El vóley está incluido dentro de los deportes que más se practican en las instituciones educativas. Y es que, por su alto nivel competitivo, fomenta un claro trabajo en equipo, organización, estrategias, tácticas y por supuesto, también destreza y entrenamiento deportivo.
Al igual que el fútbol, el básquet y el hándbol, el vóley requiere de una cancha con medidas particulares y una cierta estructura, fundamentalmente basada en el montaje de una red que divida por partes iguales una cancha, donde se pararán cada uno de los equipos que se enfrenten.
Usualmente fue más practicado por mujeres, algo similar, pero a la inversa, sucedía con el fútbol. Pero en la actualidad, y con los cambios notorios que hubo en las distintas sociedades en torno a la igualdad de géneros, este deporte también pasó a ser muy practicado por hombres. Y el fútbol, por mujeres.
El objetivo del vóley, como ya se sabe, es pasar por medio de toques o golpes, la pelota al campo rival, sin que llegue a tocar el campo propio. El punto lo obtiene un equipo cuando ocasiona que el rival se equivoque o no pueda contener el balón y éste finalmente toca el suelo en campo propio. También hay otras formas de obtener puntos como, por ejemplo, cuando el equipo rival hace un saque y la pelota termina yendo más allá de los límites demarcados de la cancha del rival.
El vóley, como dijimos, fomenta el trabajo en equipo y las estrategias. Permite a las personas que lo practican, y más aún si éstas son infantes, desarrollar características deportivas que luego podrán ser muy útiles para aplicar en los distintos órdenes de la vida. Así también, la destreza motriz resulta un factor fundamental para poder practicarlo. Y por supuesto, el compañerismo y el poder confiar en quien se tiene al lado, resultan factores primordiales para tener éxito en el partido de vóley que se esté jugando.
Es por estos motivos que es un deporte tan practicado en escuelas, y más aún entre alumnos de edades tempranas, porque les permite desde muy jóvenes desarrollar este tipo de virtudes que, de lo contrario, en deportes individualistas, no podrían hacerlo.
También, el vóley les enseña los conceptos del ataque, pero fundamentalmente la valía de una buena defensa, dado que, durante muchos pasajes del juego, el equipo propio deberá enfrentarse a situaciones en las que deberá defenderse estratégicamente.
Bien enseñado, y focalizando las virtudes a nivel humano que este deporte puede tener, el vóley se ha convertido en un deporte fijo en cualquier buena currícula educativa, porque permite desarrollar estas destrezas y muchas otras más que de lo contrario, los alumnos no podrían llegar siquiera a conocer con claridad. Y por sobretodo, les permite a los chicos poder divertirse sanamente.