La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, se trata de nuestra mayor barrera protectora (envuelve órganos, músculos y esqueleto) y es también nuestra protección frente al entorno así como una vía de comunicación con él: a través de la piel nos desintoxicamos o nos intoxicamos absorbiendo del medio externo todo tipo de sustancias: desde metales pesados, contaminantes, etc. y también excretando, por ejemplo el sudor es una vía de excreción del organismo que nos ayuda a regular la temperatura corporal y a desintoxicarnos.
Existen varias capas de piel clasificadas como epidermis (capa externa de la piel), dermis (situada bajo la epidermis) y tejido subcutáneo o hipodermis (la capa más profunda de la piel).
La piel se ve en la actualidad constantemente alterada por diferentes causas: alergias (a metales, cosméticos, tejidos, etc.), piel atópica, sequedad, psoriasis, dermatitis, eczema, fotosensibilidad y envejecimiento prematuro de la piel. Por otro lado la falta de cuidados adecuados en muchos casos también contribuye a que nuestra piel sea más sensible a estos padecimientos.
En todos los casos independientemente del problema que tengamos a nivel de la piel, siempre estaremos hablando de fondo de una importante falta de nutrientes relacionada con el cuidado correcto de la piel, o al menos en la mayoría de los casos. En otros casos particulares el problema puede venir dado por alergias concretas, trastornos relacionados con la alimentación (sobre todo la altamente procesada o a sustancias concretas como aditivos alimentarios), piel sensible al medio ambiente (cremas, lociones, polución, sol, etc.) o a trastornos más específicos como la psoriasis que presenta un origen un tanto diferente (enfermedad autoinmune de origen genético) con un tratamiento un tanto diferente para el resto de trastornos de la piel.
Ciertos problemas requieren de tratamientos prolongados e individualizados para su total mejora, en cualquier caso tratar un problema de piel siempre llevará tiempo, pues la piel es un órgano que lo precisa para su total regeneración.
Además de poner atención a nuestra alimentación deberemos también siempre teniendo en cuenta el origen de la afección, tomar suplementos ortomoleculares específicos para la salud de la piel.
Existen variaciones en cuanto al tipo de dieta así como a los suplementos en dependencia del problema de piel del que se trate, pero también es cierto que como medida general para el mantenimiento de la buena salud y aspecto de la piel podemos adoptar medidas válidas en todos los casos mencionados.
Dieta para una piel sana
En general se deberán evitar todos los alimentos altamente procesados con gran cantidad de aditivos alimentarios: colorantes, saborizantes, aromatizantes y algunos conservantes de origen químico.
Una alimentación lo más natural posible es garantía de una buena salud en general que se reflejará indudablemente en nuestra piel.
Los alimentos más recomendados por su riqueza de nutrientes en el mantenimiento de una piel sana son:
Frutas y verduras frescas: altas en fitonutrientes como los polifenoles que se encuentran en su mayoría en: vegetales de color morado y rojizo (berenjenas, tomates, uvas moradas, frutos rojos, pimientos rojos, remolacha, lombarda, bayas de Goji, (con un alto poder antioxidante y protector del envejecimiento prematuro de la piel), grosellas moradas, moras). Y también en los cereales integrales, pseudocerales y legumbres: arroz integral, quinoa, trigo sarraceno, soja, legumbres (lentejas, azukis). También los vegetales con alto contenido en betacaroteno como las zanahorias, y los que contienen buenas cantidades de vitamina C: las espinacas, las naranjas, los kiwis, todos los vegetales de hoja verde oscuro, melocotones, nectarinas, fresas.
Otros alimentos que deberemos incluir son:
Aceite de oliva virgen extra, cacao amargo, las semillas ricas en vitamina E (sésamo, girasol, calabaza, lino, chía) y frutos secos ricos en omegas 3 (nueces, almendras, anacardos), los aguacates también son un alimento muy alto en omega 3.
Pescados y carnes de aves: sobre todo los pescados azules por su riqueza en omegas y carne de pollo y pavo (baja en grasas) y ricas en vitaminas B. Huevos a ser posible de origen ecológico y siempre que no se tenga un gran problema de piel grasa o con acné. La miel natural de abejas es otro gran alimento para el mantenimiento de una piel saludable.
Si tenemos una piel con tendencia grasa deberemos evitar entonces los alimentos más grasos y optar por una dieta libre de grasas con pescados blancos, semillas mejor que frutos secos, nada de mantequilla ni lácteos (optando por las opciones vegetales) e incluir gran variedad de productos integrales, evitando todo alimento refinado como el azúcar y procesados e incluir abundante cantidad de alimentos frescos como verduras y frutas todos los días e infusiones con efecto depurativo y antioxidante.
Otra recomendación con beneficios muy visibles es realizar una detox intensa dos veces al año, o cuando nuestro organismo lo requiera para desintoxicarnos por dentro. Esto tiene un efecto muy visible rápidamente en todo nuestro cuerpo, incluida la piel donde la mejora es bastante notable. Para realizar una detox bien planificada deberemos tener en cuenta la dieta enfocada a este fin y los suplementos desintoxicantes que son de enorme ayuda.
Esta dieta nos proporcionará protección frente al medio (sol, polución, etc.) y mantendrá el aspecto saludable de la piel si se adopta como una forma de alimentación permanente.
Suplementos recomendados para el mantenimiento de una piel sana
Para una piel siempre sana y con buen aspecto, sobre todo si hay sequedad, descamación, piel sensible que se enrojece enseguida, tendencia a los sarpullidos podremos tomar al menos durante 3 meses de una a dos veces por año:
Complejos pelo, piel y uñas: son suplementos que incluyen vitaminas del grupo B, C y A y algunos aminoácidos como la L-lisina y la L-prolina, el MSM (metilsulfonilmetano) y algunos minerales como el zinc y el cobre que se incluyen por su acción antibacteriana y cicatrizante, otros incluyen antioxidantes y fitonutrientes.
Entre los más recomendados podemos mencionar el galardonado Pelo, piel y uñas de Solgar enriquecido además con algas rojas. El Omega 7plus de Sura Vitasan que aporta todos los omegas completos para el mantenimiento de una piel sana.
Para el envejecimiento prematuro de la piel podremos tomar suplementos de colágeno y ácido hialurónico combinados como el Collagen Hyaluronic Complex de Airbiotic y la coenzima Q10 que protege del envejecimiento y los radicales libres, el NutriNano Q10 con ácido alpha lipoico de Solgar es el más recomendado para este fin. Si hay problemas de acné estos suplementos se deberán acompañar además de los minerales como el Optizinc de Solaray. Para tratamientos regenerativos intensivos y completos (quemaduras extensas, psoriasis, acné) el Complemento Esencial de Vitaminor es el suplemento más completo para este fin por su alto poder de regeneración de los tejidos aportando además un efecto antioxidante.
Para ver efectos duraderos lo más recomendable es tomarlos al menos durante 3 meses y luego descansar. Podemos tomar suplementos como estos para tener una piel más sana y prevenir el envejecimiento prematuro al menos una vez al año y acompañarlos de una alimentación equilibrada libre de toxinas y con alimentos que nos ayuden específicamente a mantener la salud de la piel.
Otras opciones cosméticas naturales
Además de mantener la salud de nuestra piel a través de la dieta y los suplementos adecuados, podremos potenciar todos sus beneficios con la utilización de ingredientes cosméticos naturales.
Existen opciones naturales mucho más saludables que los típicos cosméticos de origen químico que tantos inconvenientes ocasionan a las pieles más sensibles y además intoxican el organismo, pues todo producto cosmético es absorbido por la piel e introducido en el organismo a través de la epidermis.
Para atajar este efecto secundario, podremos reemplazar las cremas hidratantes por aceites naturales de primera presión en frío que hidratan perfectamente la piel manteniéndola más tersa y saludable por más tiempo, evitando todo efecto secundario desagradable como sarpullidos, irritaciones, etc.
Los aceites de almendras, coco, aguacate, sésamo, karité o argán son opciones excelentes para este fin. Entre los aceites antienvejecimiento la rosa mosqueta es la estrella. El agua de rosas puede ser la opción perfecta para los desmaquillantes así como para hidratar la piel a diario. El agua de romero es eficaz contra el envejecimiento y refresca las pieles más sensibles. Los jabones naturales suelen ser una alternativa económica y nada corrosiva para limpiar a diario la piel y según los ingredientes utilizados para su elaboración los hay para todo tipo de pieles: con acné, secas, grasas, sensibles, etc.
La lavanda calma las pieles sensibles, al igual que la camomila. El aloe vera es la planta estrella para todo tipo de pieles, siendo eficaz en el tratamiento de cicatrices y sequedad y seborreguladora e hidratante sin dejar la piel grasa. Exofiliantes naturales como la avena o las almendras en escamas y la sal marina nunca superarán a ningún cosmético químico. Los aceites esenciales pueden añadirse a cremas y aceites bases y obtener así todos sus beneficios, al igual que los principios activos de origen natural como la baba de caracol o el veneno de abeja. No deberíamos olvidar nunca protegernos también del sol con un buen protector solar (con un filtro solar lo más alto posible), sobre todo durante los meses de verano donde el sol es más fuerte. Estos filtros también pueden prepararse de forma casera, puedes aprender cómo aquí y aquí.
Siempre podremos aprender a preparar nuestros propios cosméticos y tener la seguridad de saber qué estamos utilizando en el cuidado de nuestra piel. En internet puedes encontrar sitios como la completa web de Gran Velada donde además de conseguir todos los materiales para su elaboración ofrecen tutoriales para aprender en casa. Un libro muy recomendable para aprender es Recetas de Cosmética Natural, sencillo y eminentemente práctico.
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