¿El tabaco arruina tu entrenamiento? Estrategias para dejarlo de forma definitiva



Cómo dejar de fumar


El tabaco y el deporte no hacen buenas migas. Fumar reduce la capacidad pulmonar, disminuye el oxígeno en la sangre y provoca una fatiga temprana que puede convertir cualquier sesión de entrenamiento en un auténtico suplicio. Si alguna vez has sentido que te falta el aire tras unos minutos de ejercicio, el tabaco podría estar detrás de ese problema. La nicotina estrecha los vasos sanguíneos, lo que hace que el corazón tenga que trabajar el doble para bombear sangre y oxígeno a los músculos, lo cual limita tu resistencia y alarga el tiempo de recuperación después del ejercicio. Además, el monóxido de carbono presente en el humo del tabaco ocupa el espacio que debería ocupar el oxígeno en los glóbulos rojos, lo que reduce aún más tu capacidad aeróbica. Como resultado, las pulsaciones se disparan antes de tiempo y el cansancio aparece mucho antes de lo que debería.

Por si fuera poco, el tabaco también perjudica la fuerza muscular y la capacidad de regeneración de los tejidos. ¿Has notado que tus lesiones tardan más en curarse? Fumar ralentiza la circulación sanguínea, lo que afecta la reparación de los músculos y los tendones. En definitiva, cada cigarrillo es un obstáculo en el camino hacia un mejor rendimiento físico, por lo que si eres deportista habitual y aún no te has planteado dejar de fumar, tendrías que empezar a considerarlo. Aquí te contamos cuáles son algunas de las formas más efectivas para conseguirlo.

Alternativas para dejar el tabaco de forma definitiva

Las personas que intentan dejar el tabaco por su cuenta suelen enfrentarse a varios obstáculos que dificultan el proceso y aumentan el riesgo de recaída. Uno de los peligros del tabaco según la OMS que dificulta el dejar de fumar es el síndrome de abstinencia, que provoca ansiedad, irritabilidad, insomnio y una fuerte necesidad de fumar, haciendo que muchos abandonen el intento en los primeros días. Además, la dependencia psicológica juega un papel crucial, ya que el tabaco suele estar asociado a rutinas diarias, situaciones sociales o momentos de estrés, lo que complica aún más la ruptura con el hábito. Utilizar métodos supervisados, como terapias especializadas o tratamientos médicos, aumenta significativamente las probabilidades de éxito porque ofrecen un enfoque estructurado, ayudan a gestionar los síntomas de abstinencia y brindan herramientas para evitar recaídas.

La fotobiomodulación: un método innovador para dejar de fumar

Hoy en día, hay métodos avanzados que hacen que dejar de fumar sea más fácil y llevadero. Uno de ellos es la Fotobiomodulación para dejar el tabaco, una técnica que emplea un láser de baja intensidad para reducir la ansiedad y el síndrome de abstinencia sin necesidad de fármacos. Se basa en la aplicación de luz láser en puntos específicos del cuerpo relacionados con el bienestar y el control del estrés, estimulando la producción de endorfinas, que generan una sensación de calma y disminuyen la necesidad de consumir nicotina. A diferencia de otros métodos, este tratamiento es completamente indoloro, no invasivo y no introduce sustancias químicas en el organismo, lo que lo convierte en una alternativa natural para quienes buscan abandonar el tabaco sin sufrir efectos secundarios. Una de sus principales ventajas es que los efectos pueden notarse desde la primera sesión, con una reducción significativa del deseo de fumar. Además, ayuda a controlar el aumento de apetito que suele acompañar el proceso de deshabituación, evitando así la ganancia de peso. En muchos casos, una sola sesión es suficiente para iniciar el proceso de abandono del tabaco, aunque en algunas personas pueden ser necesarias sesiones adicionales para reforzar los resultados.

Medicamentos con receta médica para desengancharse de la nicotina

En España, uno de los medicamentos más recetados por los médicos de cabecera para dejar de fumar es la vareniclina, comercializada bajo el nombre de Champix. Este fármaco actúa directamente sobre los receptores de nicotina en el cerebro, reduciendo tanto el deseo de fumar como los síntomas del síndrome de abstinencia. A diferencia de otros tratamientos como los parches o los chicles de nicotina, la vareniclina no sustituye la nicotina, sino que bloquea sus efectos placenteros, haciendo que fumar deje de ser atractivo. Para obtenerla con receta, es necesario cumplir ciertos requisitos y seguir un control médico, ya que puede tener efectos secundarios como náuseas, insomnio o cambios de humor. En los últimos años, también se ha utilizado el bupropión, un antidepresivo que ayuda a reducir la ansiedad por la nicotina. Sin embargo, ambos tratamientos deben ser supervisados por un profesional, ya que no son aptos para todas las personas y pueden requerir ajustes según la respuesta del paciente porque pueden producir efectos secundarios.

Encuentra apoyo en los centros antitabaco

Dejar de fumar no es un reto que haya que afrontar en solitario. Contar con apoyo profesional aumenta considerablemente las posibilidades de éxito, y en España existen numerosos centros antitabaco donde se ofrece ayuda especializada. Los médicos de cabecera pueden ser el primer punto de contacto, ya que el Sistema Nacional de Salud dispone de programas específicos para la deshabituación tabáquica. Según el Observatorio Contra el Cáncer, la cobertura de estos servicios varía según la comunidad autónoma, y mientras en algunas regiones hay acceso a terapias combinadas con apoyo psicológico y farmacológico, en otras la asistencia es más limitada.

En la sanidad pública, muchos centros de salud cuentan con unidades especializadas en tabaquismo, donde profesionales sanitarios diseñan planes personalizados para abandonar el hábito. Además, existen hospitales y clínicas privadas que ofrecen tratamientos avanzados como la fotobiomodulación, una alternativa sin fármacos que ayuda a reducir la ansiedad y el síndrome de abstinencia. La realidad es que el acceso a estos recursos sigue siendo desigual en España. De hecho, el informe del Observatorio Contra el Cáncer señala que solo el 55% de la población tiene acceso a programas estructurados de deshabituación tabáquica en su sistema de salud.

Para quienes buscan una ayuda más intensiva, también existen centros especializados como láserOstop, que pueden marcar la diferencia entre abandonar el tabaco para siempre o caer en la tentación de volver a encender un cigarro. Las opiniones sobre LaserOstop dejan claro que estos centros ofrecen tratamientos personalizados, asesoramiento y seguimiento continuo para que la transición sea más llevadera, y cuentan con profesionales que analizan cada caso de forma individual y proponen la mejor estrategia para superar la adicción sin recaídas. Además, con LaserOstop tienes garantía de un año con sesiones ilimitadas en caso de recaída.

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Etiquetas: salud

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