Desde pequeños nos inculcan que tomar un vaso de zumo de naranja recién exprimido nos aporta mucha vitamina C y nos ayuda a aumentar nuestras defensas.
Sin embargo, podría discrepar en esta afirmación, primero porque el pimiento rojo en crudo tiene más vitamina C que la naranja y, en segundo lugar, un zumo de naranja (aunque sea recién exprimido) no deja de ser un zumo concentrado de fruta con un alto contenido en azúcar (22 g en un vaso).
En 100 ml de un refresco de Coca-Cola hay 10,6g de azúcar, en 100 ml de zumo de naranja hay entre 12 – 13g de azúcar (1).
Esto significa que cuando se bebe un zumo de naranja se provoca en nuestro cuerpo un pico de glucosa en sangre, por eso las personas con diabetes no pueden beber un zumo de naranja en ayunas.
Es paradójico que las personas consuman zumo de naranja pensando que es saludable y en cambio no coman la pieza entera de fruta, y cuando digo entera me refiero también a la cáscara.
En realidad es en la cáscara y en la membrana blanca donde encontramos los nutrientes más importantes para nuestra salud.
La piel de la naranja tiene más cantidad de vitamina C que su carne, contiene también flavonoides, hesperidina y otros fitoquímicos. Los flavonoides tienen propiedades antioxidantes que nos ayudan a combatir el estrés y la acidificación tisular.
Benefícios de la cáscara de naranja
Algunos beneficios asociados a la ingesta de la cáscara de naranja son (2):Mantener un corazón sano. Contiene flavonas polimetoxiladas, un flavonoide que ayuda a reducir el colesterol y a mantener la presión arterial.
Prevenir alergias e inflamaciones. Contiene sustancias que evitan la liberación de histamina.
Prevención de cáncer. Hay estudios que indican que aquellas personas que consumen cáscaras de naranja con regularidad tienen menos posibilidades de desarrollar cáncer de piel o de pulmón, que aquellas personas que toman la naranja pelada.
Puede ayudar a reducir el peso. Tiene la capacidad de aumentar el metabolismo, según los principios de Ayurveda.
Mejora los problemas digestivos. Tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan en casos de diarrea, acidez, reflujos, digestiones lentas.
Cómo consumirla
En primer lugar, es imprescindible que las naranjas sean orgánicas y que no lleven pesticidas, se ha de lavar muy bien.Se puede consumir rallada en ensaladas, salsas, dentro del yogur, en batidos. Hay un sinfín de opciones donde incluirlas. Os dejo una receta sana y con muchos usos:
Aceite aromatizado de naranja
Es un aceite que se puede utilizar para darle un toque cítrico a tus platos, por ejemplo una mayonesa para acompañar un pescado, en lugar de utilizar aceite de oliva sin aroma se puede usar este que le dará un sabor cítrico interesante.Ingredientes
La piel de 2 naranjas ecológicas grandes dejadas secar aproximadamente 7 días.
1 litro de aceite virgen extra sin refinar, extraído directamente de las aceitunas por extración mecánica.
Elaboración
Aunque las naranjas sean ecológicas es mejor lavar bien la piel, una vez lavada se seca con un paño.En este caso y, para que no quede sabor amargo es mejor retirar la parte blanca del interior. Ponerlas extendidas en lugar seco y aireado y dejarlas secar unos 7 días.
En un tarro de cristal hermético introducir las pieles secas y el aceite de oliva, dejar macerar el aceite unas 3 semanas y listo para saborearlo.
Referencias:
Un zumo natural tiene el mismo azúcar que un refresco - La Vanguardia
10 Amazing Health Benefits of Orange Peels - Manipal hospitals
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.