Y ahora a esta afirmación se suman nuevas investigaciones que lo corroboran. Un estudio del Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad Loma Linda (Estados Unidos) ha demostrado que el consumo diario de nueces puede ayudar a tener un envejecimiento saludable. Y es que, por un lado, manifiestan un impacto positivo de los niveles de colesterol, sin aumentar de peso.
Según los investigadores, las nueces son un alimento calórico, y aunque aporta miles de beneficios, algunos consumidores podrían pensar que su consumo a largo plazo se traduciría en un aumento de peso.
Las nueces ofrecen otros beneficios, como la regulación de la flora bacteriana del intestino, el hambre, la saciedad o la salud metabólica. Así, son beneficiosas para reducir la inflamación y el colesterol.
A su vez, las nueces son una buena fuente de grasas monoinsaturadas, y ricos en los ácidos grasos omega-3, que protegen al corazón y a las enfermedades relacionadas con este. Los nutricionistas recomiendan comer un puñado de frutos secos al día.
Además, las nueces son buenas en la lucha contra el Alzheimer. El extracto de nueces (el fruto seco una vez eliminada su fibra) tendría efectos protectores contra el estrés oxidativo y la muerte celular que se producen en el cerebro de las personas que sufren esta enfermedad, gracias, en parte, al contenido en ácido alfa-linolénico (ALA) y el ácido grasos omega-3 de origen vegetal.
Otros estudios también demuestran que las nueces ofrecen un buen estado de positivismo, ya que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, responsable de ofrecer un mejor bienestar de manera general.