La revista de referencia Health elaboró una lista con 14 razones por las que siempre te sientes cansado. Hay muchas causas que pueden estar quitándote la energía, ya que no se trata sólo de dormir mucho.
Razones por las que te sientes cansado
Falta de agua. La deshidratación supone una falta de energía importante para el cuerpo. Con la deshidratación se reduce el volumen de sangre, haciéndola más gruesa y provocando que el corazón bombee con menos eficacia, reduciendo la velocidad a la que el oxígeno y los nutrientes llegan a los órganos.
Saltarte el ejercicio cuando estás cansado. Hacer ejercicio regular aumenta la fuerza y la resistencia, mejorando la eficiencia cardiovascular, suministrando oxígeno y nutrientes a los tejidos. Un estudio de la Universidad de Georgia demostró que, paradójicamente, practicar ejercicio ligero al menos 3 días a la semana reduce la sensación de cansancio y aumenta los niveles de energía.
Deficiencia de hierro. Cuando se sufre anemia, el cuerpo se siente más cansado, irritable y resulta más difícil concentrarse. Lo ideal es complementar alimentos ricos en hierros con alimentos ricos en vitamina C, ya que favorecen la correcta absorción y asimilación del hierro.
Ser muy perfeccionista. Ser demasiado perfeccionistas nos hace trabajar más y durante más tiempo. El hecho de marcarnos metas poco realistas que difícilmente podemos lograr nos hace sentirnos insatisfechos. Lo mejor es establecer límites para cada tarea y darle el tiempo que corresponda para evitar sobrecargarte.
Ansiedad por el futuro. Estar siempre pendiente y preocupado por lo que podría pasar nos lleva a un estrés innecesario y que puede llegar a convertirse en crónico. Intenta enfocarte en el presente y vivir el momento, en lugar de imaginar siempre lo que pasará después.
No desayunar. El desayuno es la comida que activa nuestro metabolismo tras toda una noche en reposo. Es por ello que saltarse el desayuno nos hará sentirnos más cansado durante la mañana.
La comida basura. Los carbohidratos y los azúcares provocan fuertes subidas en el índica glucémico (azúcar) en la sangre, que terminan luego en drásticas bajadas que nos provocan fatiga.
Te cuesta decir “no”. Está bien ser una persona dispuesta a todo y contentar a todos, pero también hay que sentirse libre de negarse a ciertas cosas, sobretodo cuando no son nuestra obligación. Hay que ayudar a los demás siempre que podamos, pero con ciertos límites.
Tener una oficina desordenada. Tener el escritorio desordenado nos agota mentalmente y minimiza nuestra capacidad de concentración y de procesar la información.
Trabajar en las vacaciones. Desconectar es necesario para que mente y cuerpo se restablezcan, además de ayudarnos a volver al trabajo con más creatividad, productividad y eficacia.
Tomar una copa de vino antes de acostarnos. Aunque parezca que nos ayudará a relajarnos, en realidad es contraproducente. El alcohol deprime inicialmente el sistema nervioso central, produciendo un efecto sedante, pero posteriormente, cuando es metabolizado por el cuerpo se crea un aumento repentino de la adrenalina, saboteando el mantenimiento del sueño. Se recomienda beber la última copa de vino 3 o 4 horas antes de acortarnos.
Utilizar el ordenador, la Tablet o el Smartphone en la cama. La pantalla retroiluminada de estos aparatos altera el ritmo circadiano natural del cuerpo. Se suprime la melatonina, la hormona que ayuda a regular los ciclos del sueño. Lo ideal es dejar de usar estos aparatos una o dos horas antes de irnos a dormir.
Dependencia a la cafeína. Son muchos los estudios que demuestran que abusar de esta bebida nos puede causar graves perturbaciones del sueño. Nos hace dormir peor y en consecuencia levantarnos más cansados. Lo ideal es dejar de tomar café al menos 6 horas antes de la hora de dormir.
Trasnochar los fines de semana. Acostarse tarde la noche del sábado y dormir el domingo por la mañana nos impedirá conciliar el sueño la noche del domingo y empezar el lunes por la mañana cansados y somnolientos. Lo mejor es intentar levantarse más o menos a nuestra hora habitual y compensarlo con una siesta breve por la tarde.