No tienen la proteína completa (todos los aminoácidos esenciales), así que un aliado ideal es el arroz (integral), con el que además completaríamos el aporte de fibra. Con ello podemos conseguir un equilibrio tanto físico, como mental y emocional. Y si añadimos verduras enriqueceremos el plato en vitaminas y minerales. Se dice que este sería el plato básico de los practicantes de meditación y yoga en India. ¡Por algo será!
Una buena forma de mejorar la digestión es añadiendo laurel, hinojo o comino. Ayuda a eliminar gases y favorece la función del hígado. Y para poder absorber el hierro se necesita de un aporte de vitamina C, presente por ejemplo en las zanahorias o cebollas.
También quiero destacar hoy el “poder” de las algas, de las que ya hablé en el vídeo que publiqué sobre el herbolario. Si no lo viste lo tienes aquí.
En mi receta de lentejas añadí el alga kombu, que contiene componentes que ablandan las fibras de la legumbre, y además acorta el tiempo de cocción. Al igual que la mayoría de las algas, el kombu es rica en minerales (aporta muchos más en poca cantidad que el resto de verduras). Un tipo de fibras que contiene el alga kombu (fucanos) son beneficiosas para el corazón. También tiene mucho potasio y un contenido muy elevado en calcio. El hierro se asimila mejor que el hierro de origen animal. Es una de las algas más ricas en yodo, que estimula el metabolismo, por eso debe ser evitada en casos de hipertiroidismo, y con moderación está especialmente indicado en dietas de adelgazamiento. Esta alga simplemente se añade en la cocción al menos 20 min y se retira antes de servir. ¡Prueba y aprovéchate de sus beneficios!
Esto es todo por hoy. Espero que te haya servido la información y que tus próximas lentejas puedas disfrutarlas de esta manera. ¡Hasta la próxima!
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