Son unos mandatos zen que se integran plenamente en la vida, y que nos pueden ayudar a liberarnos de los grilletes de nuestra mente, ofreciéndonos soluciones para afrontar los sufrimientos que van apareciendo en nuestra existencia. Los valores zen se pueden aplicar en nuestro día a día, no es necesario ponerse místico e ingresar en un monasterio para escapar del mundanal ruido. La doctrina zen se puede aplicar en todo lugar, en todo estado mental.
El zen es el hecho último de toda filosofía y religión. Todo esfuerzo intelectual debe culminar en él, o más bien debe comenzar en él, si es que ha de rendir frutos prácticos.
Teitaro Suzuki
Principios esenciales de la filosofía zen
1# Conducta pura
Para un practicante zen, la pureza es fundamental. Esta conlleva su demostración a través del cuerpo, del habla y de la conducta mental. Somos un todo y en todo nuestro ser debe verse reflejada.
2#Tranquilidad en la vida
El mundo en el que vivimos transita a una velocidad que quizás no es la más adecuada para la felicidad del ser humano. Venimos a un mundo donde desde que nacemos se nos prepara – ¿o quizás no? para correr fisica y mentalmente en todo momento.
El zen sirve de antídoto para esa vorágine.
¿Qué significa tranquilidad?
No usar la violencia verbal o física, relajar la mente, no alborotar verbalmente. Quizás debamos ocupar algo de nuestro tiempo y aprender a mantener nuestra mente en quietud. Te recomiendo encarecidamente la lectura de El arte de silenciar la mente, te ayudará a tener una vida más sosegada.
3# Vida segura y adaptación a la misma.
A través de la comprensión de lo que significa el zen tendremos seguridad en nuestra vida. Si no es así, nuestra vida vagará en la inestabilidad, pues realmente no hay nada seguro.
La vida es cambio constante por lo que nuestra capacidad de integrarnos con los diferentes momentos que nos ofrezca nos permitirá transitar sin sobrecalentar nuestro motor interno. La flexibilidad es un gran precepto zen.
4# Estabilidad vital
Debemos saber cual es nuestro rumbo en la vida, pues conociendo nuestro ikigai, y a través del pensamiento zen desarrollando nuestro conocimiento interior podremos seguir en el camino aunque nuestra meta se aleje momentáneamente de nuestro rumbo vital.
Debemos entender cómo somos y cuáles son nuestros límites. Nos tenemos que hacer muchas preguntas para conocernos mejor y dotarnos de esa estabilidad interna. Sin una clara dirección, podemos confundirnos con otro camino o simplemente movernos en círculos. la sabiduría zen te ayudará a centrar el tiro.
Si tenemos una dirección, tarde o temprano llegaremos a ella.
#5 Vive el aquí y ahora
Nos pasamos el día viajando del pasado al futuro, lo que hace que nos perdamos lo más apasionante que tenemos el aquí y ahora.
Solo tenemos el momento presente. El pasado solo es alcanzable a través de recuerdos que pueden no ser exactamente como ocurrió, y el futuro es es solo nuestra imaginación trabajando.
A través de la práctica zen podemos lograr permanecer en el ahora. ¿Sabes lo que es el mindfulness?, te ayudará a vivir el presente.
Para ir de mortal a Buda, tienes que poner fin al karma, nutrir tu conciencia, y aceptar lo que la vida trae.
-Bodhidharma
#6 Focalízate en lo que haces
Pasamos de un pensamiento a otro con tremenda velocidad, sin apenas percibirlo. Tenemos que aprender a focalizarnos y prestar más atención al momento presente. Hagamos lo que hagamos centrémonos en ello. Hay que focalizarse en lo importante.
Existen actividades como la meditación
#7 Sé fiel eternamente a tus sentimientos
Sigue a tu corazón, como si te fuese la vida en ello. Nuestros sentimientos son un termómetro de nuestra alineación entre emociones, acciones y propósito de vida. Nuestra vida se merece fidelidad, y por ello quizás lo mejor sea llevarnos por nuestro corazón, por nuestra intuición. La fidelidad y la confianza es uno de los pilares de la filosofía zen.
#8 Hay que aprender a soltar.
Para recorrer el camino de la vida, nuestra mochila debe llevar lo esencial. Y esto abarca todos los campos. Si vamos ligeros de equipaje viviremos mejores experiencias. Dejemos ir lo que nos daña, lo que nos frena, lo que nos agobia. Si algo nos hace daño, fuera de la mochila, dejemos que se vaya, y si no quiere irse quizás debamos apartarlo nosotros de nuestra vida. En eso consiste el zen.
#9 Acéptate como eres y ámate como eres.
Todas los grandes cambios deben comenzar desde dentro, para amar a los demás como se merecen, primero hay que amarse a uno mismo. Te lo mereces.
! #10 Haz de la honestidad tu lema.
Se honestos nos permitirá crear mejores relaciones con los demás y con nosotros mismos a través del autoconocimiento. La honestidad es un valor que abre puertas. La honestidad lo es todo.
#11 Acepta tus responsabilidades en la vida.
Eso conlleva que nuestra decisiones tengan en cuenta a nuestro entorno, ya lo decimos por aquí: un universo mejor es posible, y granito a granito haremos de este mundo un lugar en paz y más feliz.
Siendo responsables de nuestros actos nos acercará a nuestros objetivos de una forma mucho más plana.
La responsabilidad es un gran baluarte dentro de la filosofía zen.
#12 Encuentra la paz interior
A través de la conexión con tu esencia podrás acercarte a ese estado deseado. Si queremos una vida zen debemos domar a nuestra mente para que la libertad se adueñe de todo, para que reine la paz interior en nuestra vida. Nuestra tranquilidad interna solo dependerá de nosotros.
Por último te dejo con un video que desde otra perspectiva te ayudará a adentrarte en el mundo zen… disfrútalo
¿Te ha gustado nuestro artículo acerca de los principios de la filosofía zen?
Namasté
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