Durante cientos de miles de años hemos evolucionado para que cuando sufrimos un golpe o una lesión se ponga en marcha un proceso inflamatorio inmediato. Este proceso no lo hace el cuerpo de manera caprichosa, todo tiene un sentido y una explicación. Nuestro organismo, recurre a este proceso para mejorar el riego sanguíneo a la zona afectada, y poner en marcha mecanismos de auto-reparación, además se secretan ciertas sustancias que aumentan la percepción de dolor en la zona dañada, lo quiere nuestro cuerpo es proteger esa zona y la mejor manera posible para proteger una estructura dañada es que duela, de esta manera el sujeto que sufre el dolor es consciente del mismo.
Una vez dicho esto nos preguntaremos…
¿Por qué siempre nos recetan antiinflamatorios para reducir la inflamación en los procesos dolorosos?
Ciertamente hay algunas personas y existen algunas lesiones donde el proceso inflamatorio o el dolor, pueden ser excesivos, por lo tanto, es completamente recomendable y justificado, tomar un anti-inflamatorio o analgésico para aplacar una respuesta excesiva por parte del organismo. Sin embargo, estos casos son muy limitados, la gran mayoría de las veces, se trata de una inflamación fisiológica y reparadora que nuestro cuerpo realiza para proteger y recuperar la zona dañada. En estos casos más que cortar radicalmente el proceso inflamatorio, es más apropiado “regular” este proceso. Este fin de semana navegando por la red sobre noticias sobre la salud, me encontré con un artículo muy revelador, ya que contaba algo que desde aquí llevamos contando desde hace tiempo. Según estudios realizados por Traumatólogos y Ortopedistas de la clínica CEMTRO los antiinflamatorios no esteroides (los anti-inflamatorios convencionales) pueden dificultar la reparación del tejido dañado en una lesión. Además de esto, se comenta en dicho artículo que la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) defiende el uso de medicamentos de acción bio-rreguladora, como alternativa a los medicamentos anti-infamatorios.
¿Qué son los medicamentos de acción bio-reguladora?
Los medicamentos de acción bio-reguladora, aunque parezca un nombre ciertamente sofisticado para alguien ajeno al mundo de la medicina, es algo muy sencillo: Son medicamentos que están compuestos por diferentes principios activos de origen vegetal, orgánico y mineral en concentraciones bajas, estos medicamentos estimulan los mecanismos de autorregulación del organismo, con el objetivo de recuperar su equilibrio biológico, es decir estimulan la respuesta natural y fisiológica del del organismo. Al contrario que los medicamentos anti-inflamatorios convencionales no interactúan de manera directa sobre sobre la acción metabólica de la inflamación, cortándola y evitando su proceso, sino que regulan y equilibran el proceso en caso de que sea necesario.Por lo tanto, existen multitud de alternativas más eficaces y eficientes para regular la inflamación y controlar el dolor de una lesión, que el mero uso de fármacos antiinflamatorios y analgésicos; plantas medicinales, complementos alimenticios, recomendaciones dietéticas, productos homeopáticos... Tienen y deben utilizarse con más frecuencia no solo para controlar la inflamación de un proceso patológico sino para ayudar a los mecanismos fisiológicos globales de reparación de nuestro cuerpo.
Para finalizar quiero terminar diciendo que el mecanismos bio-regulador más eficientes y eficaz que existe, lo tiene el propio cuerpo y sin duda, nosotros los fisioterapeutas, de la misma manera que los productos bio-reguladores, sencillamente intentamos potenciar y facilitar los mecanismos de auto-reparación que todas las personas poseemos.
Hay una frase que creo que es muy acertada y que sintetiza muy bien mi punto de vista al respecto:
"Solo el cuerpo se puede curar a sí mismo, como fisioterapeutas nos limitamos a generar y facilitar el espacio para que esta curación suceda."