Hoy os hablaré de Oxyacantha Crataegus o Monogyna más conocido como espino blanco, un arbusto nativo de las zonas templadas del hemisferio norte capaces de calmarnos en momentos de nerviosismo.
De esta planta se usan las inflorescencias, llamadas corimbos y que que pueden presentar unas cuantas hojas en la base.
Composición química:
Flavonoides (hiperóxidos, vitexina, luteolina, rutina, quercetina, apigenina);
Proantocianidinas, procianidinas, leucoantocianidinas…;
Ácidos triterpénicos pentacíclicos (ac. ursólico, ac. crategolico, ac. oleanólico, ac. acantolico, ac neotegolico…..);
Ácidos fenolcarboxílicos;
esteroles;
Aminas,
Aminopurinas.
Más en detalle, las antociandidinas parecen actuar aumentando la permeabilidad de las membranas celulares a los iones de calcio y aumentando las concentraciones intracelulares de AMP cíclico. Todo esto se refleja con una reducción del espasmo de las arterias coronarias, un aumento del flujo sanguíneo y de la fuerza de la contractilidad miocárdica y una reducción de la resistencia vascular periférica. Mientras que, en dosis altas, ejercen un efecto sedante.
Los flavonoides son antioxidantes y son capaces de inhibir la agregación plaquetaria. Además también poseen cierta actividad antimicrobiana, antiviral y citotóxica.
El uso de espino ha sido aprobado oficialmente para el tratamiento de los trastornos cardiovasculares leves (clasificación hecha por clase NYHA II, Nueva York Heart Association), caracterizada por una disminución del gasto cardíaco. En este estudio participaron 209 personas que presentaban insuficiencia congestiva cardíaca. Se les administró espino blanco de 900mg, a otros 1800 mg y a otros era placebo (no tenía espino blanco). Tras 4 meses de tratamiento se pudo ver que las personas que habían tomado el espino presentaban resultados más satisfactorios que los que no lo tomaron. Es decir, no tenían tantos síntomas y tenían mayor capacidad de practicar ejercicio (en dosis altas). En dosis más bajas tenían menos síntomas pero en cuanto al momento de hacer ejercicio les costaba como antes del estudio. Y los que no lo tomaron no tuvieron ningún tipo de mejora.
El extracto hidroalcohólico del espino blanco es conocida por su acción protectora de los vasos sanguíneos y por ser cardio-sedativo. Actúa mediante la reducción de los fenómenos relacionados con la simpaticotonía e incrementando el estado vagotónico. En otras palabras, gracias a su contenido en flavonoides los latidos del corazón se regulan y aumenta el flujo sanguíneo en las arterias coronarias y el miocardio. Por eso se dice que actúa frente las palpitaciones y en estados de nerviosismo. también os recomiendo leer Alimentos que te ayudan a calmar la ansiedad.
De hecho, este extracto se usa muchas veces en casos de insuficiencia cardíaca leve, para tratar problemas de taquicardias y ansiedad, en desequilibrios neurovegetativos o cuando tenemos sensación de sentir una opresión en el corazón. También es útil para las formas leves de arritmias bradicárdicas y para la hipertensión. Las propiedades antihipertensivas de la planta se atribuyen a los flavonoides y las proantocianidinas, que tienen la capacidad de inhibir la enzima ACE.
Y eso no es todo, también tiene efectos ansiolíticos y por eso es tan útil en condiciones de nerviosismo e hiperexcitabilidad. Esta se podría decir que es una de sus propiedades más conocidas y por lo que se suele usar más aunque como vemos esta planta puede hacer muchas más cosas por nosotros… Os recomiendo leer el artículo 20 claves para vivir sin ansiedad.
Me gustaría destacar también sus propiedades antioxidantes, hipolipemiantes y antiaterosclerótica con un efecto más que evidente sobre las proteínas de baja (LDL) y de muy baja densidad (VLDL), que presentan un riesgo aterogénico. Son las responsables de que se obstruyan las venas.
Eso sí, antes de animaros a tomar nada siempre tenéis que preguntar por vuestro caso en especial y la dosis que necesitaríais según sea vuestro trastorno. Normalmente la dosificación empleada es de 30 gotas dos o tres veces al día pero dependerá del fabricante y del problema a tratar. Cada caso es un mundo y cada mundo un tratamiento. Cuando el espino se utiliza en la forma de extracto, por lo general, se recomienda tomar de 160 a 900 mg de producto al día, administrado en dosis divididas. Y la duración del tratamiento no debe exceder de seis semanas. Pero repito, las dosis y tiempos los debe marcar siempre el médico. Son solo datos orientativos.
Efectos adversos
En algunos casos se pueden experimentar efectos secundarios tales como palpitaciones, taquicardia, mareos, dolor de cabeza, rubor, respiración sibilante, malestar gastrointestinal y flatulencias.
Contraindicaciones.
Por su mecanismo de acción, el espino puede aumentar la actividad de fármacos inotrópicos e hipo-intensivo influyendo en la presión así que se debe tener mucha precaución con esto. Es más, el espino blanco interacciona con ciertos medicamentos con los que no se debe asociar nunca. Estos medicamentos son:
Agentes antiplaquetarios, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado.
Glucósidos cardíacos, ya que el espino puede aumentar la actividad.
Antiarrítmicos. Esta planta actúa mediante un mecanismo de acción atribuido a los antiarrítmicos de clase III.
Cisaprida.
No hay evidencias del producto durante el embarazo y la lactancia así que mejor evitarlo en estos periodos de la vida.
Tampoco se aconseja para niños de menos de 12 años.
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