Imagen/flikr: Luz Adriana Villa A.
Zona de confort.
Durante la relación, tu mente ha creado una zona de confort que teme sufrir alteración alguna. Los agentes externos que puedan llegar a entrar en ésta y alterarla, se verán siempre como una amenaza. Temes por lo tanto un futuro que no ha llegado y, que probablemente, no llegará. La desconfianza y alerta constantes forman parte de la naturaleza humana, nos ayudan a sobrevivir; pero a veces, por ejemplo cuando de celos se trata, esta actitud dificulta nuestro día a día y hay que trabajar para solucionarlo. Recuerda que no todos los cambios son malos.
Nadie es tuyo.
Una persona no le puede pertenecer a otra. Si intentas imponer algo a un ser humano, éste, por naturaleza, estará tentado a desobedecer. Tienes que entender que nadie es tuyo, de otro modo estarás desafiando la condición humana.
Ten el control.
Sólo tú puedes tripular tu vida. Nadie más. Si aún no has aprendido esto, estás condenado a ser infeliz. Ten el control de tus días, no puedes permitir que éstos dependan de otra persona.
Si la persona está contigo es por algo, sólo tienes que recordarle por qué quiso estarlo. Si has dejado de resultarle atractivo y quiere estar con otra persona, lo único que debes hacer es seguir siendo tú, y dejarle ver que aún eres esa persona que en principio le gustó. Ninguna otra cosa funcionará. Todo lo contrario, lo que intentes que no sea ésto, jugará en tu contra.
Para ser feliz y olvidar los celos, tienes que depender exclusivamente de ti. Demuestra que tienes la capacidad de decidir, crear y valerte por ti mismo. Recuerda que la seguridad es atractiva, y recuerda que los celos son inseguridad.
Trabaja en ti mismo, en tu mente y en tu cuerpo. Dedícate tiempo.
¡Aquí os dejo el vídeo completo! ¡Probad y después nos contáis!