Pequeños pasos, grandes cambios: Cómo construir hábitos duraderos

Claves para construir unos hábitos y poder mantenerlos



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Orientación Psicológica

Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.

La creación de hábitos duraderos es uno de los mayores desafíos en el camino hacia el cambio personal. Muchas personas inician nuevos proyectos con entusiasmo, ya sea hacer ejercicio, mejorar su alimentación o aprender una nueva habilidad. Sin embargo, el entusiasmo inicial suele desvanecerse con el tiempo, y el objetivo queda en el olvido. ¿Por qué ocurre esto? En gran medida, por adoptar una mentalidad de “todo o nada” que sabotea el progreso y aumenta la frustración.

Pero podemos evitar esta trampa psicológica aplicando un enfoque de pequeños pasos y así construir unos hábitos más sostenibles.

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La trampa de la mentalidad ‘todo o nada’

La mentalidad de “todo o nada” se caracteriza por un pensamiento dicotómico: las personas creen que deben alcanzar sus objetivos de forma rápida y perfecta, o de lo contrario fracasan. Por ejemplo, alguien puede decidir comenzar una dieta estricta, eliminar todos los alimentos procesados y entrenar cinco días a la semana. Si algo no sale según lo planeado, el desánimo se apodera de ellos y abandonan el plan por completo.

Un estudio publicado en el Journal of Behavioral Medicine (2016) encontró que las personas que establecen objetivos poco realistas tienden a experimentar mayores niveles de frustración y abandono en comparación con aquellas que adoptan objetivos pequeños y progresivos. Este fenómeno se conoce como el efecto de la discontinuidad, donde la interrupción de un hábito provoca una pérdida de confianza en la capacidad para retomarlo.

Por qué los pequeños pasos funcionan mejor

La clave para superar la mentalidad de “todo o nada” radica en dividir los objetivos grandes en pasos pequeños y manejables. Esta estrategia tiene múltiples beneficios:

Menor resistencia al cambio: Cambiar comportamientos de forma drástica activa una resistencia natural en el cerebro, conocida como el sesgo de status quo. Introducir cambios pequeños reduce esta resistencia, lo que facilita la transición hacia nuevos hábitos.

Mayor sensación de logro: Cada pequeño paso completado genera una dosis de dopamina, el neurotransmisor asociado con la recompensa, lo que refuerza la motivación.

Progreso sostenible: Los pequeños cambios son más fáciles de mantener a largo plazo porque no requieren una revolución total en el estilo de vida.
Un concepto clave en este enfoque es la agregación de ganancias marginales, popularizado por el entrenador Dave Brailsford en el ciclismo profesional. Según esta idea, pequeñas mejoras de tan solo un 1% en diferentes áreas pueden generar resultados transformadores a largo plazo.



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Cómo construir hábitos duraderos: Los principios básicos

Uno de los propósitos más habituales es el cambio físico, bien a través de ejercicio como a través de cambios en la alimentación. Por eso queríamos contar para este artículo con un profesional del sector como Damián Gómez, entrenador personal y asesor nutricional con más de una década de experiencia que ha trabajado con cientos de personas que buscan transformar su estilo de vida. Damián aportará su punto de vista en algunos de los puntos que vamos a mencionar.

1. Define tu ‘por qué’

Antes de iniciar cualquier cambio, es crucial comprender por qué lo estás haciendo. ¿Quieres mejorar tu salud para tener más energía y pasar tiempo con tu familia? ¿Deseas ganar confianza en ti mismo? Un objetivo claro y significativo proporciona un ancla emocional que te ayudará a mantenerte comprometido incluso en los días difíciles.

2. Comienza con un paso pequeño

El primer paso siempre debe ser lo más pequeño posible. Por ejemplo:

Si deseas comenzar a correr, empieza con 5 minutos al día.

Si planeas mejorar tu alimentación, agrega una porción de verduras en una comida al día.

Si quieres entrenar en casa, dedica 10 minutos diarios a una rutina simple.
La clave es reducir la barrera inicial para que sea imposible decir que no. A menudo, el mayor obstáculo es la idea de que debemos hacer grandes cambios de inmediato. Sin embargo, como explica Damián Gómez, “es fundamental comenzar con pasos pequeños y alcanzables, especialmente cuando se trata de hábitos relacionados con la salud. Al principio, 5 minutos de ejercicio o una pequeña modificación en tu dieta pueden parecer poco, pero esos pequeños logros te motivarán a seguir adelante. Lo importante es no esperar a sentirte completamente preparado, porque es posible que ese momento nunca llegue.

 

3. Diseña tu entorno para el éxito

 

El entorno influye enormemente en el comportamiento. Asegúrate de que tu entorno facilite los hábitos que deseas construir y dificulte los que quieres eliminar.

Si quieres comer más saludable, ten frutas y snacks nutritivos a la vista y guarda los alimentos procesados en un lugar menos accesible.

Si deseas entrenar, ten tu ropa de deporte preparada la noche anterior.
Un estudio en el European Journal of Social Psychology (2010) encontró que las personas que diseñan su entorno para apoyar nuevos hábitos tienen un 40% más de probabilidades de mantenerlos

 

4. Celebra cada avance, por pequeño que sea

 

El refuerzo positivo es esencial para consolidar un hábito. Reconocer tus avances, incluso los más pequeños, puede ser el motor que necesitas para seguir adelante. Por ejemplo, completar una semana de entrenamientos planificados o elegir una opción saludable en una salida social son logros que merecen ser valorados.

La celebración no tiene que ser por todo lo alto. Puede ser tan simple como darte crédito mentalmente o anotar tu progreso en un diario. Esto no solo refuerza el hábito, sino que también mejora tu relación contigo mismo y tu motivación para seguir avanzando.

 

5. Acepta los contratiempos como parte del proceso

 

Los contratiempos son inevitables, pero no significan que hayas fallado. Reenfoca tu mentalidad para verlos como oportunidades de aprendizaje.

Damián Gómez lo explica así: En el camino hacia tus objetivos habrá días en los que no cumplas con el plan, y eso está bien. Lo importante es retomar el camino lo antes posible y recordar que el progreso no se mide en días perfectos, sino en la consistencia a largo plazo.

Consejos prácticos para construir hábitos duraderos

Adoptar nuevos hábitos puede ser más fácil si aplicas algunas estrategias prácticas que te ayuden a superar los obstáculos más comunes. Aquí te dejamos algunas recomendaciones clave para construir y mantener tus hábitos:

1.Establece metas intermedias: Divide tu gran objetivo en hitos más pequeños que puedas alcanzar a corto plazo. Por ejemplo, si deseas mejorar tu forma física, comienza fijándote metas semanales como entrenar tres días seguidos o completar una rutina específica.

2.Busca apoyo externo: Contar con el acompañamiento de un profesional puede ser un factor decisivo para mantenerte motivado y evitar abandonar tus objetivos. La clave no está en ser perfecto, sino en ser constante. A menudo, contar con el apoyo de un profesional marca la diferencia porque no solo te proporciona las herramientas
adecuadas, sino también el acompañamiento necesario para superar los momentos de duda. Por ejemplo:

Un entrenador personal puede guiarte con planes de entrenamiento adaptados y ayudarte a superar los momentos de desmotivación.

Un nutricionista puede facilitarte la transición hacia una alimentación más saludable, ajustada a tus necesidades y preferencias.

Un psicólogo puede ser clave para trabajar en la gestión del estrés, la ansiedad o superar bloqueos emocionales que dificulten tus cambios de hábitos.
3.Varía tus rutinas: La monotonía puede desmotivar incluso a las personas más disciplinadas. Introduce pequeños cambios que mantengan el interés, como probar nuevos ejercicios, cambiar de entorno o experimentar con recetas saludables diferentes.

El poder de los hábitos acumulativos

Los pequeños pasos, cuando se realizan de manera constante, generan un efecto compuesto con el tiempo. Por ejemplo, un corredor que comienza corriendo 5 minutos al día puede estar completando 10 kilómetros en pocos meses. Una persona que introduce un desayuno saludable puede, con el tiempo, transformar completamente su relación con la comida.

Como dijo el filósofo Aristóteles: Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito.

Construir hábitos duraderos no es una cuestión de fuerza de voluntad extrema ni de cambios radicales. Es un proceso que se basa en pequeños pasos, consistencia y una mentalidad positiva. Recuerda que el progreso, aunque lento, siempre es progreso.

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