Caso contrario la situación de una persona que nace gozando de salud y por cuestiones circunstanciales su salud decae hasta el punto de contraer una enfermedad crónica…
No obstante, de la forma como se enfrente a ese avatar dependerá la vida de dicha persona.
Crecí sin considerar nunca realmente lo que sería vivir con una enfermedad crónica.
Daba por sentado que gozar de buena salud era lo más natural del mundo, lejos estaba de saber que en mi horizonte comenzaban a aparecer nubarrones que presagiaban una tormenta interminable.
Mi buena salud bajó de golpe después de un segundo aborto y tarde meses en encontrar a un médico que logrará encontrar la raíz de mi problema en la tiroides.
Después de luchar por identificar la causa exacta del problema, que se materializo en forma del diagnóstico de Hashimoto, me di cuenta que la lucha había comenzado… la lucha por recuperar mi salud.
Ha sido una batalla cuesta arriba con reveses y victorias, y aunque mi cuerpo no siempre coopera, he aprendido mucho… y tengo mucho que agradecer.
Hashimoto y yo hemos tenido que aprender a convivir en su mayor parte. O, al menos he aprendido a no pelear con las señales que me envía mi cuerpo.
Yo solía ser una persona con una energía increíble. Podía mantener mi casa impecable, hacer comidas sin utilizar alimentos procesados, mantener mi jardín libre de malas hierbas, jardín que produce algunos de los alimentos que consumimos al mismo tiempo que entretiene a mi hijo mayor. Incluso después de mi segundo hijo, era capaz de hacer todo de la misma forma como lo había hecho siempre.
Entonces, después del segundo aborto, sentí que la vida se escapaba por la ventana y me sentí como el aire deja las velas. Tuve que comenzar por buscar a alguien para que viniera a limpiar mi casa, ya que carecía de la energía necesaria para hacer dicha faena.
Fue una decisión bastante difícil permitir que alguien me ayudara a hacer las labores a las cuales estaba acostumbrada y que además le daban sentido a mi vida.
Estaba muy agradecida por la ayuda pero odiaba depender de esa ayuda…
He aprendido que el mundo no se detiene si mis platos no se hacen antes de ir a la cama. Estarán allí por la mañana. Leerles historias a mis hijos en la cama veces es un trabajo mucho más dulce.
Los platos de papel no son tan malos, aunque sólo me ahorren la paz de saber que no tengo una carga de platos después de la comida.
Puedo pasar mi tiempo haciendo comidas nutritivas con la energía que tengo, pero no puedo ponerme a limpiar después de hacer la comida. Si bien es cierto que esta enfermedad me derriba algunos días, también me ha permitido darme cuenta que no es tan malo ir más despacio.
El tiempo pasa tan rápido, ¿por qué debo presionarme a seguir su ritmo? la enfermedad de Hashimoto me enseñó a tomar lo justo en cada momento y a disfrutar de la diversión.
A mis hijos no les importa si no hacemos labores manuales, ellos son felices de que nos acostemos en el suelo y pasemos la tarde jugando.
Ahora mirando hacia atrás, estoy segura de que el mal de Hashimoto fue el despertar que necesitaba para ser capaz de ver la alegría de las cosas más simples.
También he aprendido que cuidar de mí misma no es un acto egoísta. Si no puedo cuidar a mi familia, basta con escuchar lo que mi cuerpo me dice que necesita y trato de ceder a esas sugerencias siempre que pueda.
Así, en la niebla de una tormenta a veces aterradora, siento que he venido a un lugar donde poder vivir, funcionar y florecer. Incluso cuando me siento completamente abrumada, puedo parar, mirar hacia atrás y ver lo lejos que he llegado. Y miro hacia adelante con esperanza. …
¿Qué es la tiroiditis de Hashimoto?
La tiroiditis de Hashimoto o la enfermedad de Hashimoto es la forma más común de tiroiditis, inflamación de la glándula tiroides y también el trastorno de la tiroides más común.
Lleva el nombre del primer médico que describió esta condición, el Dr. Hakaru Hashimoto, en 1912.
Es un trastorno autoinmune, lo que significa que se produce cuando las células inmunitarias atacan el tejido sano en lugar de proteger.
En el caso de la tiroiditis de Hashimoto, las células inmunes atacan por error tejido tiroideo sano, causando inflamación de la tiroides.
Las enfermedades autoinmunes afectan a las mujeres más que los hombres, y las mujeres tienen 7 veces más probabilidades de padecer la tiroiditis de Hashimoto.
La tiroiditis de Hashimoto es la causa más común de hipotiroidismo
Los síntomas de la enfermedad de Hashimoto
Muchas personas con la enfermedad de Hashimoto no presentan síntomas durante años.
Un agrandamiento de la tiroides, es a menudo el primer signo de la enfermedad.
El bocio puede causar que la parte frontal del cuello se vea hinchada.
El agrandamiento de la glándula tiroides comprime el esófago, lo que puede causar una sensación de plenitud en la garganta o causar dificultad para tragar tanto líquidos como sólidos.
Muchas personas con la enfermedad de Hashimoto desarrollan hipotiroidismo.
Se puede tener síntomas leves o no en un primer momento pero tienden a empeorar con el tiempo.
La enfermedad de Hashimoto: Fase Hipertiroidismo
Hay unos pocos pacientes con tiroiditis de Hashimoto, que pueden sufrir una fase de hipertiroidismo, exceso de hormona tiroidea, llamado Hashitoxicosis, antes de finalmente convertirse en hipotiroidismo
Hashitoxicosis, es un hipertiroidismo transitorio causado por la inflamación asociada con tiroiditis de Hashimoto, que afecta a los folículos tiroideos, provocando una liberación excesiva de la hormona de la tiroides.
Los síntomas de una tiroides hipoactiva
Fatiga.
Aumento de peso.
Rostro palido e hinchado.
Sensación de frío.
Dolor en las articulaciones y músculos.
Estreñimiento.
Cabello seco y quebradizo.
Flujo menstrual abundante o períodos irregulares.
Depresión.
Disminución del ritmo cardiaco.
Problemas para quedar embarazada.
El diagnóstico de la enfermedad de Hashimoto
Si tiene síntomas de la enfermedad de Hashimoto, te médico te hará exámenes y ordenara una o más pruebas.
A veces, la detección de rutina de la función tiroidea revela una tiroides hipoactiva ligeramente en una persona sin síntomas.
Los exámenes empleados para averiguar si tienes la enfermedad de Hashimoto incluyen un análisis de sangre para ver si tu cuerpo tiene la cantidad correcta de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y de la hormona tiroidea (T4).
Pruebas de función tiroidea
Un nivel superior a lo normal de TSH es un signo de una tiroides hipoactiva.
Cuando la glándula comienza a fallar, la glándula pituitaria produce más TSH con el fin de desencadenar un aumento por parte de la tiroides de la hormona tiroidea.
Durante un tiempo, la tiroides puede mantener el ritmo, y la prueba de sangre mostrará los niveles de TSH ligeramente mayores con niveles normales de T4, causando la condición conocida como hipotiroidismo subclínico.
Con el tiempo, la glándula dañada no puede mantener el ritmo y los niveles de la hormona T4 caen por debajo de lo normal, cuando que los niveles de TSH son altos una muestra de sangre para buscar anticuerpos que confirmen o descarten la enfermedad de Hashimoto debería bastar
Tratamiento
La enfermedad de Hashimoto responde bien al tratamiento. Se trata con una sola tableta diaria de levotiroxina, una forma artificial de la hormona tiroidea T4. También conocida como terapia de reemplazo de la tiroides ya que restaura la normalidad de la hormona T4 que la tiroides dañada no puede lograr.
Por lo general necesitaras tomar dicha tableta por el resto de tu vida. Las tabletas para el reemplazo de la tiroides se presenta en diferentes cantidades, de tal forma que antes de iniciar el tratamiento, tendrás una prueba de TSH de seguimiento para que el médico pueda ajustar tu dosis.
Los factores que pueden afectar la dosis de dicha tableta incluyen.
Edad.
Peso.
La gravedad de la tiroides hipoactiva.
Otros problemas de salud.
El uso de otros medicamentos que pueden interactuar con levotiroxina.
Es importante recordar
La hormona tiroidea actúa muy lentamente en el cuerpo, por lo que puede tardar varios meses después del inicio del tratamiento para que los síntomas desaparezcan y el bocio se encoja o desaparezca. Una vez que el nivel de TSH es normal, tu médico necesitará verte con menos frecuencia, una revisión anual de la tiroides y de la hormona t4.
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Es por tu salud!
Jacobo
Temas sobre salud, las enfermedades en la sociedad actual