En la actualidad existe una gran controversia acerca del consumo de la carne roja, si bien una dieta equilibrada y sana es recomendable que esté compuesta por todo tipo de alimentos. Hay ciertos alimentos, como es la carne roja, con los que hay que tener una especial atención.
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Entre las carnes rojas más consumidas nos encontramos con la carne de vaca, la de cerdo, cordero, buey, entre otras menos consumidas. Se conoce que la carne roja contiene numerosas vitaminas y minerales que resultan esenciales para una dieta equilibrada. No obstante, su consumo elevado puede pasarnos factura para nuestra salud, y además evita que tomemos otro tipo de alimentos que pueden resultar mucho más beneficiosos como son las frutas y verduras.
En estos últimos años ha habido una gran conciencia alimentaria acerca del consumo de carne roja. En la última década el consumo de este alimento tan popular ha descendido en todo el mundo, en torno a 4,5 kg por persona. En el 2014 fue el año que menor consumo de carne roja hubo desde 1960. ¿Por qué ha habido un descenso tan significativo en el consumo de carne roja? ¿A qué se debe realmente? Lo veremos a continuación.
Creencias erróneas acerca de la carne roja
Una de las principales causas por las que se consume actualmente menos carne roja en todo el mundo, es debido a la obtención de una mayor información sobre cómo puede afectar un consumo continuado de este alimento a nuestra salud. La organización mundial de la salud (OMS) creó la alarma en 2015 aportando datos relevantes acerca de la carne roja, que desconocíamos hasta la actualidad.Nos vimos así obligados a tener que abrir los ojos ante la multitud de creencias que teníamos sobre la carne roja. Estos son algunos de los mitos sobre la carne roja que se han descubierto que eran totalmente falsos:
«En la carne roja encontramos proteínas que son insustituibles en nuestra dieta»
Los defensores de la carne alegaban que sus proteínas son insustituibles, y que ningún otro alimento podía aportarnos estas proteínas tan necesarias en nuestra dieta. Se ha comprobado como las proteínas vegetales que se obtienen a través de alimentos como: las legumbres, los frutos secos, semillas y algunas verduras son unas buenas alternativas para cualquier persona que haya decidido dejar de tomar carne.Fuente: Pixabay/qimono
«La carne roja es imprescindible para una alimentación sana y equilibrada»
En la actualidad sabemos que esto no es cierto, la carne ni la roja ni ningún tipo de carne son imprescindibles para tener una dieta saludable. Existen multitud de alternativas a la carne para obtener las proteínas y nutrientes que necesitamos. Ya no tiene sentido decir que si no comemos carne experimentaremos una disminución de vitalidad, energía y que influirá en la caída del pelo y la fortaleza de nuestras uñas.Los vegetarianos pueden tener una dieta equilibrada gracias a muchos alimentos que les aportan estas necesarias proteínas. Por lo tanto, podemos decir sin temor a equivocarnos, que la carne no es imprescindible en una alimentación sana y equilibrada. Se puede ser vegetariano e incluso vegano sin ningún tipo de problema para la salud.
Estas creencias estaban bien arraigadas en nuestras costumbres y hábitos alimentarios. Creíamos que no podíamos sustituir la carne por ningún otro alimento. Además, hemos pensado que era necesaria en nuestro día a día por el bien de nuestra salud y de nuestro desarrollo en general. Sin embargo, no solo se ha comprobado que esto no es cierto, sino que puede resultar en algunos casos bastante perjudicial su consumo continuado.
Realidad actual sobre la carne roja
Tal y como hemos explicado anteriormente en la actualidad gozamos de una mayor información, para poder tomar decisiones más conscientes y responsables sobre los alimentos que queremos incorporar en nuestra dieta. Tampoco es cuestión de que todos nos tengamos que hacer vegetarianos y debamos evitar el consumo de carne a toda costa. Pero sí tener en cuenta que podemos reducir su consumo sin que afecte a nuestra vitalidad.En los estudios realizados y los informes propuestos por la OMS se ha considerado a la carne roja como un alimento que está estrechamente relacionado con el colesterol, el aumento de peso y algunos tipos de cánceres, como el de colon. Se ha relacionado a la carne roja con el aumento de riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas. Sin embargo es todo no es tampoco del todo cierto ya que hay que diferenciar entre carne fresca y carne procesada. Se tratan de productos totalmente diferentes y, por lo tanto, las consecuencias para nuestra salud también son distintas.
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La carne procesada aumenta el riesgo de padecer cáncer y su consumo continuado puede afectar gravemente a nuestra salud. Por eso hay que saber diferenciarla de la carne fresca, natural y de calidad. Sería injusto englobar a la carne roja en todo este tipo de consecuencias nefastas para nuestra salud.
Los estudios sobre alimentación, sugieren en su totalidad que el mejor camino a seguir para una dieta saludable es el consumo de alimentos frescos, y una dieta basada en frutas y verduras. Esto no quiere decir que tengamos que eliminar totalmente la carne de nuestra dieta, pero sí hacer un consumo responsable de ella. Como hemos visto no es tan necesaria como pensábamos, pero tampoco tan dañina como nos pueden hacer creer en la actualidad.
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