Si alguna persona sufre de bulimia o anorexia es importante que recurra al medico y reconozca esta enfermedad, pero para que esto no suceda te mostraremos Como reaccionar antes la anorexia y bulimia.
Los trastornos alimenticios están a la orden del día, tal y como podemos comprobar en la página de Adeslas, en los últimos 50 años los casos se han multiplicado de forma preocupante. La presión social, las inseguridades propias de la adolescencia, la depresión..., las causas son variadas y la pronta detección resulta esencial.
Hablamos de anorexia y de bulimia (si quieres conocer sus diferencias PINCHA AQUÍ), enfermedades que poco a poco vamos conociendo más. Sin embargo, todavía sigue siendo una incógnita la forma en que padres, familiares y amigos deben reaccionar. Intentaré profundizar sobre este punto.
(Imagen: City on fire)
En primer lugar, os recomiendo consultar este vídeo en el que nos explican cómo detectar el problema y algunos datos interesantes.
Manual para saber reaccionar ante casos de anorexia o bulimia:
1. ¿Sospechas que alguno de tus hijos puede padecer un trastorno alimenticio? Has comenzado bien, el primer paso hacia un correcto soporte es la información. Pregunta y consulta a expertos y, si puedes, a personas que hayan padecido anorexia o bulimia con anterioridad. No dejes que las prisas o los nervios puedan contigo; la seguridad y la capacidad de reacción resultan claves para hacer frente al problema de la mejor forma posible.
2. Mantén una conversación honesta, sincera y tranquila. Manifiesta tu preocupación, tu apoyo incondicional y, sobre todo, no acuses, no busques una declaración o confesión inmediata.
3. Plantea la opción de buscar ayuda externa. Existen muchísimos grupos de ayuda mutua o terapeutas con los que se sentirá más cómodo/a y se abrirá sin miedo a las repercusiones. Sin embargo, no puedes obligarle a que acuda a uno de ellos, recuerda que tu rol es el del amigo bueno. Busca información sobre las diferentes alternativas existentes en tu localidad, ofrécesela y muéstrate dispuesto/a a escuchar siempre que lo necesite; sin presiones.
4. Jamás recurras a manipulaciones, sobornos, castigos, recompensas... Si entras dentro del juego del control, ganará.
(Imagen/ Flickr: .S)
Desde el Proyecto de Rehabilitación Integral de la Salud Mental en Aragón, PRISMA, nos muestran los 'síes' y 'noes' a los que debemos recurrir o de los que tenemos que huir si queremos ser proactivos y no entorpecer o cometer un traspiés de difícil rectificación.
Sí
- Eres apoyo, amor, respeto, comprensión, pero nunca debes anularte, convertir el trastorno en tu única preocupación.
- Delega responsabilidades (en la medida que se pueda) y haz que se sienta útil y capaz.
- Combate el perfeccionismo.
- La recuperación no es constante; hay recaídas, momentos buenos, malos, peores... Se paciente y vive el momento, adaptando tu comportamiento a sus necesidades.
- Desahógate y busca apoyo en tu pareja, algún miembro de la familia o amigo/a. También sufrirás esos altibajos en primera persona; necesitarás llorar, gritar y, ante todo, ser escuchado/a.
- La unidad hace la fuerza.
No
- No dejes que el problema acapare el 100% de tu tiempo, no desatiendas al resto de tu familia. Tu vida es importante, y que sea capaz de comprender esto es más que importante.
- No emplees la comida como arma de cambio.
- Apoyo, que no compasión. El cambio está en su mano. Fomenta su independencia y responsabilidad.
- No permitas que fije los horarios o actividades familiares.
- No seas débil, saca fuerza de donde puedas y evita ser manipulado/a.
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