Hablar de grasa es un tema controvertido porque de entrada la cultura del cuerpo y la imagen han convertido en mitos asuntos que para nada tienen que ver con la realidad. Vetar el consumo de grasas o eliminar la grasa de las dietas es un claro ejemplo de ello y nada recomendable, las grasas son necesarias para el organismo.
Pero ¿qué es la grasa? es un componente presente en los alimentos que aporta energía. La grasa es importante para el cuerpo humano porque aporta el combustible.
Adicionalmente forman el panículo adiposo que protege a los mamíferos contra el frío y sujetan y protegen órganos como el corazón y los riñones.
Es decir la cuestión no es si se debe consumir grasa, que la respuesta es afirmativa, de hecho desde el Ministerio de Sanidad se recomienda la presencia de grasas en la dieta en un 20%-30% sobre la dieta total.
Por tanto la cuestión es de qué tipo son las grasas que consumimos porque efectivamente hay grasas buenas y malas.
La grasa se divide en tres grupos:
Grasas saturadas o conocidas como grasas malas. Deben estar presentes en la dieta en menos de un 10%. Su consumo en grandes cantidades pueden provocar enfermedades cardiovasculares. Están presentes en la carne o la leche.
Grasas insaturadas o también conocidas como grasas buenas. Deben estar presentes en un 10% dentro de la dieta. Están presentes en los alimentos de origen vegetal y en los frutos secos, sobre todo.
Dentro de estas grasas están las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Dentro de estas últimas están los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6
Grasas trans que son las grasas más dañinas y menos recomendables. Son de hecho las grasas que deben evitarse. Son grasas insaturadas que se forman en el procesado industrial de algunos alimentos conocido como hidrogenación, durante el cual cambian su configuración y pasan de ser grasas insaturadas a grasas saturadas, convirtiéndose en grasas sólidas. Se encuentran en alimentos fritos, snacks, bizcochos, galletas, y otras comidas preparadas. De forma natural también pueden estar presentes en la carne de vacuno y ovino o en productos lácteos.
Al final la cuestión, como en otros casos es saber lo que comemos y en cuanta cantidad, como siempre, abusar nunca es bueno, y tampoco lo es en este caso.
En el caso del cochinillo, se trata de un alimento que posee en mayor medida grasas insaturadas que saturadas y dentro de las grasas insaturadas tiene tanto grasas monoinsaturadas como grasas poliinsaturadas: