El aceite de semilla de uva, es el subproducto que permanece después de que se exprime el jugo de las semillas para la elaboración de vinos en la industria vitivinícola. De acuerdo con diversas publicaciones especializadas su consumo aporta al organismo antioxidantes, ácidos grasos y vitamina E, entre otros nutrientes. Según el centro médico de la Universidad de Maryland, de los Estados Unidos de América, los antiguos egipcios, griegos y europeos reconocieron los beneficios del aceite de semilla de uva y lo empleaban en la cocina, así como para el tratamiento y cura de algunas dolencias, enfermedades cutáneas y oculares.
Algunos estudios que se han realizado recientemente han determinado que los niveles de antioxidantes en la sangre pueden aumentar gracias a el aceite de semilla de uva. Los antioxidantes eliminan compuestos dañinos, tales como el colesterol malo y las toxinas ambientales, que alteran la estructura celular del organismo incluyendo su ADN . Adicionalmente los antioxidantes pueden reducir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo. La vitamina E encontrada naturalmente en el aceite de semilla de uva posee valores de antioxidantes que podría ayudar al fortalecimiento del sistema inmunológico. El aceite de semilla de uva contiene flavonoides, asociados en la reducción de ciertas enfermedad cardiovascular.
El aceite de semilla de uva contiene ácidos grasos como son Omega-3, Omega 6 y Omega-9. Estos ácidos grasos son capaces de ayudar a prevenir algunas enfermedades del corazón, según lo dicen los expertos.
Por otra parte los expertos en belleza recomiendan emplear aceite de semilla de uva como hidratante para la piel sensible a alergias, así mismo es recomendable para ayudar en ciertos casos a prevenir las arrugas, algunas gotas en un algodón para su aplicación es todo lo que se necesita.
Nunca dejes de cuidar tu salud, por lo que es importante que puedas chequearte regularmente con un médico.