Con todo el tema de los menús los había dejado un poco de lado, así que, para ponerle remedio a esto, hoy os traigo 8 hábitos que os ayudarán a comer más ligero y saludable sin apenas esfuerzo.
Y, además, para las que lo queráis, en este enlace podéis comprar el menú para la semana que viene y podéis consultar y descargar todos los publicados hasta el momento en la pestaña menús de la barra horizontal. Vamos con los consejillos pues!
1. Olvídate de los fritos:
Siempre que puedes intenta sustituir la fritura por un horneado, te sorprenderá comprobar lo crujiente que pueden quedar unos calamares a la romana al horno, unas empanadillas o unas pechugas de pollo rebozada.
De hecho, en muchos de los alimentos precongelados típicos de freír verás que en las instrucciones sale la opción de hornear, así que no le des más vueltas y hazlo! Queda con un sabor muy pero que muy parecido y con muchas menos calorías!
2. Congela los dulces, el pan y la bollería:
Si elaboras un bizcocho y lo dejas en la cocina es muy fácil caer en la tentación de ahora un trocito para probarlo, más tarde para acompañar el café y así hasta que, lo que tenía que durar toda la semana y apañar varios desayunos y meriendas, no dura ni dos días.
En cambio, si lo congelas en porciones ya no tendrás la tentación tan cerca y a la vista, podrás organizarte mejor, se conservará más tiempo y sabrás que siempre tienes algo dulce a punto en el congelador.
Además, con un minuto de microondas sale calentito y sabroso como recién hecho y también sirve para magdalenas, galletas, todo tipo de bollería o incluso pan.
Porqué a quién no le ha pasado de terminar comiéndose el pan que sobraba con la excusa de que no se seque? Congelando las barras cortadas a trozos te ahorras desperdiciar alimentos y comer demás.
3. Sustituye los lácteos por su versión desnatada:
Apenas notarás el cambio en el sabor y te ahorrarás bastantes calorías.
Esto sobretodo va bien para yogures, leche, queso batido y queso crema, para los quesos tradicionales es más difícil dar con una versión light pasable, así que tampoco hace falta prescindir de ellos pero sí tomarlos con moderación.
4. Sustituye las conservas en aceite por conservas al natural:
Otra forma de disminuir calorías tomando el mismo alimento, además, en muchos casos la conserva al natural destaca el sabor del producto que a veces queda un poco tapado por el del aceite, sobretodo si el aceite es fuerte.
5. Haz tus propios zumos de frutas naturales:
Te asegurarás que llevan fruta, que a veces da miedo leer las etiquetas, que no llevan azúcar añadidos a montones y, hoy en día, con la cantidad de fruta congelada que venden además de la de temporada, no hay excusa para no hacerlos bien variados en menos de 5 minutos.
6. Ten siempre una bolsa de menestra de verduras congelada:
Ya se que no es lo mejor del mundo, pero te evitarás acabar tirando de patatas fritas por pereza o falta de tiempo.
Otros congelados de verduras que te pueden sacar de un apuro son los guisantes, las judías y las espinacas congeladas. Obviamente no son como las frescas pero al menos son verduras!
7. Hornea dulces caseros:
Aunque ya hemos visto que tener un bizcocho en la cocina es toda una tentación y que para prepararlo hay que ensuciar algunos trastos, leer un par de etiquetas de productos de bollería industrial va a convencerte de que vale la pena.
No dejan de ser dulces pero son caseros, sabes lo que llevan y siempre puedes jugar a quitar un poquito de allí y poner otro de allá para hacerlos más ligeros.
Además, preparar repostería es de lo más divertido y relajante, ideal para desconectar y para las tardes lluviosas.
8. Incorpora alimentos integrales a tu dieta:
Puede ser pan, cereales, pasta o arroz, pero lo que todos tienen en común es que te aportarán mas fibra, una mejor digestión y resultan mucho más saciantes, por lo que terminarás comiendo menos cantidad.
Y esto ha sido todo por hoy, espero que los consejos os resulten útiles y nos vemos el miércoles!