Los suplementos dietéticos son preparados que incluyen aminoácidos, vitaminas, hierbas, minerales y enzimas y se comercializan en forma de tabletas, cápsulas duras o de gel, perlas, polvo para merengadas y líquidos.
Alimentos saludables o suplementos dietarios, ¿cuándo conviene cada uno de ellos? Beneficios y riesgos
Existen suplementos para ayudar a obtener las sustancias requeridas que son vitales para que el organismo funcione; otros ayudan a la reducción de los riesgos de padecer enfermedades. Pero las comidas que forman parte de una dieta saludable no deben ser sustituidas por suplementos, siendo indispensable consumir una gran variedad de alimentos para mantener el equilibrio orgánico.
Los suplementos no están reservados para el diagnóstico, tratamiento, prevención o cura de enfermedades, como el caso de los medicamentos. Por ejemplo, los suplementos no se recetan para aliviar el dolor, este uso corresponde legítimamente a los medicamentos.
Ahora bien, ciertos suplementos contienen principios activos que pueden generar impactos biológicos en el organismo, convirtiéndolos en inseguros para algunas circunstancias, afectando la salud. Las siguientes acciones pueden generar consecuencias negativas e incluso hasta mortales:
Combinar algunos suplementos.
Ingerir suplementos y medicamentos (con o sin receta).
Intercambiar suplementos por medicamentos recetados.
Ciertos suplementos pueden generar un impacto no deseados para las cirugías, incluso en el pre y el post operatorio o durante la misma. Por lo tanto, es fundamental informar tanto al médico como al farmaceuta, respecto a cualquier suplemento que se esté tomando.
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Los suplementos tienen presentaciones de diversas dosis y con combinaciones diferentes. Sin embargo, el organismo sólo requiere una determinada cantidad de cada tipo de nutriente para funcionar correctamente, por lo que, dosis más elevadas no son necesariamente lo mejor. Algunas sustancias en dosis elevadas pueden generar efectos perjudiciales. Es por ello que, con el propósito de proteger la salud, la mayoría de los suplementos se venden legalmente con prescripción de la dosis diaria y con una advertencia de que dicha dosis no debe excederse.
Algunos ingredientes contenidos en los suplementos dietéticos están presentes en la mayoría de los alimentos, entre ellos, los cereales y las bebidas. Eso quiere decir, que tal vez, se estén ingiriendo dichos ingredientes en una cantidad mayor de la que se cree y se requiere.
Suplementos dietéticos más comunes
Los suplementos dietéticos pueden ser vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos y otras sustancias, siendo los más comunes Vitamina D, Vitamina A, Calcio, Echinacea, Hierba de San Juan (St. John’sWort), Aceite de pescado, Ginseng, SawPalmetto, Glucosamina, Sulfato de condroitina, Ginkgo, Ajo y Té verde, entre otros.
Los científicos han demostrado que ciertos suplementos dietéticos aportan beneficiosa la salud e incluso ayudan a controlar determinados trastornos. Por ejemplo: el calcio y la vitamina D, ayudan a reducir la pérdida ósea y a mantener fuertes los huesos; el ácido fólico impide la aparición de defectos congénitos como la espina bífida; los ácidos grasos omega-3 presentes en los aceites de pescado, son beneficiosos para las enfermedades cardíacas.
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¿Quién necesita suplementos alimenticios?
Cómo se dijo anteriormente, los suplementos no deben sustituir a una dieta equilibrada y saludable. Un plan alimenticio con suficientes frutas, verduras, cereales integrales, una cantidad adecuada de proteínas y grasas saludables, normalmente, aporta todos los nutrientes requeridos para mantener una buena salud.
Sin embargo, hay determinados grupos de personas que pueden requerir suplementos, incluso respetando una dieta equilibrada y sana, por ejemplo, las mujeres en edad fértil, los ancianos o las personas con tratamientos específicos.
De acuerdo a diversos estudios, determinados grupos de población requieren el consumo de determinados los suplementos:
Grupos de población Nutrientes
Ancianos Vitamina D, vitamina B12, folato
Los más débiles pueden utilizar multivitamínicos en dosis bajas.
Mujeres fértiles Ácido fólico y vitamina D y hierro
Niños menores de 5 años Vitamina A, vitamina C, vitamina D, (los niños con apetito y alimentación sana y balanceada pueden no requerirlos).
Mujeres en lactancia Vitamina D
Personas no expuestas a la luz solar Vitamina D
Vegetarianos Vitamina B12, vitamina D2