Puerro, como el ajo y la cebolla tiene propiedades antibacterianas, activan la circulación (evitando colesterol, trombos o problemas de coagulación) y diuréticas. Es un gran antibiótico natural sobre todos para el aparato digestivo. A demás es muy rico en selenio, el cual ayuda a mantener nuestras defensas fuertes. Crudo en ensalada, es permite aprovechar su contenido en vit. C y B6 y su ácido fólico. Resulta riquísimo en porrusalda, incluso cocidos aderezados con un buen aceite de oliva virgen o una mahonesa.
Zanahoria, la estrella de toda cocina, es muy rica en betacarotenos es la protectora de nuestra piel y
nuestra vista,además de aportarnos potasio, hierro, vit. C y A así como ácido fólico. Si se cuece se perderá la vit. C, pero los betacarotenos se aprovecharán mejor. Sus propiedades antioxidantes la hacen imprescindible para la prevención del cáncer, en envejecimiento o la mala circulación. Su consumo ayuda en la salud de nuestro intestino, aliviando el estreñimiento, liberándolo de lombrices, además es un gran apoyo si hay presencia de diarrea. Tomarla en crudo es lo ideal, en zumo o cocidas también tienen grandes propiedades.
Remolacha roja, es un producto del que se pueden aprovechar hasta las hojas, sus propiedades anticancerígenas la hacen imprescindible para nuestra salud, combinada con otras como el apio,
la cebolla, el ajo o los pepinos son un gran desintoxicante.
Es muy rica en hierro, por ello es una gran aliada de la mujer, ya que ésta pierde gran cantidad de hierro con las menstruaciones; es también imprescindible durante el embarazo por el mismo motivo. Tiene propiedades antienvejecimiento por su alto contenido de ácido fólico, contribuyendo en la salud de nuestra piel, cabello y uñas. Para aprovechar todas sus propiedades lo ideal es consumirla cruda, en ensalada o zumos, mezclada con manzana o zanahoria, así no se pierde el ácido fólico. Su riqueza en fibra la hace un gran aliado para evitar el estreñimiento, retención de líquidos y obesidad. Tiene la propiedad de limpiar la sangre, por ello es un gran apoyo para nuestro hígado.
Rábano, es una gran raíz, rica en hierro y vit. C, se pueden aprovechar hasta las hojas, como si fueran acelgas, aunque es pueden tomar crudos su consumo más adecuado es cocinado. Tiene grandes propiedades antioxidantes por ello se recomienda en especial a personas en tratamiento de quimioterapia. Su alto contenido en vit. C interviene en el buen estado de nuestra piel. Refuerza nuestro aparato digestivo, aliviando las digestiones lentas y el estreñimiento, además estimula la producción de bilis ayudando a cuidar nuestro hígado. Evita la retención de líquidos, así como la formación de piedras o arenillas en el riñón o la vesícula. Si se aplica en loción alivia dolores de lumbalgia o quemaduras.
Cebolla tierna, estimula nuestras defensas y fortalece nuestras vías respiratorias. Es rica en vit. C, rica en fibra prebiótica y es depurativa. Su compuestos de azufre y flavonoides, la hacen la gran protectora de nuestro aparato respiratorio y circulatorio. Sus propiedades son tantas que daría para un post solo. Tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidante, reduce la tensión arterial, antibacterianas, y un largo etcétera, que no falte en tu mesa, cruda, cocinada, en caldo, con otras verduras, lo dejo a vuestra imaginación.
Apionabo, muy popular en la cocina oriental, pero un desconocido en nuestra cocina, aunque
empieza a conocerse sus grandes propiedades, es muy ligero, rico en flavonoides y como el apio gran poder antiinflamatorio y anticancerígeno. Puedes tomarlo en ensalada en láminas o tiras, en puré u horneado. Alimento depurativo, que nos aporta agua, vitaminas y minerales regulando así todas las funciones del organismo, tiene muy pocas calorías, ideal para personas con poco apetito y digestiones lentas.
La lista podría ser más larga, recordar que lo mejor es consumir productos frescos y de temporada, la naturaleza es sabía y los productos de cada temporada son los mejores para nosotros en cada estación del año.