Lo ideal sería poder vivir en paz con nosotros mismos y con aquellas personas que nos rodean. Pero ¿cómo conseguir esa paz y armonía?
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¿Por qué sufrimos?
Ante todo, sería muy importante poder identificar la causa de nuestro sufrimiento. En general, la mayor causa de sufrimiento tiene que ver con la resistencia a aquello que consideramos indeseado. Nos pasamos la vida intentando que lo que consideramos deseable perdure y que lo indeseable desaparezca.
En todas las tradiciones se ha estudiado el problema del sufrimiento humano. Se han estudiado diferentes formas de solucionar este sufrimiento, desde desviar la atención, hasta observarla para que perdiera fuerza.
Cuando la mente se contamina de negatividad ocurren dos cosas al mismo tiempo; por un lado la respiración deja de tener su ritmo habitual y a nivel más interno aparecen reacciones bioquímicas en el cuerpo que nos originan determinadas sensaciones.
En nuestra frenética manera de vivir no somos conscientes de que todos estos cambios ocurren. Además, como todos sabemos, las negatividades forman parte de nuestra realidad, solo hay que echar un vistazo a lo que la mayoría de las personas “ingiere” junto con su comida. Me refiero a las noticias que nos acompañan en el desayuno, la comida y la cena.
Es por eso por lo que, cada día, se están haciendo más conocidas las diversas formas de meditación. En esta ocasión vamos a ver qué es la meditación Vipassana.
¿Qué es la meditación Vipassana?
Vipassana se podría decir que es una de las formas de meditación más antiguas de la India. Se mantuvo perdida durante siglos, siendo descubierta de nuevo por Gotama el Buda hace aproximadamente 2.500 años.
La palabra Vipassana quiere decir ver las cosas tal y como son en realidad. Esta técnica está centrada en la auto purificación mediante la auto observación.
En un principio, se empieza observando la respiración que de forma natural llevamos a cabo para conseguir centrar la mente. Después, con la conciencia un poco más centrada, se va observando la naturaleza cambiante del cuerpo y la mente. En este estado, se examinan las verdades universales de la impermanencia, el sufrimiento y la carencia de ego.
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El Vipassana es un gran alivio para problemas de naturaleza universal y no está relacionada con religión o secta alguna. Cualquier persona, de cualquier comunidad o raza puede practicarla de forma libre, cuando lo estime oportuno, recibiendo sus beneficios.
En contra de lo que algunas personas creen, esta meditación no tiene que ver con sentarte a hacer un estudio profundo acerca de la vida y tus pensamientos. Es una técnica que consiste en observar la mente sin ningún tipo de reacción. Según la visión budista, al conseguir esta observación conseguimos soltar poco a poco el apego y la negatividad que tengamos acumulado.
Al contrario de lo que estamos acostumbrados, gracias a las religiones, en la meditación Vipassana lo más importante no son las reglas. Durante los cursos se recibe cierta información acerca de la teoría budista pero se pone mucho énfasis en que, lo más importante, es que la persona reciba los beneficios de la meditación.
¿Cómo se aprende la meditación Vipassana?
Lo normal es comenzar con cursos de diez días que es la duración mínima, aún así, los estudiantes más avanzados pueden hacer cursos de mayor duración. Estos cursos se llevan a cabo en centros de meditación que hay repartidos por todo el planeta. Todos siguen el mismo sistema y organización.
Estos centros suelen estar situados en sitios tranquilos y apartados de las ruidosas ciudades. Lo normal es que tengan tres estancias: la sala de meditación, el comedor y los dormitorios. Hombres y mujeres están separados durante todo el curso, teniendo cada grupo su propio comedor, dormitorio y, por supuesto, los profesores son diferentes. Únicamente se juntan en el hall cuando hay meditaciones grupales y, aún así, son sentados en zonas separadas.
Reglas y normas de los cursos de Vipassana
Las reglas que se deben cumplir durante los días del curso son las siguientes: no matar a ningún ser vivo, no robar, nada de actividad sexual, no mentir y no tomar ninguna sustancia que intoxique.
Además de estas reglas, existen también otras normas que consiguen que los estudiantes reciban la menor cantidad de distracción posible.
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Dentro de estas normas están, por ejemplo, el hecho de que los estudiantes no pueden tener contacto físico entre ellos, tampoco se hará ningún ejercicio físico durante esos días. Hay que mantener, en todo momento, silencio, evitando cualquier comunicación con el resto de los estudiantes. Es necesario vestir con ropa cómoda y sin adornos o provocaciones. Nada de lectura, escritura o música durante el curso. Tampoco está permitido el contacto con el exterior ni abandonar el centro durante los diez días. Por supuesto, la obediencia al profesor, sin ignorar ni añadir nada, es imprescindible.
Los horarios son muy estrictos también. Comienza el día a las cuatro de la mañana y termina a las 21,30 que es la hora de irse a dormir. La comida, por supuesto, es vegetariana y suele estar cocinada por antiguos alumnos que se prestan voluntarios. A la hora del té sirven bebidas calientes y fruta.
La estructura de los cursos
Los cursos están organizados en dos partes:
La primera Anapana, es la que tiene lugar los tres primeros días y se centra en contemplar la respiración, simplemente observar.
La segunta parte Vipassana, consiste en recorrer tu cuerpo de arriba a abajo, observando todas las sensaciones que tengas en cada lugar. Siempre se trata solo de observación, nada más. Dentro de su sencillez, esta técnica no deja de ser complicada y es capaz de enseñar a los estudiantes el hecho de que, a lo largo de los años, han olvidado partes de su cuerpo a las que no han prestado atención. También consigue que los estudiantes terminen los cursos con mayor capacidad de percepción y claridad mental.
Desde luego, este tipo de meditación es una grata experiencia que consigue que encontremos un pequeño oasis de paz dentro de nuestra frenética vida.
Si tú quieres iniciar el camino hacia la paz interior, puedes empezar meditando desde casa con el método Crear Salud. La meditación te ayudará a identificar tus emociones, tanto positivas como negativas, y a manejarlas. Además, este método va más allá de la meditación, combinándola con consejos para nutrirte mejor y llevar una vida más activa.
Herramientas como la app Siente -que puedes descargarte aquí- pueden iniciarte en la meditación con una metodología muy sencilla, que combina el mindfulness y la psicología positiva.