Una de las figuras que siempre me han llamado más la atención ha sido el Yin y el Yang. Esta fascinación seguramente se deba a la dificultad para entender cómo dos mundos pueden convivir sin que ello te lleve a una confusión mental. Y no solo eso, sino que entender que pueden convivir estas dos ideas contrarias te puede llevar a reducir la ansiedad y salir de un bloqueo.
La mente humana es un espacio complejo y fascinante, capaz de albergar pensamientos, emociones y creencias que a menudo desafían la lógica. Una de las experiencias psicológicas más intrigantes es la coexistencia de dos polaridades: cuando en nuestra cabeza pueden convivir creencias o ideas que, en apariencia, son contradictorias. Esta convivencia te permite tener una visión más amplia, adaptada y flexible de la realidad, aumentando tus recursos para hacer frente a los conflictos.
Es posible, por ejemplo, sentir una profunda convicción de que somos capaces de lograr un objetivo importante, mientras que, al mismo tiempo, nos invade un temor paralizante al fracaso. Este tipo de polaridad puede parecer confusa, pero es un reflejo de la naturaleza dual de nuestra mente: una dualidad entre el optimismo y el pesimismo, entre la esperanza y la duda.
La coexistencia de estas creencias opuestas también puede manifestarse en ámbitos como las relaciones personales. Podría ser que alguien ame profundamente a su pareja, pero al mismo tiempo experimente resentimiento por un conflicto no resuelto. Estas polaridades no son necesariamente negativas y, de hecho, ofrece una oportunidad únicas para el crecimiento y la reflexión.
Si intentas eliminar esta disonancia, esta convivencia entre ambas creencias, pierdes. ¿Por qué pierdes? Simplemente porque para esa experiencia que estás viviendo, necesitas que ambas creencias estén presentes porque ambas son igual de válidas y necesarias para entender la experiencia que has tenido. En el caso del amor, por ejemplo, haber tenido una mala experiencia (que genera desconfianza) y querer confiar en una nueva persona produce una mezcla de emociones que, lejos de hacerte sentir más alejado de esa persona, poder combinar ambas te hace sentir la experiencia de una forma más rica porque puedes aprender de ambas.
Como trabajar las polaridades
Principalmente con momentos de aceptación y reflexión.Aceptación: aceptar que ambas creencias son igual de válidas y necesarias para entender la experiencia es primordial para reducir la ansiedad y abrazar la situación sin juzgar.
Reflexión: La reflexión acerca de cómo te hace sentir la situación, qué has aprendido, qué necesitas… en voz alta, es importante para poder equilibrar la balanza y reforzar aquellos aspectos de la situación que más te ayudan a entenderte y guiarte en el camino que te lleva más paz.
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