La hipocondría es una desorbitada preocupación por padecer enfermedades que, o directamente no se poseen, o, teniéndolas, no justifican semejante preocupación. Las elucubraciones están basadas en sensaciones y percepciones físicas someras e imprecisas. Esta inmensa preocupación genera mucha tensión acompañada de angustia y suele interferir en las distintas actividades de la vida cotidiana que antes de aparecer la enfermedad se desarrollaban sin ningún tipo de dificultad. Puede darse descuido de los diferentes ámbitos: laboral, familiar, académico… Las sensaciones corporales acaparan toda la atención.
La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener una enfermedad grave, a partir de la interpretación subjetiva de una o varias sensaciones corporales u otro signo que aparezca en el cuerpo. Puede suceder por ejemplo, con lunares, heridas, toses, incluso latidos del corazón, movimientos involuntarios, o sensaciones físicas poco esclarecedoras. Aunque el médico asegure que no tiene nada preocupante, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo por un breve espacio de tiempo, pero su preocupación vuelve de nuevo a aparecer.
¿Qué sintomatología puede presentar una persona con Hipocondría?
La Psicóloga en Málaga Marian Barrantes enumera a continuación los síntomas más frecuentes en el trastorno hipocondríaco
Cognitivos
–preocupación por el propio cuerpo y por padecer diferentes enfermedades
–rumiaciones sobre síntomas, salud y enfermedad y sus consecuencias
– auto-observación excesiva de las funciones del cuerpo y tendencia a verlas como señal de enfermedad
– más atención a las posibles consecuencias negativas, ignorando los aspectos más saludables de uno mismo y de la vida
Emocional-fisiológicos
– ansiedad
– temores sin correspondencia con el peligro real
– cambios en el estado de ánimo
Conductuales
– hablar tanto a amigos como a extraños de las varias dolencias y síntomas
– búsqueda de información en diferentes fuentes (manuales, internet, otros enfermos, familiares…)
– autoobservaciones repetidas y manipulación de diferentes partes del cuerpo para comprobaciones diversas
– aumento de las visitas a médicos y especialistas así como deterioro de las relaciones con éstos
– disminución de otras actividades sobre todo las de buena salud y aquellas que implican responsabilidad social o laboral
¿A quién afecta la Hipocondría?
La Hipocondría puede iniciarse a cualquier edad; sin embargo, lo más frecuente es que comience en los primeros años de la vida adulta. La prevalencia de la Hipocondría en la población general se desconoce. En la práctica médica se encuentra entre un 4 y un 9% de los pacientes que acuden a consulta. Esta condición parece ocurrir por igual en hombres y mujeres.
¿Cuáles son los factores que mantienen la Hipocondría?
– Continuas visitas a los médicos y a especialistas, sin encontrarse causa física al problema, y sin explicación satisfactoria.
– Insistente búsqueda de información sobre enfermedades a partir de diferentes fuentes.
– Rumiaciones sobre síntomas, salud, enfermedad y sus consecuencias.
– Aparición de enfermedades reales que confirmen las creencias.
– Atención continuada a la persona y sus quejas por parte de sus conocidos.
¿Existe tratamiento para la Hipocondría?
El tratamiento psicológico que más eficacia ha demostrado es la terapia cognitivo-conductual. En ella, se instruye al paciente, y a sus familiares si se considera conveniente, nuevas formas de afrontar el problema y se les anima a que desarrollen nuevas estrategias de afrontamiento.
En Psicólogos Málaga PsicoAbreu contamos con un equipo de expertos psicólogos que podrá realizarle la evaluación y diseñar el programa de intervención personalizado que mejor se adapte a tus circunstancias. Focalizamos el tratamiento en las preocupaciones por la salud, las emociones y conductas asociadas, mejorando la sintomatología y las conductas de mantenimiento del problema así como reduciendo el nivel de ansiedad o el desánimo.