La piel, es el órgano de mayor dimensión que poseemos, mide cerca de dos metros cuadrados y su espesor es variable, entre sus principales funciones podemos mencionar:
Protección: Los distintos mecanismos celulares e inmunológicos, así como la impermeabilidad, elasticidad y fortaleza que posee, le permiten proteger al organismo de cualquier agresión externa.
Ya sea mecánica, física, química hasta de microbios.
Transmisión: La piel se usa para comunicar información entre el cuerpo y el mundo externo, mediante las diversas terminaciones nerviosas capaces de recibir estímulos táctiles, térmicos e incluso sensaciones dolorosas.
Intercambio: La piel es el órgano que permite llevar a cabo numerosos traspasos entre el organismo y el mundo exterior.
Además, esta involucrada en mecanismos complejos, como el control de la temperatura corporal, (ya sea al eliminar el calor y evaporar el sudor producido por las glándulas sudoríparas, así como la eliminación de sustancias dañinas) y la síntesis de vitamina D, que es vital para el desarrollo de los huesos.
Si deseas mantener una piel sana, el viejo dicho eres lo que comes nunca ha sido más cierto.
Los siguientes consejos alimenticios te ayudaran a nutrir la piel desde adentro hacia afuera.
Al cumplir con sus funciones de forma óptima, la piel es capaz de evitar el deterioro prematuro que nos da esa apariencia tan lastimosa y que tantos quebraderos de cabeza nos proporciona.
Una piel sana puede hacernos lucir bien, mostrar una apariencia más joven y radiante.
Todo el mundo tiene una crema facial favorita o tratamiento, pero una piel hermosa comienza con la alimentación.
Las células más viejas son constantemente eliminadas y sustituidas por otras más jóvenes y el suministro constante de micronutrientes es esencial para apoyar este rápido crecimiento.
El equilibrio correcto en los alimentos, te va a permitir que la piel reciba los nutrientes vitales que necesita para ayudar a mantenerla suave, tersa, flexible y libre de imperfecciones.
Al mismo tiempo que te ayudan a combatir el daño relacionado con la edad.
Con el paso de los años, la producción de colágeno y de elastina se ralentiza.
El colágeno proporciona fuerza y ? apoyo a la piel, y la elastina, obviamente, su elasticidad.
Para impulsar la elasticidad, es necesario reafirmar, tonificar y estirar la piel. Los ingredientes como niacinamida (vitamina B3), son ideales para fortalecer la capa superficial de la piel para que sea más resistente al daño y los péptidos para aumentar la producción de colágeno de la piel.
Además de producir menos colágeno y elastina a medida que envejecemos, las células muertas de la piel se desprenden más lentamente.
A medida que estas células se acumulan en la superficie, la piel parece áspera, sin brillo, y seca.
Incorporar la exfoliación para la rutina de cuidado de la piel un par de veces a la semana permite mudar la piel apagada.
Eliminar las células secas permite revelar una piel más suave y brillante.
Una vez que termines de limpiar la piel, seca y puntualmente aplica crema hidratante para bloquear el agua que queda en la superficie.
La piel que se mantiene hidratada es más flexible y suave al tacto.
Los beneficios del agua para mantener una piel sana
El agua potable es una de los mejores elementos que puedes incoporar a tu vida para mantener la piel en forma.
Mantiene la piel húmeda, y hace menos notorias las líneas finas y arrugas. También ayuda a las células a tomar los nutrientes y eliminar las toxinas.
Ayuda con el flujo sanguíneo, manteniendo la piel brillando intensamente.
El consejo generalizado es de beber 8 vasos de agua al día, pero las necesidades varían de persona a persona.
El agua contenida en las frutas, verduras y zumos también cuenta en el total.
Selenio para la piel
Este mineral puede ayudar a mantener una piel sana, ya que la protege de las células que se unifican en torno a los radicales libres.
Los radicales libres causan signos de envejecimiento como las arrugas y la piel seca, daño tisular y probablemente más de una enfermedad.
El selenio también puede ayudar a prevenir el cáncer de piel. Puedes obtenerlo de nueces de Brasil, champiñones, gambas, cordero y peces como el pargo, bacalao, mero, atún y salmón.
las ostras, sardinas, cangrejos y pasta integral también contienen selenio.
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Antioxidantes para las células sanas
Los antioxidantes son importantes para frenar y prevenir el daño de los radicales libres.
Los puedes encontrar en todas las clases de alimentos de origen natural.
Especialmente en las frutas y vegetales coloridas como bayas, fresas, tomates, albaricoques, remolacha, calabaza, espinacas, patata dulce, mandarinas, pimientos y frijoles.
Combatir los radicales libres con CoQ10
El cuerpo produce un antioxidante clave llamado coenzima Q10, pero a medida que envejecemos, su producción comienza a declinar.
Está involucrada en la elaboración de energía y en facilitar su trabajo a las células.
Puedes encontrar CoQ10 en pescados como el salmón y atún, en aves y granos enteros.
Si utilizas un producto para la piel que contenga CoQ10, puede ayudarte a mantener una piel sana, debido a que suaviza las arrugas y otras señales de envejecimiento.
Vitamina A para la reparación de la piel
Nadie quiere piel seca y escamosa.
Así que coge una naranja, zanahoria o una rebanada de melón, son ricas en vitamina A, además de deliciosas.
Lo puedes obtener también de vegetales de hojas verdes y huevos.
Cuando utilizas un producto para la piel con vitamina A, puedes lucir mejor ya que las arrugas y manchas marrones, se atenúan.
Estos productos, llamados retinoides, son tratamientos comunes recetados para el acné y otras afecciones de la piel.
Vitamina E: potenciador de la salud de la piel
Otro antioxidante que puede ayudar a proteger la piel de la inflamación y del daño del sol es la vitamina E.
Puedes obtener la vitamina E a partir de aceites vegetales, nueces, semillas, espinacas, espárragos, aceitunas y vegetales de hojas verdes.
Vitamina C: El poder sobre el sol
El sol puede ser un enemigo poderoso para la piel. Indiscutiblemente que la vitamina C puede ayudar a protegerte del daño que pueda causar.
También ayuda a reducir el daño al colágeno y a la elastina, para reafirmar la piel ante los embates del sol.
La vitamina C se encuentra en pimiento rojo, cítricos, papaya, kiwi, brócoli, verdes y las coles de Bruselas.
Grasas saludables para mantener una piel sana
Los ácidos grasos Omega-3 y omega-6 son grasas buenas que ayudan a formar una barrera de aceite natural en la piel, manteniendo las manchas y la sequedad lejos.
Son ácidos grasos esenciales que ayudan además a mantener la piel suave y joven.
Puedes obtenerlos de aceites de oliva, linaza, nueces y peces de agua fría como salmón, sardinas y caballa.
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Aceites buenos para una piel hermosa
Algunos aceites tienen más ácidos grasos esenciales que otros.
Los aceites de buena calidad como aceite de oliva extra virgen prensado en frío, el organismo los procesa con más facilidad que los aceites de otros tipos.
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Tienen mayor cantidad de nutrientes que son buenos para tu piel. Estos aceites también pueden ayudar a lubricar la piel y mantenerla saludable.
El té verde puede ser lo más parecido a una poción mágica que puedes encontrar para tu piel.
Ayuda a detener la inflamación, ayuda a disminuir el daño en el ADN y puede incluso ayudar a evitar que el sol queme la piel.
Puedes encontrar el té verde en lotes de cosméticos, pero por qué no ir directamente a la fuente, es decir, mediante infusiones.
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