La OMS ya ha aclarado repetidas veces que la carne procesada es la que equipara al consumo de tabaco, de manera que la carne roja no es la que puede causar cáncer, aunque debe consumirse con moderación. Así, podemos incorporar carne roja a nuestra dieta al ofrecer hierro y otras vitaminas necesarias para el organismo.
La mejor ternera
Está claro que, cuando más calidad presente la carne, mucho mejor. No solamente está más buena sino que contiene aquellos nutrientes para tener más energía y salud.
Menos grasa
Podemos tomar carne roja eligiendo la mejor y también la que tenga menos grasa. En este caso, resaltan los filetes o bien los entrecots, que tienen menos cantidad de grasa que otros tipos de carnes. También es importante resaltar que las hamburguesas llevan más carne picada y por tanto más grasa. Es mejor consumir cortes de carne.
Guisada
La carne, mejor guisada que frita. Ello es preferible porque cuando se guisa o se cuece la carne se hace menos y se producen menos compuestos que pueden ser negativos para la salud. Se dice que la carne muy hecha también puede ser perjudicial, de manera que la forma de cocinar será también destacada.
Menos consumo, más calidad
A diferencia de lo que sucedía hace décadas, ahora prima la calidad a la cantidad. Los médicos recomiendan disminuir su consumo, no quitarlo del todo, y como contraprestación se consumirá carne de mayor calidad. Los trozos de carne no deben ser muy grandes y, si es así, mejor guardarla para otra ocasión y poder tener para otro día.
Cómo cocer la carne
A la hora de guisar, es mejor utilizar menos aceite y añadir más verduras, hortalizas y legumbres. También es más recomendable eliminar la grasa visible de la carne, a fin de eliminar las grasas saturadas y bajar el aporte calórico que tienen.