Se encuentra tanto en los alimentos de origen animal, mantequilla, manteca, nata, carnes grasas y derivados cárnicos (embutidos, fiambres, patés) como en alimentos de origen vegetal, el aceite de coco, palma y palmiste. Estos aceites se utilizan con mucha frecuencia como ingredientes en la elaboración de la repostería industrial, de aperitivos dulces y salados y en general en alimentos procesados.
Su consumo, ha estado asociado a un incremento de LDL-colesterol (“colesterol malo”) y por tanto relacionado con riesgo cardiovascular. Estas afirmaciones estaban hechas en base a estudios observacionales los cuales como ya comenté en esta entrada La importancia del…”desayuno” ,no son los más fiables.
Este tipo de grasa la podemos considerar un arma de doble filo. Hasta hace poco todas las grasas saturadas eran calificadas como “malas” o “perjudiciales”, en cambio estudios recientes demuestran que estas resultarán más o menos beneficiosas dependiendo de su procedencia.
Mantequilla de calidad, siempre resultará mejor opción que las margarinas NO podemos afirmar que todas las grasas saturadas son perjudiciales. Vamos a verlo con algunos ejemplos de grasas saturadas para entenderlo mejor.
GRASA LÁCTEA
Esta grasa saturada tiene en su composición ácido butírico, el cual tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
Leche entera La grasa láctea, la encontramos en la leche, mantequilla, yogur…y sin embargo la mayoría optamos por evitar la forma entera de estos productos pasando a consumirlos desnatados, por lo tanto estamos desechando una grasa saturada beneficiosa para nuestro organismo.
GRASA DEL CACAO
El cacao contiene un ácido graso saturado denominado, ácido esteárico, con propiedades antiinflamatorias, ademas de contener gran cantidad de antioxidantes, componentes naturales, que ayudan a prevenir el envejecimiento y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cáncer, por ello si consumimos un poco de chocolate, eso si lo más puro posible (85%), estaremos de nuevo optando por un producto con beneficios para nuestro organismo.
Una alternativa, al típico vaso de leche con cacao, que toman los niños para su desayuno y que no es más que azúcar sin nada de cacao, seria la utilización del “cacao puro en polvo sin azúcares añadidos“, lo encontramos en supermercados, y lo podremos usar también para la realización de postres, batidos… tal vez lo percibamos un tanto amargo sin embargo podemos comenzar con un porcentaje menor de cacao e ir aumentando poco a poco hasta que nos acostumbremos a dicho sabor.
ACEITE DE COCO
Este contiene el ácido graso denominado laúrico con buenas propiedades, se caracteriza por ser una fuente muy eficiente de energía, otra de sus cualidades es que no se acumula como grasa corporal, su degradación es mucho más rápida que el resto, ya que se oxidan directamente en el hígado (evitando su almacenamiento como grasa corporal).. Con lo cual tendríamos otro ejemplo de acido graso saturado “saludable”.
Esto no debe influirnos demasiado como para desprestigiar el uso de nuestro aceite de oliva, pues como digo el aceite de coco, en su versión virgen, es una grasa saludable, sin embargo debemos darnos cuenta que su precio va resultar más elevado puesto que no es producto local y viene de fuera. En definitiva, el aceite de coco está de moda y no es perjudicial, pero tampoco es mejor opción que el de oliva virgen extra.
GRASAS SATURADAS EN LA CARNE
Como sabemos otra fuente de ácidos grasos saturados se encuentran en las carnes rojas y más grasientas, se considera que la grasa que estas contienen, son perjudiciales, sin embargo podemos afirmar que se ha observado que si los animales son alimentados en pastos y se crian en libertad el contenido en grasas saturadas es muchísimo menor y la grasa que estas carnes contendrían seria de mejor calidad, que la procedente de animales que se encuentran estabulados y se alimentan de manera artificial.
Vacas alimentadas en pastos Por ello si tenemos la posibilidad de acceder a este tipo de carne procedente de animales criados en libertad y de modo más ecológico seria una buena opción para consumirlas.
Con todo esto, lo que debemos tener en cuenta a la hora de calificar una grasa como saludable o perjudicial es fijarnos en su procedencia y por tanto sabemos que cuanto más natural y menos procesamiento o manipulación haya estado sometido el producto nos dará cierta garantía de que contendrá “grasa saludable”
Como conclusión acerca de grasas saturadas saludables comentaros que no va a pasar nada malo si consumimos leche entera o yogures sin desnatar o mantequilla… a pesar de ser un poco más calóricos que sus hermanos los desnatados, sus beneficios son realmente interesantes para nuestra salud.
Las carnes más magras siempre resultarán más saludables pero no es malo consumir una buena carne roja de vez en cuando. En definitiva lo evitable es el consumo de carnes procesadas tipo embutidos, salchichas…
No solo por abandonar el consumo de grasas saturadas vamos a conseguir reducir el colesterol, los malos hábitos dietéticos son un factor muy a tener en cuenta si queremos regularizar nuestro perfil lipidico en sangre.
Dentro del grupo de grasa saturadas nos queda por tratar, el famoso “aceite de palma” que tanto hemos oido criticar, sin embargo lo dejaremos para otra próxima entrada, ya que por hoy tenemos información más que de sobra para procesar.
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