La meditación vipassana es una de las meditaciones clásicas. Se enseñanaba en la India hace más de 2500 años y su significado y propósito es “Ver las cosas como son” (no como nos gustaría que fuesen) Se dice de esta técnica que fue con la que Buda se iluminó, aunque si preguntas a otras corrientes budistas, probablemente te digan lo contrario.
A mi particularmente me gusta, porque va muy en la línea del mindfulness; es decir se puede practicar sin ceñirte a una creencia determinada, la experiencia la generas tú que cuanto menos y con disciplina estarás generando un hábito saludable para tu mente, que es la que nos suele crear tensiones y sufrimiento.
Esta meditación consta de varias etapas y encontrarás que en muchas escuelas te proponen realizar cada una de ellas durante un número de sesiones y días muy definido. Se suele recomendar hacerlo durante un mes antes de pasar a la siguiente fase, sobre todo si no has practicado nunca meditación. El tema es que practiques, porque lo principal es que observes las sensaciones que van surgiendo de tu cuerpo y también de tu mente y emociones, como si fueras un espectador.
Postura: Cómoda con la espalda recta, puedes estar sentado en una silla o en posición de loto. Evita hacerlo tumbado para no quedarte dormido /a, pero mejor esto que nada…Si tienes sopor, entre abre un poco los ojos
1- Práctica Primera: Observa tu respiración, cómo entra el aire y cómo se mueven todos los músculos que intervienen. No intentes controlar nada, poco a poco todo se irá asentando y si te vienen pensamientos, vuelve a centrarte en la respiración sin generar ningún juicio. Si puedes haz treinta minutos y una vez termines no pases de inmediato a la actividad.
Los tiempos que doy son de referencia. Lo dicho, si no puedes hacer tanto ves haciendo lo que puedas
2- Práctica Segunda:
Realizamos la primera práctica
Observa las sensaciones externas de todo tu cuerpo, a nivel de piel. Empieza sintiendo cada miembro y realiza un recorrido de abajo a arriba. y de arriba a abajo. Sé consciente de lo que sientes.
3- Práctica Tercera:
Relaliza la práctica uno y dos.
Ahora realiza el mismo recorrido de antes, pero centrándote en las sensaciones internas, más profundas en tu cuerpo
4- Práctica Cuarta:
Repetimos los tres primeros pasos.
Observa tu mente y cada pensamiento que llegue, observándolo en la distancia, como si fuera una hoja seca que arrastra el viento, tú sólo eres espectador de la escena.
Si conseguimos poner distancia y separarnos de nuestras sensaciones, estaremos dando pasos firmes para eliminar bloqueos físicos, psíquicos o emocionales y con ello enfrentaremos mejor los problemas, ganando en felicidad.
¡DaJul!
La entrada Meditación vipassana aparece primero en Recursos para Superarte.