Hasta que una noche me desvelé y fui a la cocina, mi padre también estaba allí y se estaba tomando un plato de espaguetis que habían sobrado de la comida. Me imaginé que era algo normal, ya que no había comido casi nada en todo el día y me volví a la cama.
Pero este comportamiento no se quedó aquí, sino que se repitió una noche tras otra, hasta que decidimos consultar con un especialista. Mi padre sufría el síndrome del comedor nocturno“.
Se trata de un trastorno de la alimentación consistente en que la persona que lo sufre desarrolla un patrón de conducta mediante el cual consume una enorme cantidad de calorías después de haber cenado. Es diferente a otros trastornos , por ejemplo, no conlleva los efectos de la bulimia (vómitos, laxantes, diuréticos) o del trastorno por atracón (las tomas son en pequeñas cantidades).
Síntomas del síndrome del comedor nocturno
En los casos más graves, la persona puede llegar a ingerir hasta el 50% de todas las calorías que en realidad debería consumir a lo largo del día, de ahí que sea un síndrome relacionado de manera directa con el sobrepeso y la obesidad.
Alta ingesta de calorías: más del 25% del total de calorías que hay que tomar a diario, esto acompañado por la poca o nula ingesta de alimentos durante el resto del día.
Anorexia matutina: conducta restrictiva respecto a la ingesta de alimentos por la mañana, la falta de aptetio también puede presente como una respuesta del organismo al exceso alimentario de la noche anterior, sin embrago la mayoría de veces el ayuno se da de manera auto-inducida.
Hiperfagia nocturna: comer en exceso después de la cena, con ingesta de más del 50% del total calórico.
Insomino: provoca despertarse varias veces, ansiedad y tensión a la hora de ir a dormir, también puede considerarse un trastorno del sueño cuando se acompaña de apnea y sonambulismo.
Obesidad: se presenta un aumento de peso acompañado por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo.
Baja autoestima: la persona empieza sentirse “decepcionada de si misma”, de no tratarse puede dar lugar a una depresión patológica.
¿Por qué comes demasiado por las noches?
Los comedores nocturnos presentan una presencia alta de cortisol, la hormona del estrés. Sin embargo, durante el día no se observa esta circunstancia.
Es decir, una de las principales causas es el incremento del estrés nocturno. No obstante, también se han identificado factores ambientales y socio-culturales, así como cierta predisposición genética.
Fundamentalmente, el comienzo de este desorden se debe sobre todo al estrés y/o la ansiedad que pueda sufrir la persona en un determinado momento, de manera que intenta aliviarla comiendo por la noche de manera compulsiva, cuando no puede conciliar el sueño.
Las consecuencias lógicas son dos: obesidad e insomnio.
La obesidad aparece principalmente debido al desorden en la ingesta calórica; las personas que padecen el síndrome del comedor nocturno, no tienen por qué ingerir muchas más calorías de las debidas, ya que durante el día prácticamente no comen nada, sin embargo, presentan mayor índice de obesidad que aquellas que no lo padecen.
El insomnio aparece como consecuencia de los frecuentes despertares nocturnos para ingerir alimentos, y esto conlleva el consiguiente cansancio, somnolencia, dificultad de concentración e irritabilidad si la situación se prolonga en el tiempo.
El tratamiento debe ser llevado a cabo sobre todo por parte de un dietista o endocrino, y por un psicólogo o psiquiatra.
Por Psic. Pamela Mejía * Ayuda Psicológica en Línea - Psicólogos por Internet
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