He aquí una entrada destinada a todos los públicos, entendidos en la materia y personas sin conocimientos previos en temas de salud. Mi objetivo es escribir siempre de manera entendible para todos, ya que pienso que el paciente es el primero que debe tener una idea clara de qué le pasa, por qué y en qué consiste la estructura lesionada.
Para darle sentido al tratamiento de las tendinopatías y hacerte más fácil su comprensión, he creído oportuno introducirte algunas ideas que te serán de gran utilidad a la hora de entender futuras entradas del blog. He querido escribir esta entrada para que tengas claro las diferentes fases por las que pasa tu tendón cuando se lesiona. Históricamente nos hemos referido a las tendinopatías con el término “tendinitis” (-itis=inflamación), pero como ya te he explicado con anterioridad (ver Terminology for Achilles tendon related disorders de C. N. van Dijk y col. o este otro Time to abandon the "tendinitis" myth de K M Khan y col.), es sabido que el tendón carece de células inflamatorias , así que deberíamos hablar de tendinopatía.
Lo primero es decirte qué es esta lesión y lo segundo, las fases en las que se divide.
¿Qué es la tendinopatía?
La tendinopatía es una lesión originada, generalmente, por sobreuso del tendón. Ocurre básicamente cuando “sobrecargamos” el tendón, cuando le damos más tarea de la que está acostumbrado a recibir o de la que buenamente puede soportar. Te voy a poner un ejemplo muy ilustrativo. Estoy seguro de que tienes algún amigo o conocido que habla por tres (vaya, que habla y no para). La primera vez que hablaste con él, no estabas acostumbrado a tal verborrea y a los 20 minutos te dio dolor de cabeza (debido a falta de entrenamiento) . Después de un tiempo de amistad, te vas haciendo a escucharle y eres capaz de resistir 2 horas de charla hasta que te empieza el dolor de cabeza (dolor por sobrecarga or sobreentrenamiento). Nótese que el dolor de cabeza se correspondería con la tendinopatía, para aquellos a los que el día se le ha hecho muy largo y las neuronas no les dan para más.
La tendinopatía guarda relación, entre otras cosas, con la edad, el trabajo (repetitivo, principalmente), el deporte que realizas (por ejemplo, aumento repentino en la intensidad del entrenamiento en corredores puede causar tendinopatía del tendón Aquiles), obesidad, posibles enfermedades que tengas (por ejemplo, diabetes, por aquello de que tu circulación sanguínea será más pobre).
La clave de esta lesión la encontramos en el hecho de que los tendones están en continua destrucción/creación de tejido (tratando siempre de conseguir el equilibrio perfecto) y tienen una vascularización muy pobre (pobre riego sanguíneo y, por lo tanto, pocos “soldaditos” para reparar la lesión [células reparadoras]) lo que lleva a la lesión si estresas el tendón más de la cuenta y no le das tiempo para conseguir el correcto equilibrio destrucción/creación.
Fases de la tendinopatía
Voy a mostrarte un modelo con las diferentes fases por las que atraviesa una tendinopatía, lo cual es esencial a la hora de llevar a cabo la correcta rehabilitación. Te voy a explicar en castellano de andar por casa (entendible para todos) el modelo descrito por dos tíos listos (yo sólo leo lo que los listos escriben), J. L. Cook y C. R. Purdam, en el artículo Is tendon pathology a continuum? A pathology model to explain the clinical presentation of load-induced tendinopathy.
Este estudio divide la tendinopatía en tres fases:
Tendinopatía reactiva
Se da como respuesta a una sobrecarga tensil o compresiva del tendón. Aparece tras un incremento rápido de una actividad a la que no estamos acostumbrados o, incluso, un trauma directo. Te lo voy a dejar más claro con un par de ejemplos: por un lado podríamos tener a Ruud, corredor holandés que está acostumbrado a correr 5 km cada 2 días y siempre en una ciudad holandesa (elige la que quieras, no he visto un país más llano/plano en mi vida, apostaría a que lo más elevado que tienen es una montaña de arena que tú mismo hicieras en la playa – sí, Holanda tiene playa y está bastante bien) y un día se va a correr a los Alpes austríacos y como resultado tenemos la tendinopatía aquílea. Otro ejemplo podría ser el caerte de rodillas, lo cual podría causar una compresión del tendón rotuliano y, por consiguiente, una tendinopatía. En ambos casos, el tendón se engrosará y se hará más rígido, como vía para reducir el stress o adaptarse a la sobrecarga mencionada. Como he dicho varias veces en este blog, no hay presencia de inflamación, aunque si hay cambios a nivel celular. Esta fase es reversible siempre y cuando se reduzca la sobrecarga lo suficiente o se deje descansar al tendón el tiempo necesario. La manera de revertir la tendinopatía en fase reactiva en los ejemplos citados sería que Ruud volviera a correr en Holanda y se olvidara de los Alpes por un tiempo o darle al tendón de Aquiles descanso e intentar, más adelante, correr en desnivel de manera que incrementase los kilómetros de manera paulatina para dar tiempo al tendón a adaptarse. En cuanto al segundo ejemplo, mira por donde andas y ya verás como no te vuelves a caer.
Fase de “dysrepair” ( reparación inadecuada o fallo en la recuperación)
Vendría a ser parecida a la fase reactiva pero en este caso los cambios a nivel celular son mayores. Se llega a esta fase cuando se sigue sobrecargando el tendón y no le damos el necesario reposo o disminución de la carga anteriormente mencionada. Además, se piensa que puede haber un incremento en la vascularización. Sigo hablando del amigo holandés…Ruud sigue en los Alpes, corriendo montaña arriba sin descanso, pensando que el dolor del tendón de Aquiles se pasará con el tiempo. Sin embargo, lo que está haciendo es agrabar la situación.
Tendinopatía degenerativa
Los cambios estructurales del tendón son considerables, tras una sobrecarga crónica del tendón. El tendón ha degenerado y ahora estamos en una fase en la que su capacidad para revertir los cambios sufridos es muy pequeña. Ruud, te has pasado, viste que los pulmones te funcionaban bien, te sentías fuerte, te veías capaz de subir el Mont Blanc a pata coja (a una pierna). Problema, ahora tienes un bonito dolor con un tedón de Aquiles engrosado, que difícilmente te va a dejar continuar con tus carreritas cuando estés de vuelta en Holanda.
La carga es lo que marcará la dirección de la flecha en este “continuum”, ya sea en dirección hacia la fase degenerativa o en la dirección hacia la reactiva.
Lo que tienes que tener claro es que estas fases no están aisladas, sino que son un “continuum”. Distinguir las fases es importante para poder establecer el tratamiento apropiado. Ahora estarás pensando “sí, todo esto suena muy bien, pero como distingo yo las fases, le pregunto al tendón”. Prueba a ver, nunca se sabe, quizás te conteste. Como esto es poco probable, he querido dejarte aquí unas palabras de los “tíos listos” que te serán de ayuda. Traducidas al español son algo así como: “si te encuentras con una persona mayor con un tendón engrosado y con nódulos, es probable que tenga un tendón degenerado; por el contrario, un atleta joven después de una sobrecarga aguda con edema tendinoso probablemente tendrá una tendinopatía reactiva”.
Toda comentario constructivo es de agradecer, así como cualquier tipo de dudas. Soy todo oídos.
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