeso
- tomar un exceso de alimentos ácidos (destruye tejido óseo)
- tomar en exceso grasas NO saludables, ósea la que llevan la comida basura (se oxida, produciendo radicales libres y aparece el daño oxidativo)
- alimentación pobre en proteínas de calidad, se comienza a deteriorar el tejido muscular. Ya sabes que este músculo es el que te ayuda a tener resistencia en tu articulación.
factores de estrés físico al realizar movimientos repetitivos (teclear en el ordenador), o realizar ejercicios demasiado duros (como el fitness). Se producen radicales libres, que terminan desarrollando estrés oxidativo y este inflamación y destrucción de la articulación
factores de estrés microbiológicos o sea infecciones producidas por virus, bacterias, parásitos, que producen inflamación, en tus articulaciones.
¿Y qué puedo hacer para aliviar las molestias y el dolor articular?
Por tanto lo que debes de evitar para la salud de tus articulaciones es el estrés oxidativo. Ya he escrito sobre esto, pero no me cansaré de repetirlo. Ojo con la formación de radicales libres.Los radicales libres son los típicos chicos malotes, que donde van, la lían. Estos están desequilibrados, pues tienen en su última capa un electrón de menos. Y está tratando de “robar” el electrón que le falta al vecino. Cuando lo consigue, la molécula se “cabrea”, pues ella tampoco, está ya en equilibrio. Y va a buscar a otra, para ver si puede quitarle el electrón que a ella le falta. Imagínate, lo que una sola molécula “cabreada”, puede organizar en tu cuerpo. Es una reacción en cadena. Y solo, la pueden parar los antioxidantes.
Por ello te aconsejo tomar para mejorar la salud y disminuir el dolor articular
- vitamina C es el antioxidante por antonomasia.
- minerales como el zinc, manganeso, cobre y selenio. Son importantísimos para el buen funcionamiento de las enzimas antioxidantes SOD (superoxido de dismutasa) y GSHPx (glutation peroxidasa). Cuando se produce el daño oxidativo en tus articulaciones, se produce una inflamación de bajo grado. Donde sentirás calor, dolor, hinchazón y enrojecimiento. Si tienes un organismo sano, conseguirá equilibrarse rápidamente, utilizando los nutrientes que antes te he mencionado (vitamina C, zinc, selenio). Actúan como antioxidantes, deteniendo las reacciones oxidativas. Si por el contrario, tu organismo, no es capaz de parar esto (por no tener suficientes nutrientes), se produce más inflamación. Que a su vez producirá más radicales libres. Los cuales producirán más inflamación. Y estos a su vez, más daño en las células y en tus tejidos. La pescadilla que se muerde la cola. Y comienzas, a desarrollar enfermedades, como la artritis reumatoide, osteoartritis
Hay cosas que puedes hacer por tu salud articular, como es:
- no fumar, ni beber alcohol- alimentarte de forma saludable (sin glucosa, sin gluten), con ácidos grasos omega 3,6. Con mucha fibra. Con alimentos de calidad, que aporten los nutrientes que necesitan tus articulaciones.
- haz ejercicio no oxidativo como es caminar, nadar
supleméntate con: – colágeno desnaturalizado tipo 2, disminuye la inflamación y reduce el dolor. Es impresionante los resultados que puedes obtener.
– L-glutamina, estimula la síntesis de líquido sinovial. Pero para que haga bien este su trabajo, necesita tener cartílago (si no, no funciona bien). La L-glutamina va a disminuir el dolor articular y la rigidez.
– Té verde: sus polifenoles son antiinflamatorios.
– vitamina C
– aceite esencial de gaulteria tiene gaulteroxido que en tu organismo se transforma en salicilato de metilo, o sea es una aspirina natural. El aceite esencial, es rubefaciente cuando se aplica. Disminuye el dolor y la inflamación.
– resveratrol y la astaxantina, actúan bloqueando a los radicales libres y disminuyendo la inflamación. Se tarda de 2 a 4 semanas, para ver resultados, pero luego son increíbles.
– grosellero negro se utiliza como antiinflamatorio por su contenido en proantocianidinas, al que le deben su efecto sobre la articulación.
– MSM y glucosamina es una buena combinación para reducir el dolor.
– condroitina forma parte de tus cartílagos. Hace que sea este más resistente a los impactos. Con la edad, vas perdiendo su producción natural, por ello o lo consumes en la dieta (en los cartílagos animales, cosa, que creo, nadie hace) o te suplementos.
– ácidos grasos omega 3 EPA y DHA, te ayudan a reducir la inflamación.
– extracto de yemas de pino, tienen una acción cortisol-mimética, disminuye el dolor, sin efectos secundarios.
– deficit de vitamina D, empeora las patologías articulares, por lo que sería interesante suplementarte con esta vitamina
Como ves tienes un amplio abanico, para tratar las patologías de tus articulaciones. Pero sigo pensando qué “más vale prevenir que curar”. ¿Y tú piensas lo mismo?
Piensa diferente. Piensa en verde.
Referencias:
naturafundation.es
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