Cuando nacemos somos como un lienzo en blanco, inmaculado, limpio y por el simple hecho de ser, de existir ya somos perfectos.
Llega la sociedad, la cultura, la religión, a imponernos patrones de comportamiento y a decirnos que esta "bien" y que esta "mal" como "debemos" ser si queremos ser aceptados.
Y es entonces cuando entramos en ese juego interminable de pretensiones, de comparaciones y de contradicciones.
Es nuestro ego haciendo las suyas y comparándose cada segundo con el otro, si tiene más o menos dinero, si cuenta con más o menos títulos académicos, si es más bueno y caritativo que otro, si es más o menos poderoso.
Desprenderse de él, se torna en ocasiones complejo porque hemos construido la vida sobre sus cimientos.
Sin embargo cuando comprendemos que la serenidad, la alegría, la paz y la felicidad infinita se hayan solo dentro de nosotros mismos y que como somos, "somos" ya perfectos, la ilusión del EGO desaparece.
Cuando dejamos de compararnos, de comprometernos con ideas que vulneran nuestra esencia, cuando disfrutamos con la autenticidad de nuestro ser, recuperamos el poder de ser nosotros mismos y podemos alcanzar alegría y felicidad plenas.
Te invito para que esta semana seamos más conscientes de la magia de nuestra esencia y comprendamos que la verdadera riqueza es aquella que llevamos siempre siendo nosotros mismos.
!Feliz semana!
PAOLA ANDREA
Terapeuta de Reiki