Tan solo en los Estados Unidos, más de 20 millones de estadounidenses sufren de alguna forma de problema de tiroides. Lamentablemente, hasta el 60% de las personas con enfermedad de la tiroides no son conscientes de por qué se sienten mal.
El hipotiroidismo, o bajo funcionamiento de la tiroidea, es la más común.
Y debido a que cada célula del cuerpo depende de la hormona tiroidea, el hipotiroidismo puede conducir a muchos problemas de salud, entre ellos aumento de peso, fatiga y problemas digestivos.
En ciertos casos, es más grave: Un estudio demostró que hasta el 50% de la depresión es causada por problemas de tiroides no diagnosticados.
Otro estudio encontró que las personas con problemas subyacentes causados por tiroides bajas eran dos veces más propensos a tener ataques al corazón.
En términos de tratamiento, a los pacientes con hipotiroidismo se les prescribe típicamente hormona de reemplazo de tiroides como la medicación y el tratamiento llega hasta ese punto.
Debido a esto, algunas personas pueden continuar experimentando síntomas debido a que la tiroides continua baja a pesar de la medicación y los resultados normales de los laboratorios.
Lo primero es determinar cual de los medicamentos de la tiroides es adecuado para ellos o si hay uno por el cual se debe comenzar.
Lo siguiente es la perspectiva de un lego en la materia sobre los medicamentos de la tiroides.
Opciones de medicamentos de la tiroides
Las hormonas de reemplazo de la tiroides son de los medicamentos más comúnmente recetados.
Esté es un resumen de las recetas más comunes:
Fuentes sintéticas:
Levotiroxina: Esta es la hormona tiroidea más común. Esta hormona T4 sintética se presenta en más de 30 diferentes marcas con Synthroid y Levothroid las más populares.
Liotironina: Este es el nombre genérico para T3 sintética, la forma activa de la hormona tiroidea. La marca más común es Cytomel.
Fuentes naturales:
Armour Thyroid
Naturaleza-Throid
Westhroid
hormonas tiroideas compuestas
Estas son elaboradas a partir de tejido de tiroides de cerdo. Debido a que contienen tanto T4 (hormona inactiva que tiene que ser convertida en el hígado y el intestino) y T3 (la forma biológicamente más activa) de la hormona.
Muchos médicos de atención primaria o endocrinólogos por lo general prefieren prescribir hormonas de reemplazo sintéticos.
Una de las razones es porque hace décadas habían menos opciones naturales. Hoy en día, no es una preocupación.
Obviamente, para los veganos podría no ser una opción. Sin embargo, los casos de personas que sufren problemas de tiroides y son veganos, son raros.
Puesto que cada ser humano es diferente no hay una talla para todos o una píldora mágica, lo que lleva a la siguiente pregunta:
Estoy tomando un medicamento de la tiroides, pero no me funciona. ¿Por qué?
Si todavía nota síntomas de la tiroides baja a pesar de estar tomando algunos de los medicamentos de la tiroides, probablemente no es que seas más que deprimido o que estés envejeciendo.
Estos son algunos otros factores que deberías considerar:
La masa inerte del medicamento
Los medicamentos de la tiroides son bastante comparables en cuanto a sus ingredientes activos, siendo la variable más importante, que marca la diferencia, los ingredientes inactivos.
Debido a que cada persona es diferente, y muchos problemas de tiroides son de naturaleza autoinmune, la masa inerte más utilizadas son las que eviten que puedas tener una reacción negativa en tu contra.
Las fórmulas de los medicamentos pueden cambiar, por lo que es importante comprobar el medicamento de forma individual.
Y si piensas que podrías estar teniendo una reacción adversa, puedes intentar descubrir la intolerancia que la esta causando.
Algunos ingredientes inactivos comunes que se encuentran en medicamentos para la tiroides:
Colorantes
Celulosa
Lactosa
Otros azúcares
Yodo extra (exceso de yodo puede provocar problemas de tiroides autoinmunes)
Almidón de maíz
Almidón modificado (contiene gluten, lo que puede desencadenar en problemas de tiroides autoinmunes)
Los rangos “normales” de laboratorio
En el laboratorio se puede ver un “rango de referencia.”
Esta gama es lo que se considera normal en la medicina convencional. Dicho rango se basa en una curva de campana, formada por el promedio estadístico de la población que ha ido a ese laboratorio en particular.
La gente que va a los laboratorios suelen ser personas enfermas. Sí, el resultado cae dentro de ese rango de referencia, no significa automáticamente que estés en el nivel óptimo.
Además de la interpretación de los resultados básicos de los laboratorios sobre la tiroides, el médico puede solicitar pruebas más exhaustivas sobre la tiroides que también pueden ser útiles en el descubrimiento de estos temas.
Disfunciones tiroideas subyacentes
A veces hay otros problemas de tiroides que no serán resueltos solo mediante una píldora.
Problemas de conversión de la tiroides y la enfermedad de Hashimoto (tiroiditis autoinmune) son dos problemas de tiroides subyacentes que deben ser descartadas y que a menudo son pasados por alto.
Inflamación
La inflamación puede inhibir significativamente la función de la hormona tiroidea.
Abordar esto significa hacer frente a las causas subyacentes de la inflamación, entre ellas una mala alimentación, el estrés y la acumulación de toxinas.
La resistencia de la tiroides, similar a la resistencia a la insulina, es una de las razones por las que el medicamento para la tiroides podría no estar funcionando en tu caso particular.
Lo más recomendable es descubrir y tratar la inflamación crónica.
Disminución de la absorción
Hay varios medicamentos que alteran la absorción o la actividad de T4, una hormona producida por la glándula tiroides.
Estos pueden incluir medicamentos comúnmente recetados como antiácidos, antibióticos y antifúngicos, medicamentos antiarrítmicos, medicamentos para bajar el colesterol, medicamentos para la diabetes, diuréticos, reemplazos hormonales y medicamentos para el dolor.
Algunos alimentos pueden disminuir la absorción de las hormonas tiroideas, como los alimentos a base de soja y ricos en fibra.
Los suplementos de hierro y calcio también pueden inhibir la función de la hormona tiroidea.
De acuerdo con los fabricantes de medicamentos, lo mejor es tomar sus medicamentos cuatro horas antes o después de ingerir alimentos, medicamentos o suplementos que pueden afectar su eficacia.
Factores no tiroideas
Hay otros problemas de salud subyacentes que pueden imitar tanto los síntomas de la tiroides baja y complicar la función tiroidea.
El sobrecrecimiento de Candida, síndrome de intestino permeable, la fatiga suprarrenal, y otros problemas metabólicos subyacentes deben ser investigados.
¿Ahora que?
Hay muchas variables a tener en cuenta en relación a los medicamentos de la tiroides, y es importante recordar que cada persona es diferente.
Os animo a hablar con vuestro médico acerca de las diferentes opciones.
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