No somos perfectas, en eso estamos de acuerdo, pero cada una de nosotras tenemos nuestro punto fuerte: es decir aquellas habilidades que se nos dan bien y nos sentimos cómodas ejerciéndolas.
También todas tenemos nuestro punto débil: aquellas cosas que no se nos dan nada bien y nos hace sentirnos inseguras cuando hemos de hacerlas, y evitamos hacerlas y nos presentamos ante los demás con el lado en que nos sentimos cómodas.
Pero ¿somos conscientes de que nuestro cuerpo habla de nosotras?
Hay personas que llevan una alimentación saludable, hacen ejercicio, tienen cuerpos casi perfectos, juegan esa baza, pero quizás en el ámbito laboral o el lado social, no se sienten tan cómodas, creen que con su bonito cuerpo lo tienen todo echo y no son conscientes de que el lenguaje no verbal revela mucho más de nosotras mismas de lo que creemos.
¿Sabíais que el lenguaje no verbal es el 93% del mensaje que emitimos de nosotras mismas?
Veamos que dice nuestro lenguaje no verbal de nosotras y quizás aprendamos a mostrarnos al mundo mucho más seguras de nosotras mismas:
Casi todas pensamos que para dar una imagen de seguridad y de sentirnos seguras solo tenemos que hablar con soltura de algún tema en el que nos sentimos cómodas, pues bien estamos realmente equivocadas.
Nuestro lenguaje corporal habla más de nosotras que nuestras palabras o nuestro silencio, nuestra postura, nuestro gesto, nuestras palabras, nuestras expresiones faciales, revelan más nuestra personalidad que nuestras palabras.
Cuando conocemos a una persona, dentro del ámbito que sea, inconscientemente nos fijamos más:
En su postura corporal
En el tono de voz
Y por último en sus palabras.
Por lo tanto estos son los tres aspectos que debemos de cuidar si queremos dar una imagen de personas seguras de nosotras mismas.
Cuidaremos nuestra forma de vestir, los complementos que utilizamos, nuestra forma de maquillarnos, la forma de peinarnos y por supuesto nuestro perfume, pues es aquí donde nuestros interlocutores se hacen la primera impresión de nosotras, y creerme que es la más poderosa, para empezar cualquier relación del tipo que sea , laboral, de amistad, amorosa etc.
También cuidaremos nuestro tono de voz.
La forma de hablar, los gestos que hacemos, como cruzamos las piernas, los brazos, influyen en la forma que los demás nos perciben y por tanto también en la manera de tratarnos.
También debemos de acercarnos a la persona con la que estemos hablando, no se trata de comerles su espacio, si no de acercarnos lo suficiente para demostrar que no tememos el acercamiento personal y demostrará nuestra seguridad.
Miraremos a los ojos de nuestros interlocutores, si no lo haces así, mostraremos nuestra inseguridad y pensaran que escondemos algo, mientras que si mitramos a los ojos daremos la imagen de seguridad y fortaleza.
Estréchale la mano con firmeza -pero no se la rompas- esto dará la imagen de nuestra fortaleza.
¿Os acordáis de lo nos decían nuestras abuelas o nuestras madres?
Camina recta, pecho fuera, tripa dentro, cabeza alta, hombros atrás, pues bien precisamente esta es la postura que debemos de mantener, nada como esto dará una imagen de seguridad.
Por último, pero quizás de lo más importante: sonreiremos, nada como una sonrisa cordial para infundir confianza en nosotras y en los demás, y no hay nada más seductor que una franca sonrisa.
Todos estos consejos no son cosas nuevas que se hayan descubierto ahora, son como reglas establecidas desde el principio de los tiempos.
Y para finalizar se siempre tu misma, no intentes ser la persona que los demás quieran que seas.
Colaborar comentando.
Un saludo.
Mari Carmen.
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