Allan Kardec nos enseño que nuestro ser esta compuesto por una trilogía existencial muy compleja y sencilla a la vez: CUERPO-ESPIRITU-PERIESPIRITU.
Somos Espíritus que habitamos un cuerpo circunstancial, esto es, nuestra Alma es independiente de nuestro cuerpo y tiene por lo tanto características diferentes.
El Espíritu utiliza el cuerpo para manifestarse y para ello necesita de un nexo que llamamos periespíritu.
* EL CUERPO: es orgánico, nace, crece, se desarrolla y muere.
* EL ESPÍRITU: es inmaterial, existe antes del nacimiento y una vez terminada la encarnación retorna al mundo Espiritual al cual pertenece. Esto es, todos nosotros somos esencialmente Espíritus, que venimos a la vida con el fin de progresar individualmente y en conjunto, contribuyendo al progreso colectivo del Universo.
* PERIESPIRITU: Es el nexo entre el ESPIRITU y el CUERPO, de estructura SEMI-MATERIAL tiene facultades inherentes a la materia y al espíritu. En el quedan grabadas todas las experiencias del espíritu encarnado y es la vestidura que el espíritu utiliza para mostrarse ante nuestros ojos y el nexo que utiliza para conectarse con nosotros (médiums).
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La vida que como Espíritus hacemos en el mundo espiritual no dista mucho de la que hacemos mientras estamos encarnados, ya que si vivimos preocupados por lo material y lo importante para nosotros es solo eso, mientras estemos desencarnados estaremos cerca de las cosas que nos pertenecieron en la vida, estaremos cerca de nuestros seres queridos influyéndolos para que esos bienes sigan el curso que le dimos mientras vivíamos, de ahí que suframos como espíritus la falta de los recursos que en vida teníamos o nos alegremos si nuestro comercio sigue prosperando aun después de nuestra vida. Seremos más o menos desdichados como espíritus según el apego que tengamos con la material.
Por otra parte si nuestra vida de encarnado estuvo mas relacionada con el trabajo moral y espiritual de nuestro ser, desprendidos en la medida de nuestras posibilidades de las preocupaciones materiales, cuando retornamos a la vida espiritual encontraremos la compañía de espíritus de bien afines a nosotros que nos ayudaran y alentaran en la planificación de nuestra próxima vida.
Ahora bien, porque hablamos de estas cosas, para comprender que cuando hablamos de la Manifestación de los Espíritus no hablamos de otra cosa que de la manifestación de cualquiera de nosotros en estado de Espíritu desencarnado.