Para vencer el insomnio debes conocer cuáles son sus causas. Estas son sumamente diversas, pueden ser el síntoma de ciertos trastornos como la depresión o la ansiedad. También puede deberse a acostumbrarse a dormir mal, a ciertas patologías médicas o dolores musculares. Una vez que conozcas la causa del insomnio, podrás encontrar la solución al problema.
Causas frecuentes de insomnio
La depresión y la ansiedad
Las personas que padecen de depresión suelen tener problemas de sueño. La mayoría tiene insomnio, aunque también se presentan casos de hipersomnia, que es el dormir demasiado.
La relación entre la depresión y el insomnio es muy compleja, debido a que la depresión puede causar insomnio. Y el insomnio puede causar depresión.
Es decir, el insomnio puede haber sido causado por la depresión originariamente. Pero el no poder dormir adecuadamente, puede causar depresión. Es por eso que en estos casos debe hacerse un tratamiento que incluya ambas patologías.
En cuanto a la ansiedad, si algo te preocupa, es muy posible que no puedas conciliar el sueño con facilidad. Puede que despiertes varias veces en la noche, y comiences a pensar en el problema. El hecho de que no puedas conciliar el sueño, y que no puedas quitar de tu cabeza esos pensamientos hace que no puedas dormir debidamente, y por ende no descanses como corresponde.
Malos hábitos
Cuando te acostumbras a dormir mal, es muy común que padezcas de insomnio. En este caso debes lograr una reeducación, debes tratar el insomnio para poder superarlo, y así conseguir un reparador descanso.
El sentir dolor
El dolor puede ser una de las causas frecuentes de insomnio. Las personas que sienten un dolor crónico duermen mal, y se despiertan varias veces en la noche. En estos casos puede ser de mucha utilidad la terapia física, los masajes, el yoga, la meditación y ciertas técnicas de relajación.
Es importante que si padeces este tipo de dolencias, cuentes con un colchón y una almohada que sean adecuados, y te permitan un muy buen descanso. A veces no le damos importancia esto, pero la comodidad, juega un rol fundamental en la relajación y el buen descanso.
El colchón debe adecuarse a las personas y a sus necesidades. Algunas personas necesitan un colchón blando en el que el cuerpo pueda hundirse, mientras que a otras les gusta una cama dura, en la que sientan la espalda recta.
En cuanto a la almohada, algunas personas necesitan una almohada alta grande, en a que puedan colocar no solo el cuello sino también sus hombros. Mientras que otros necesitan una almohada baja y más pequeñas.