HAZ CINCO COMIDAS AL DÍA
Fraccionando las ingestas evitarás que la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre) agudice los síntomas. La distribución ideal es tres comidas principales y dos tentempiés a media mañana y a media tarde. No te excedas en las cantidades, comer demasiado provoca somnolencia.
BEBE UNA CANTIDAD SUFICIENTE DE AGUA
Agua, zumos, infusiones, sopas frías tu cuerpo necesita líquido para funcionar y también para eliminar las toxinas que se acumulan en su interior. No subestimes la importancia de beber agua y estar bien hidratada
PRESTAR ATENCIÓN A TUS DESAYUNOS
Si sueles salir de casa en ayunas o con un simple café ya puedes empezar a abandonar esta costumbre. Para no sufrir bajones de energía durante el día, es necesario que empieces la jornada con un desayuno completo, que incluya cereales integrales, un lácteo desnatado y una pieza de fruta o un zumo natural.
CENA DE FORMA LIGERA
Si tienes problemas de sueño, es importante que revises tus horarios de comidas. Cenar muy tarde hace que te vayas a la cama en pleno proceso de digestión, circunstancia que afectará a la calidad de tu sueño. Por esta misma razón, es importante que tus cenas sean ligeras, a base de verduras, carne o pescado a la plancha y fruta. Evita las frituras, los platos precocinados, las salsas grasas, los embutidos, etc ya que son alimentos que pueden provocar insomnio.
CONTROLA LOS ESTIMULANTES
Café, alcohol, tabaco Aunque, en un primer momento nos ayuden a combatir la fatiga física y mental, a la larga provocan el efecto contrario, ya que son auténticos ladrones de energía. Es mejor, por lo tanto, reducir su consumo.
OPTA POR LA JALEA REAL
Hay algunos suplementos dietéticos que, tomados de forma puntual, nos ayudarán a aliviar los síntomas de la astenia. La jalea real por ejemplo, por su riqueza en vitaminas y minerales, aumenta la resistencia del organismo a la fatiga. También son recomendables el germen de trigo y la levadura de cerveza.