Se considera un trastorno del sueño a los problemas o dificultades ya no solo para conciliar el sueño, sino para permanecer dormido, o en relación a dormirse en lugares inapropiados, dormir demasiado, y conductas que resultan anormales durante el sueño. Aunque existen hasta más de 100 trastornos del sueño diferentes, estos se agrupan en unas categorías específicas como observaremos a lo largo del texto.
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Estos trastornos, aunque comúnmente se llaman trastornos del sueño, también en según qué países pueden llamarse desordenes del sueño, trastornos de dormir o enfermedades del sueño. En su procedimiento lo que se ve afectado es el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia.
Algunos de estos trastornos del sueño pueden resultar muy incapacitantes para quienes lo sufren, interfiriendo en sus actividades cotidianas y en todas las áreas en las que se desarrollan. Muchas personas se resignan y obvian la gravedad del asunto, sin considerar la importancia que tiene el buen descanso para su salud en general. Veamos algunos de estos trastornos del sueño más frecuentes. Si consideras que sufres alguno de ellos no dudes en acudir a un especialista y darle solución cuanto antes.
¿Cuándo se puede considerar como un trastorno del sueño?
Como hemos dicho anteriormente existen hasta 100 trastornos del sueño, que se encuentran agrupados en 4 categorías. Estas son las primeras consideraciones para saber si estás sufriendo un trastorno del sueño:
Dificultades para mantener un horario de sueño, siendo muy irregular la hora a la que te acuestas y te despiertas. Esto da lugar a problemas en el ritmo del sueño.
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más habituales, se presenta como la dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido.
Conductas que frecuentemente interrumpen tu sueño, y comportamientos inusuales que se presentan cuando estás durmiendo.
Si tienes problemas para mantenerte despierto durante el día, y tienes que hacer un gran esfuerzo porque te quedas dormido en cualquier sitio; es probable que sufras de somnolencia diurna. Estas categorías principales de los trastornos del sueño tienen en común que en cualquiera de ellas, el trastorno del sueño que le acompaña puede llegar a resultar muy grave, sobre todo si no se trata a tiempo y acaba cronificándose. Una falta de sueño tiene unas repercusiones considerables a medio y largo plazo, ya que interfiere en el buen funcionamiento mental, físico e incluso emocional de quien lo padece.
Los trastornos del sueño más frecuentes
Entre los problemas que causan un desajuste en nuestro ciclo de sueño-vigilia, se encuentran los siguientes trastornos del sueño que son los más comunes en la población:
Insomnio
Este trastorno del sueño es uno de los más comunes, se puede presentar como dificultad para iniciar el sueño, o también para mantenerlo. El insomnio se caracteriza por ser un sueño insuficiente, de mala calidad, y por lo tanto un sueño que no resulta reparador.
Esta dificultad para dormir o permanecer dormido puede aparecer y desaparecer en cortos periodos de tiempo, en dos y tres semanas, o puede ser duradero permaneciendo a lo largo del tiempo, llegando a cronificarse. Por eso es importante abordar este problema a tiempo, mantenerlo acaba pasando factura.
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Síndrome del desfase horario o “Jet lag”
Es uno de los trastornos más comunes entre los problemas para mantener un horario regular del sueño. Al no mantener un horario constante de sueño y vigilia el ciclo del sueño sufre un desajuste, y esto da lugar a una mala calidad del sueño. Su causa está asociada a viajar a través de diferentes zonas horarias. Es bajo esta situación cuando se produce un desfase en nuestro reloj biológico que no está habituado a la nueva zona horaria. La producción de melatonina, que es la hormona que contribuye a que obtengamos un sueño reparador, disminuye; y por lo tanto sufrimos sus consecuencias.
Este desfase también puede producirse en personas que trabajan en turnos de noche y tienen habitualmente un cambio de turnos.
Hipersomnia y narcolepsia
Estos trastornos del sueño están relacionados con una somnolencia diurna excesiva. Si has visto en alguna ocasión a una persona que se va durmiendo por todos lados, que no puede evitar cerrar los ojos y desatender por completo lo que está haciendo, es importante que sepas que esa persona sufre seguramente de narcolepsia. Esta hipersomnia desencadena que la persona que la padece se encuentre cansada durante todo el día. Es una afección de personas que necesitan dormir demasiado, e incluso se ha investigado la posibilidad de que pueda deberse a un problema en el cerebro.
Sonambulismo
Durante el sueño todas las personas pasan por una serie de fases del sueño. El sonambulismo ocurre en nuestra fase de sueño denominada N3, que es diferente a la que todos conocemos como REM o MOR (Movimientos oculares rápidos), en la que hay una gran actividad cerebral y los sueños son muy vividos. En la fase no MOR es cuando puede ocurrir que una persona se levante y camine, esto se produce sobre todo más en niños y adolescentes, ya que conforme envejecemos pasamos menos por la fase del sueño N3.
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Apnea del sueño
Muchas personas sufren de apnea del sueño sin tan siquiera saberlo. Este trastorno del sueño se presenta mientras la persona está dormida. Está relacionado con una mala respiración mientras se duerme. Durante el sueño la persona con esta afección respira superficialmente o hace una o dos pausas mientras respira. Las consecuencias de respirar mal cuando se duerme son no conseguir un sueño reparador, y por lo tanto levantarse habitualmente con la sensación de no haber dormido bien o haber descansado lo suficiente.
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