Los trastornos del habla y el lenguaje afectan hasta al 8% de los niños en edad preescolar. Se cree que casi el 20% de los niños de 2 años presenta retraso en el comienzo del habla. A los 5 años de edad, el 19% de los niños presenta un trastorno del habla y el lenguaje (6,4% trastorno del habla, 4,6% trastorno del habla y el lenguaje y 8% trastorno del lenguaje). El tartamudeo del desarrollo se presenta en el 4- 5% de los niños de 3-5 años y en el 1% de los adolescentes. Los trastornos del habla o del lenguaje son dos veces más frecuentes en los niños que en las niñas
Cuales son los síntomas más frecuentes? ¡Alerta!
Ausencia de balbuceo, señalar objetos o gesticulación a los 10-12 meses
No entender órdenes sencillas a los 18 meses
No utilizar ninguna palabra a los 18-21 meses
No usar combinaciones de palabras a los 24 meses
El habla es difícil de entender para los padres a los 24-36 meses
El habla es difícil de entender a personas ajenas a la familia a los 36-48 meses
El niño evita situaciones en las que debe hablar
Tartamudeo mayor que el usado para liberar tensión, repetición de palabras enteras
Toda regresión del lenguaje o de las habilidades sociales a cualquier edad
Trastornos motores en el habla
Tipos de trastornos del lenguaje o del habla
1-Disartria
Los trastornos del habla pueden deberse a alteraciones neuromotoras, como parálisis cerebral, distrofia muscular, miopatías o parálisis facial. La disartria resultante afecta al habla y a funciones no relacionadas con el habla (reírse, masticar). La falta de fuerza y control muscular se manifiesta como el arrastre de las palabras y la distorsión de las vocales. Los patrones del habla a menudo son lentos y trabajosos. La alteración de la función velofaríngea puede resultar en una resonancia nasal mixta (habla hiper o hiponasal). En numerosos casos el habla disártrica se acompaña de dificultades para la alimentación, salida de saliva, boca abierta y protrusión lingual.
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2-Apraxia verbal
La dificultad para planear y coordinar los movimientos para la producción del habla puede dar lugar a un habla inconsistente, distorsionada. La misma palabra es pronunciada cada vez de un modo diferente. La inteligibilidad suele disminuir a medida que aumenta la duración y la complejidad del habla del niño. Las consonantes pueden desaparecer y los sonidos pueden transponerse, siendo característico en estos trastornos del habla.
Cuando intentan hablar espontáneamente o imitar el habla de otras personas, los niños con apraxia verbal pueden titubear en búsqueda de palabras o mostrar dificultad. Los niños con apraxia verbal a menudo presentan antecedentes de dificultades precoces para la alimentación, menor producción de sonidos durante la lactancia y retraso en el comienzo del habla.
Pueden señalar, gruñir, o desarrollar un sistema de comunicación gestual elaborado en un intento por superar su dificultad verbal. La apraxia puede limitarse a la función motora-oral, o puede ser más generalizada y afectar a la coordinación motora fina y/o grosera.
3-Trastorno fonológico
Los niños con trastorno del habla o fonologico a menudo son ininteligibles, incluso para sus progenitores. Los errores en la articulación no son el resultado de un trastorno neuromotor, sino que parecen reflejar la incapacidad para procesar correctamente las palabras que oyen.
Como resultado, son incapaces de entender cómo se deben juntar los sonidos de modo adecuado para crear palabras. A diferencia de los niños con apraxia, los niños con trastornos fonológicos hablan con fluidez, aunque de modo incomprensible, y producen un patrón consistente, muy predecible de errores de articulación. Los niños con trastorno fonológico del habla poseen un riesgo elevado de sufrir con posterioridad trastornos del aprendizaje y de la lectura.
4-Trastorno de la audición
La hipoacusia puede ser una causa importante de retraso o trastorno del desarrollo del lenguaje. Aproximadamente 16-30/1.000 niños presentan hipoacusia moderada-grave lo suficientemente importante para afectar el progreso educativo Además, 1/1.000 niños son sordos (hipoacusia bilateral grave). La hipoacusia puede estar presente al nacimiento o ser adquirida de modo posnatal. Los programas de cribado en el recién nacido pueden identificar muchas formas de hipoacusia congénita, pero la hipoacusia progresiva o la sordera adquirida pueden aparecer después de nacer.
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Los tipos más frecuentes de hipoacusia son debidos a un déficit de conducción (oído medio) o neurosensorial. Aunque no es posible predecir con exactitud el efecto de la hipoacusia sobre el desarrollo del lenguaje del niño; el tipo y el grado de la hipoacusia, la edad de comienzo y la duración del trastorno auditivo desempeñan claramente un papel importante.
Los niños con trastornos auditivos graves a menudo presentan problemas para desarrollar la facilidad para el lenguaje y con frecuencia tienen dificultades académicas relacionadas. Se supone que el trastorno del lenguaje es debido a la falta de exposición a modelos de lenguaje fluidos durante la lactancia.
Aproximadamente el 30% de los niños con trastornos de la audición sufre al menos otro trastorno que a menudo afecta al desarrollo del habla y el lenguaje (retraso mental, parálisis cerebral, alteraciones craneofaciales). Por tanto, en todo niño que presente signos de sospecha de la existencia de un trastornos del habla y del lenguaje, se debe realizar una valoración audiológica por un audiólogo y se debe remitir para un estudio genético como parte de una exploración completa.
5-Hidrocefalia
Algunos niños con hidrocefalia presentan el denominado «síndrome del cóctel». Aunque pueden utilizar palabras sofisticadas, su comprensión de conceptos abstractos puede ser reducida y sus habilidades de conversación pragmáticas pueden ser débiles, lo que resulta en la discusión superficial de temas o la sensación de que habla en monólogo.
6-Trastorno de la fluidez (tartamudeo)
Para que el habla sea fluida es necesaria la sincronización oportuna entre los grupos musculares de la fonación y la articulación. También existe una interacción importante entre las habilidades del habla y el lenguaje. El tartamudeo consiste en las repeticiones frecuentes e involuntarias, el alargamiento (prolongaciones) o la detención (bloqueos, pausas) de sílabas o sonidos, que empeoran cuando la sintaxis es difícil o el componente emocional es exigente.
La Organización Mundial de la Salud define el tartamudeo como un trastorno del ritmo del habla en el que el paciente sabe con exactitud lo que quiere decir, pero a la vez presenta dificultades para decirlo debido a la repetición involuntaria, la prolongación o la detención del sonido. El tartamudeo a menudo conduce a la frustración y la evitación de situaciones en las que se debe hablar.
¿A que edad puede afectar?
Estos trastornos del habla como el tartamudeo comienza habitualmente a los 3-4 años de edad y es más frecuente en varones que en mujeres Aproximadamente el 3-5% de los niños en edad preescolar tartamudea hasta cierto punto, mientras que entre los adultos sólo se presenta en el 0,7-1%.
El tartamudeo es común en ciertas familias. Las mujeres y los pacientes con antecedentes de recuperación en la familia presentan más probabilidades de experimentar una recuperación espontánea al llegar a la adolescencia. La recuperación no se relaciona con la gravedad del tartamudeo. El tartamudeo puede deberse a la incoordinación temporal entre las áreas cerebrales que participan en la preparación y la ejecución del lenguaje.
Los adultos que tartamudean y los que poseen un lenguaje fluido activan áreas cerebrales similares. Además, en los adultos que tartamudean existe hiperactividad en partes de la corteza motora y del vermis cerebelar, muestran lateralidad derecha y no presentan activación auditiva cuando escuchan su propia voz.
Tratamiento
Los niños en edad preescolar con alteraciones de la fluidez durante el desarrollo pueden ser tratados con medidas educativas y tranquilizadoras proporcionadas por los progenitores.
Los padres no deben regañar a sus hijos o crear ansiedad indebida. Los niños en edad preescolar o mayores que tartamudeen deben ser remitidos a un especialista en trastornos del habla. El tratamiento es Más eficaz si se inicia durante el período preescolar. Las indicaciones para derivar al paciente comprenden 3 o más alteraciones de la fluidez/100 sílabas (p-p-pero; dd- dedo; tu, tu, tu), evitaciones o escapes (pausas, inclinaciones de la cabeza, parpadeo), malestar o ansiedad al hablar, y la sospecha de la existencia de un trastorno psicótico o neurológico asociado.
La mayoría de los niños en edad preescolar responde a intervenciones proporcionadas por especialistas en trastornos del habla y a la retroalimentación conductista aportada por los progenitores. Los padres no deben chillar al niño, sino apreciar tranquilamente los períodos de fluencia («Eso ha ido bien») o comentar los episodios de tartamudeo sin realizar críticas («Eso te ha costado»). Se puede involucrar al niño en la autocorrección para que responda a preguntas («¿Puedes decirlo otra vez?») realizadas con tranquilidad por un progenitor.
Los niños mayores, los adolescentes y los adultos también han sido tratados para estos trastornos del habla con tratamientos farmacologicos como risperidona u olanzapina con resultados variables, pero generalmente positivos, si el tratamiento conductual del habla no ha sido eficaz. La mejor solución es el apoyo entre familia, haciendo énfasis en niños, darle apoyo a tu hijo es el mejor tratamiento que le puedes dar.
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