Recientemente, en revistas de medicina y secciones de periódicos especializadas en salud, se hace mucho hincapié en la alimentación en la infancia y adolescencia.
En esta sociedad en la que vivimos, en la que los padres apenas tienen tiempo para sus hijos, y en la que la rapidez por alcanzar logros y satisfacciones es una de sus máximas, parece que la alimentación sana ha sido relegada a un segundo plano.
Por el contrario, la comida rápida (hamburguesas, pizzas, perritos calientes) entró con fuerza nuestra dieta, y ha desplazado a la mediterránea. Y los más afectados han sido los niños y jóvenes. En la actualidad, el porcentaje de chavales obesos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Al mismo tiempo, también han aumentado las consultas a los endocrinos para tratar el problema del sobrepeso en los niños.
La obesidad en la infancia puede acarrear que en la vida adulta se desarrollen enfermedades como la diabetes, o problemas coronarios. Por si fuera poco, también puede producir un adelanto, en cuatro años, en la aparición de la primera menstruación.
¿De quién creéis que es la responsabilidad en la alimentación de los niños? ¿Pensáis que en los colegios se debería tratar la alimentación como otra asignatura más?