Hay muchos e interesantes artículos sobre las cualidades del aceite de pepita de uva. Todos vienen a decir lo mismo: rico en ácidos grasos omega-6 y omega-9, gran porcentaje de vitamina E, etc. Pero y su producción, ¿son “unos cuatro granos mal contados” y por lo tanto irrelevante? O ¿es lo suficientemente importante para tenerlo en consideración?, y su rendimiento (litros por tonelada de semilla), ¿es lo suficientemente alto para que industrialmente sea rentable su producción?
Según la Revista de la Sociedad Química del Perú, la doctora Dña. Maritza Barriga-Sánchez doctora en Ciencias Ambientales y directora de Investigación, Desarrollo, Innovación y Transferencia Tecnológica del Instituto Tecnológico de Producción del Perú, y su equipo de colaboradores, Dña. Anna Churata Huanca y D. Óscar Tinoco Gómez, Doctorados en la Universidad Nacional Mayo de San Marcos, Lima (Perú), en un trabajo científico del 2018 sobre optimización del rendimiento de la extracción de aceite de semillas de uva (vitis vinifera) llegaron a interesantes conclusiones. Pero antes, veamos un poco de contexto.
La bebida alcohólica tradicional del Perú es el pisco, un aguardiente destilado exclusivamente de la uva, “uvas pisqueras”. Según informes del Instituto Nacional de Estadística del Perú, la producción de Pisco del año 2013 fue de 2.830.000 litros, en 2014 fueron 3.430.000 litros y 3.765.000 litros en 2015. Cantidades que generaron enormes volúmenes de orujo seco (semilla, ollejo y pieles).
Se calcula que en el año 2015 se produjeron 1.581 toneladas solo de semilla, las cuales hubieran producido 158.000 litros de aceite. Según este estudio, el aceite de esta semilla contiene un 70% de ácido graso linoléico y el 15% de ácido graso oléico. El ácido linoléico no lo puede sintetizar el organismo humano, por lo que es necesario asimilarlo del exterior, es un aceite que favorece la disminución del colesterol, regula la tensión arterial, mejora los procesos inflamatorios y el riesgo de enfermedades coronarias.
También menciona en su estudio que los compuestos fenólicos de las uvas poseen capacidad antimicrobiana y antioxidante, juegan su papel contra enfermedades cardiovasculares incluso el cáncer y previene la peroxidación de lípidos del cerebro, del hígado y daños en el ADN de los animales.
El objetivo del estudio era optimizar el rendimiento de la extracción de aceite de la semilla de uva mediante distintas técnicas y determinar la calidad en cada una de las extracciones.
Concluyeron sobre la importancia de temperatura, presión y flujo de CO2 para su extracción óptima, para un mejor rendimiento en la extracción del aceite, poniendo énfasis en la revalorización de la semilla, que al fin y al cabo es un residuo de la elaboración de dicho aguardiente.
Beneficios del aceite de pepita de uva
Podemos concluir que el principal componente del aceite de pepita de uva (vitis vinifera) es el ácido linoléico, tiene un buen porcentaje de ácido oléico y un porcentaje nada despreciable de vitamina E, más que el de oliva o soja, pero menos que el de germen de trigo y girasol. Se trata de un aceite de textura extremadamente fina y que se extiende con mucha facilidad, por lo que es ideal para masaje y como aceite portador de uso general, Es prácticamente inodoro, por lo que no enmascara el aroma de los aceites esenciales, su consistencia ligera facilita la penetración de los aceites esenciales a través de la piel sin dejar rastro aceitoso.Los ácidos grasos que contiene estimulan la producción de colágeno y elastina, oxigenando y favoreciendo la actividad celular y permite la respiración epidérmica pues no obstruye los poros, y tiene compuestos bio-activos: carotenoídes y alta concentración de polifenoles, también ácido esteárico, por todo ello una gran actividad antioxidante.
Estos compuestos son de gran interés para las industrias farmacéutica y de alimentos ya que poseen propiedades anti-envejecimiento, anti-inflamatoria, anti-carcinogénica, anti-mutagénica, anti-ulceras y efectos anti-virales, además de estar asociados con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Es indicado en pieles delicadas ya que da firmeza y tersura, ademas, es el único aceite vegetal que toleran las personas con alergia a los aceites vegetales extraídos de los frutos secos o a los propios frutos secos. Dada su buena penetración epidérmica, favorece el sistema linfático y el circulatorio, y ayuda a eliminar toxinas, también ha demostrado su efectividad en la cicatrización de heridas.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.