Aprender a comer sano es tomar conciencia de lo que ingieres.
Pues sí, lo digo por propia experiencia. Como casi todo el mundo, he atravesado periodos en los que el peso se parecía más a una montaña rusa que a un río de aguas cristalinas en el discurrir normal de fluir sin alteraciones.
Invierno cogiendo peso, operación bañador para verano, septiembre reiniciando, navidades engordando y vuelta a empezar. La mayoría de las veces, sin darte cuenta al vivir en modo “piloto automático” la ingestión de calorías venía y viene determinada por el estado emocional que atraviesas.
Aprender a comer sano de la mano de la práctica de mindfulness o de atención plena, es aprender a tomar conciencia de lo que comes. Algo que, a primera vista, parece sencillo, pero que lleva su aprendizaje, su práctica y su ejercicio para sostener la práctica y hacer que se convierta en un hábito normalizado.
Aprender a comer sano es cuidar de tu cuerpo y de tu mente. Si tienes una moto o un coche a los que cuidas, no se te ocurre nunca echarle lejía o combustible de dudosa procedencia. Normalmente llevas la carrocería limpia y tratas de que el interior huela bien y esté brillante y no haya polvo en el salpicadero. ¿por qué no hacemos lo mismo con nosotros?.
La mayoría de las veces, sumidos en un ritmo de vida demasiado acelerado y a consecuencia de llevar siempre el “piloto automático” de nuestra vida encendido, no nos damos cuenta de que nuestra carrocería, que no es otra que nuestro cuerpo, lo llevamos sucio y mal cuidado por dentro. Que nuestras emociones y pensamientos son negativos y llenos de polvo incrustado y que nuestro modo de vida tiende a ser sedentario.
Si cuidamos nuestros objetos materiales más preciados ¿por qué tenemos la manía de no hacerlo con nuestro cuerpo?.
Alimentación consciente para una vida consciente. Para aprender a comer de verdad, una de las cosas que recomiendo encarecidamente, es aprender a vivir en el aquí y ahora.
Reconocer que nuestra vida, donde realmente discurre, es en el instante presente. La vida es eso que discurre ahora mismo. Esto que es la base de la práctica de mindfulness, necesita de un “ejercitamiento” continuado para que se vaya convirtiendo en parte de tu cotidianidad. Es lo que hacemos, por ejemplo, durante el PROGRAMA 40 de prácticas on-line de mindfulness o atención plena.
Cuando hemos conseguido trabajar en la conciencia del instante presente, estamos más dispuestos a aprender a comer sano, porque somos conscientes de que una alimentación sana y equilibrada, al igual que una respiración consciente, son el verdadero alimento de nuestra vida.
Frente a todas las dietas existentes, la más eficaz, sin lugar a dudas, es esa que te enseña a aprender a comer sano y esto es posible con mindfulness.
Poner toda nuestra atención en el proceso de comer, es uno de esos grandes descubrimientos que puedes hacer en la vida.
Y poner atención en lo que compras significa también tomar conciencia de que tu carro de la compra puede ser un arma de destrucción masiva o un arma de solidaridad, compromiso y bienestar. Tú decides, porque para aprender a comer sano, es necesaria toda tu implicación. Es crear un hábito saludable, no sólo cuando compras, sino cuando lo cocinas y, por supuesto, cuando lo comes
Maneja tu carro de la compra para aprender a comer sano
Práctica para aprender a comer sano:
Quiero invitarte ahora mismo a que lleves a cabo una pequeña práctica de alimentación consciente, que no es otra cosa que descubrir toda una gama de sensaciones en el espacio de comer con total atención.
1. Elige un alimento que tengas a mano (una uva, uan uva pasa, un gajo de naranja o mandarina, un pedazo pequeño de pan…)
2. Imagina que eres un extraterrestre que acaba de llegar a la tierra y está descubriendo cosas que no ha visto nunca (vamos, tengas la edad que tengas, date un respiro para el juego)
3. Pon el alimento que hayas elegido en la palma de tu mano y obsérvalo con atención.
4. Date cuenta de su aspecto, de su color, de su olor y de su tacto.
5. Introdúcetelo en la boca pero no lo muerdas. Utiliza la lengua para ir descubriendo nuevas sensaciones
6. Ahora muérdelo y experimenta con atención cualquier sensación que te surga. Trata de no juzgar esa sensación; tan sólo advierte que está ahí. Sé, simplemente, testigo de ella.
7. Traga ese alimento y si ente cómo va bajando.
Esto que acabas de hacer, es una de las prácticas que se realizan en una primera práctica de alimentación consciente para aprender a comer sano.
Es tomar conciencia en el instante presente de nuestros alimentos. De esta forma, cuando nos pongamos frente a la comida, sabremos bien cuál es el límite, qué es lo que comemos, cómo comemos y también de donde vienen esos alimentos que tomamos.
Este es el primero de una serie de 4 post sobre alimentación consciente que, espero, te sirvan para iniciar una nueva relación con tu alimentación. Porque aprender a comer sano es fundamental para una vida saludable. Hay que aprovechar, en beneficio de nuestra salud, toda la información que tenemos a nuestro alcance
Un proceso de alimentación consciente a través de la práctica de mindfulness o atención plena para aprender a comer sano.
Está claro que tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán.
Y en cada uno de los post, te voy a invitar a que realices una receta para que la hagas y la comas de forma consciente.
Aquí tienes la primera:
ENSALADA 5 ELEMENTOS. (Receta de Edward Espe Brown. Monje Zen, autor del libro “La cocina Zen” . Puedes encontrar también un curioso libro llamado “Instrucciones al cocinero de un monasterio zen” )
Dice Brown de su receta: “la aprendía en el Greens Restaurant. Los cinco elementos son la lechuga, una fruta, un fruto seco, un queso y algo de sabor fuerte como aceitunas, alcaparras, rábanos, tomates secados al sol o cebolla roja. La salsa tiene que ser sabrosa y consistente, pero lo más clara posible para que se distingan los colores de la ensalada”
Yo te invito a que la hagas poniendo toda tu atención en cada uno de los ingredientes que la conforman y que disfrutes previamente de cada uno de ellos, para que luego observes como se integran en el final de la ensalada.
Que lo disfrutes.
Para 4 a 6 personas:
1 lechuga de tamaño medio
1/3 de taza de almendras
1 manzana Fuji, Gala o Golden
El zumo de una naranja
Vinagreta de ajo y especias
½ taza de conserva de cebolla roja o media cebolla roja
½ taza de queso parmesano rallado
1 cucharada de estragón fresco picado o 2 cucharadas de perejil de hoja plana también picado.
Elaboración:
Se retiran las hojas picadas, marchitas o podridas de la parte exterior de la lechuga. Se cortan las hojas por la mitad a lo largo y después transversalmente en secciones de 2cm. Se lavan y se escurren.
Se asan las almendras y se cortan y se pican
Se prepara la manzana a cuartos y se cortan en rodajas y se mezcla con el zumo de naranja
Se prepara la vinagreta
Para presentar la ensalada, se mezclan las rodajas de manzana (incluído el zumo de naranja) con la lechuga y la vinagreta.
Se pone la cebolla roja por encima de la ensalada, después las almendras, el queso rallado y por encima de todo las hierbas picadas.
Antes de comer, guarda un poco de silencio frente a tu plato y observa tu creación. Come despacio y trabaja como con la práctica que te enseñé al prinicpio.
Ves cómo aprender a comer sano no es tan complicado y se puede disfrutar.
Y en cuanto a vida sana, también te dejo aquí el enlace de un buen blog con el que aprenderás a “vivir en la pirámide”
-Comer sano de la mano de mindfulness. Alimentación II
-La mejor dieta para adelgazar es la atención. Alimentación III
-Cocina saludable para la felicidad. Alimentación y IV