Es posible que a algunos de vosotros no os suene el término ortomolecular. Yo misma lo desconocía hasta hace pocos años. La nutrición ortomolecular, además de poco conocida, desafortunadamente suele confundirse con una cierta moda de tomar suplementos de vitaminas. Esta última es una práctica que efectivamente algunas personas emplean de vez en cuando, quizás en un intento de aliviar su conciencia tras haber abusado de una mala alimentación, pero no nos quedemos en la superficie.
¿Qué es la nutrición ortomolecular? Este tipo de alimentación se basa en la creencia de que el uso de sustancias naturales como vitaminas, oligoelementos, enzimas, antioxidantes, aminoácidos y otros compuestos pueden ayudarnos a restablecer nuestra salud corrigiendo la bioquímica patológica de las enfermedades. Su impulsor fue Linus Pauling [1901-1994], premio nobel de Química en 1954 y de la Paz en 1962. No obstante, otros profesionales de la salud como por ejemplo Kousmine o el doctor Seignalet, por los cuáles tengo una gran admiración, también investigaron más tarde sobre los beneficios de este tipo de terapia que sigue siendo hoy día de un gran interés.
El método ortomolecular (ortho significa correcto en griego antiguo) intenta crear un entorno bioquímico correcto en nuestro organismo. No se trata de consumir complementos alimentarios sin control. Es una forma de alimentarse que presta especial atención al equilibrio de nuestro cuerpo basándose en el consumo de alimentos naturales y que hayan sufrido la menor transformación posible. Si se toman suplementos de vitaminas u otras sustancias debe hacerse bajo recomendación y vigilancia de un profesional.
Esta terapia alternativa, de la que se suele hablar como medicina ortomolecular, es utilizada por algunos médicos especializados y con un seguimiento estricto de los pacientes.
Sin entrar en todos los detalles, lo que me parece bastante interesante es la idea de respetar al máximo la naturaleza de los alimentos, no sólo consumiendo productos de origen biológico de preferencia, sino también evitando cualquier tipo de transformación de los productos mediante un consumo crudo o a baja temperatura para que se alteren lo menos posible sus componentes.
Tengo el convencimiento de que esta forma de cuidarse puede ser beneficiosa siempre y cuando no se haga un mal uso de ella. Al igual que puede ayudar a cubrir el déficit de ciertas vitaminas y compuestos, también puede ser causa de otros trastornos, por lo que debe hacerse siempre bajo control médico y únicamente como complemento de la medicina tradicional.
La nutrición ortomolecular carece de un reconocimiento científico que demuestre su eficacia, pero pienso que dudar y ser curioso es de sabios. Conformarse con lo que está estrictamente demostrado sin ir más allá nos empobrece y no nos ayuda a superarnos. Os dejo el enlace a la web de un profesional en medicina ortomolecular en la que podréis encontrar información más detallada sobre el tema http://www.milealsa-life-and-health-coach.live/
No dudéis en dejar vuestra opinión o vuestra experiencia sobre este tema.